Si pensabas que habías visto ya lo más sorprendente de la trama de espionaje estas muy equivocado. Después de todos los programas espía en ordenadores y terminales móviles la trama de espionaje continúa salpicando, y la nueva víctima es, o mejor dicho, son los juegos online de los que tantos jugadores disfrutan a diario.
Empresas como Microsoft, Blizzard o Sony se encuentran desde el día de ayer en el punto de mira de muchos usuarios y críticos, pensando en algunos casos (como por ejemplo el de la propia Blizzard) que esta llegó a un acuerdo con la NSA para poder espiar a los usuario de la plataforma con total libertad. La compañía lo desmiente de forma rotunda, y es que no la queda otra, porque de confirmarse esto, las críticas aumentarían de forma considerable.
Lo que hace tiempo parecía relativamente complicado, cada semana que pasa queda de manifiesto que puede ser muy posible o que incluso haya sucedido. Nos referimos a que día de hoy parece que ninguna red ha quedado al margen de este caso de espionaje, y todas en mayor o menor medida se han visto afectadas con un mayor o menor conocimiento de los propietarios.
Sin embargo, parece ser que además de la NSA, la agencia británica de espionaje también habría tomado parte en este capítulo de la trama de espionaje. Podemos contar con programas VPN para jugar.
Plataformas como PSN o Xbox Live en el punto de mira
48 millones de jugadores que pueden ser espiados en un día. Ese es el dato de la plataforma de juegos online de Microsoft para su consola Xbox. Tanto esta como la de Sony, Playstation Network, no se quedan al margen de este nuevo capítulo de la trama de espionaje. Y es que parece ser que Xbox podría haber facilitado el acceso a miembros del servicio de inteligencia británico, permitiendo a estos el acceso a datos de jugadores la creación de perfiles dentro del propio servicio. A veces Internet se desconecta al jugar online.
Desde la NSA defienden este tipo de actuaciones
Y resaltan además que se trata de algo necesario y que gracias a esto se ha conseguido detener a varios terroristas internacionales relacionados con la cúpula de Al-Qaeda, hackers chinos y otros delincuentes con cierta importancia.
Sin embargo, parece complicado hacer cambiar los pensamientos de los usuarios sobre este tipo de acciones, viendo como culpable principal a las compañías.
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