Primero implantaron el rastreo o tracking para la navegación web de los usuarios. Muchos navegadores permiten al usuario decidir si quieren o no que los «sigan», presentándose esto como un problema para muchas empresas que se benefician de esta práctica. Los correos electrónicos son el segundo bien más preciado después de la navegación en Internet y es por este motivo por el que algunos proveedores y empresas han comenzado a «seguir» a los usuarios. Descubre cómo enviar un correo electrónico anónimo.
El problema es que no solo los principales proveedores de correo podrían realizar un seguimiento de los correos y a la actividad asociada a estos, también los remitentes podrían añadir cierto código que fuese capaz de trackear las acciones del usuario.
De la misma forma que han aparecido funciones en los navegadores y complementos que evitan que esto suceda con la navegación web, era de esperar que los servicios de correo pronto recibiesen este tipo de software. Por el momento hay que indicar que el software del que vamos a hablar a continuación funciona solo en Gmail, aunque los desarrolladores ya se han puesto a trabajar para portarlo a otros servicios. Estamos hablando de la extensión para Google Chrome Ugly Email.
La práctica más normal es la inclusión de píxeles en los correos que son capaces de realizar este seguimiento.
Proceso de instalación de Ugly Email
La verdad es que tanto la instalación como el funcionamiento de este complemento es muy sencillo. En primer lugar tenemos que dirigirnos a la Chorme Web Store y realizar la búsqueda. Una vez que lo hemos encontrado procedemos a su instalación pulsando el botón «Añadir». De esta forma tan sencilla ya disponemos del complemento que nos ayudará a saber qué correos poseen esta característica.
La forma de identificar este comportamiento intrusivo es muy sencilla: al lado del correo que posea una función de tracking aparecerá un ojo, distintivo de que ese correo sería capaz de realizar un seguimiento a la actividad del usuario en cuanto sea abierto.