Linux es un sistema operativo libre. Gracias a ello varias empresas y desarrolladores independientes han lanzado sus propias versiones (distribuciones) de este sistema operativo son sus propias características y configuraciones de manera que facilitar en gran medida su uso a los usuarios.
Existe un gran número de distribuciones basadas en Linux con sus propias características y, en ocasiones, de estas mismas distribuciones se desarrollan otras basadas en ellas pero con paquetes y características personalizadas por el desarrollador.
Muchas distribuciones nos brindan una serie de mejoras y características que nos llaman la atención ya que, por ejemplo, una serie de paquetes, aplicaciones y configuraciones realizados por defecto que a corto plazo pueden ahorrarnos unas horas de trabajo pero a largo puede suponer tener que empezar de cero buscando una nueva distribución que se adapte a nuestras necesidades.
Comfusion y Pear OS Linux: dos ejemplos claros
Una de las distribuciones bastante utilizadas entre los que buscaban una apariencia gráfica de altas capacidades y efectos era Comfusion. Esta distribución añadía un gran número de efectos gráficos y visuales entre los que destacaban efectos 3D y el gestor de ventanas Compiz Fusion.
Comfusion ha alcanzado la versión 4.1 de su distribución tras pasar varios meses descontinuada y sin soporte. Tras el lanzamiento de esta versión esta misma semana los desarrolladores han publicado un manifiesto en el que indican que por falta de tiempo, motivos personales y problemas para seguir pagando el servidor finalmente descontinúan completamente este sistema operativo.
Si aún seguíais utilizando esta distribución es recomendable optar por cambiar de sistema operativo ya que los riesgos de utilizar un sistema sin soporte son muy grandes. La mejor opción para asegurarnos de que esto no ocurre es instalar los paquetes que queramos manualmente en una versión original de Ubuntu o distribución muy utilizada como Linux Mint y adaptarlo a nuestro gusto con la garantía de que seguiremos recibiendo las actualizaciones y el soporte necesario para su correcto funcionamiento.
A principios de este año pudimos ver cómo Pear OS, una distribución basada en Ubuntu que imitaba casi a la perfección la apariencia y las funcionalidades de Mac OS X, también descontinuó su desarrollo dejando a los usuarios sin alternativas similares. En muchas ocasiones el uso de distribuciones nos brinda una serie de ventajas como mejor rendimiento o estética más bonita del sistema operativo, sin embargo, corremos el riesgo de que los desarrolladores abandonen el proyecto y tengamos que empezar de cero buscando una distribución nueva.
Linux Mint, Ubuntu y SteamOS no corren el mismo riesgo
Linux Mint es también una distribución de Ubuntu, sin embargo, es un sistema con un gran público y una gran publicidad que hace que sea muy complicado que los desarrolladores abandonen el proyecto. Incluso el propio Ubuntu debemos tener en cuenta que se trata de una distribución basada en Debian y, sin embargo, este sistema operativo es más utilizado que su propia base. Puedes tener en cuenta la opción de configurar OpenSSH en Linux.
Al igual que SteamOS, una distribución basada en Debian pero que cuenta con una de las mayores empresas del sector de los videojuegos detrás de ella lo que garantiza que a corto plazo no va a quedarse abandonada.
A la hora de elegir una distribución debemos pensar más de cara al futuro y elegir un sistema asentado en el mercado son un soporte garantizado antes que una distribución que aporte una serie de características (las cuales pueden ser añadidas manualmente en cualquier otro sistema) y que corramos el riesgo de quedarnos sin soporte.
¿Utilizas alguna distribución Linux? ¿Cuál y por qué?