Los anuncios y el contenido promocionado en las redes sociales ha ido en aumento durante el último año. Sin lugar a dudas se trata de un buen medio para darse a conocer y de esto son conscientes las marcas y también los ciberdelincuentes. Un ejemplo de esto segundo que mencionamos es la red social Facebook, donde una amplia mayoría de los anuncios y contenidos promocionados que se muestran son estafas o ataques phishing contra los usuarios, consiguiendo el robo de credenciales o de dinero.
Sí que es verdad que no solo la red social de Marck Zuckerberg se ha querido monetizar, ya que la propia Twitter también ha creado en ese aspecto los hashtags y tweets patrocinados que son enviados y visibles a unos usuarios concretos pertenecientes a una determinada zona. Sin embargo, este contenido no resulta perjudicial para los intereses del usuario aunque sí intrusivo, sobre todo en el caso de los tweets patrocinados. A pesar de todo, buscando presumir de servicio de publicidad, Facebook ha buscado de alguna forma competir con el servicio de publicidad de Google y eso son palabras mayores.
El funcionamiento del servicio de anuncios de Google está muy depurado y a pesar de esto aún se cuelan estafas y anuncios que poseen una finalidad más que dudosa.
Sin embargo, el funcionamiento del servicio de anuncios de Facebook no es para nada bueno y la cantidad de contenido útil y legítimo es ínfima en comparación con la cantidad de estafas que se muestran a los usuarios.
Las ganancias frente a la seguridad de los usuarios
Desde conseguir complementos, ropa, smartphones o cualquier otro tipo de artículo totalmente gratuitos o a un precio muy rebajado, hasta trucos o créditos para videojuegos, como por ejemplo un phishing que se está distribuyendo de World of Warcraft.
Esta red social ha sido una de las que más se ha dejado de lado la seguridad del usuario, sobre todo para ofrecer contenidos y obtener ganancias gracias a estos. La prioridad máxima de los ciberdelincuentes teniendo en cuenta la difusión que pueden llegar a tener este tipo de contenidos no es otra que la de robar las credenciales de acceso a la cuenta de la red social Facebook o incluso de otros servicios. Pero este no es el único atractivo que poseen este tipo de prácticas, ya que robar dinero también es algo muy habitual: pagar una cantidad ínfima por un artículo que luego nunca se recibe puede llegar a ser un problema menos. Lo curioso es que si existen una gran cantidad de usuarios las ganancias de los ciberdelincuentes se disparan.
Fuente | Softpedia