Cuando navegamos por Internet, algo que vemos constantemente es WWW. Aparece antes del nombre de dominio que estamos poniendo, como puede ser RedesZone. Es un prefijo que sirve para indicar que nos estamos conectando a un servidor web y no a otro tipo, como podría ser FTP o MAIL. Ahora bien, lo cierto es que en los últimos años los navegadores ya identifican las páginas web sin tener que poner ese prefijo. Pero, ¿Por qué a veces vemos WWW2? No es muy común, pero existe. Vamos a explicar en qué consiste.
Por qué aparece WWW2
Esto es algo que puede aparecer en el navegador cuando entramos en un sitio web. Donde debería aparecer las siglas de World Wide Web, WWW, nos muestra WWW2. Puede ser desconcertante e incluso hacer dudar de si realmente hemos puesto bien la URL o incluso si esa página es segura o puede ser una amenaza.
Hay que tener en cuenta que no solo nos encontramos con WWW2, sino que a veces aparece WWW3, WWW4, etc. Hay varias razones por las que puede ocurrir esto. Una razón común es que el servidor al que estamos intentando acceder, el principal, está caído y no funciona bien. Lo que hace es reenviarnos directamente a una copia de seguridad.
Otro motivo es que haya mucha carga en ese servidor y el balanceador de carga esté repartiendo el tráfico entre dos o más servidores para que funcione bien. De esta forma, automáticamente nos deriva a WWW2 en vez de mostrarnos que la página no puede abrirse en ese momento. El contenido del sitio, eso sí, sería el mismo.
¿Cuándo ocurre esto? Hay servicios que utilizan varios servidores funcionando en paralelo al mismo tiempo. Por ejemplo bancos, la Agencia Tributaria o cualquier gran página web que, en un momento dado, pueda tener muchos usuarios. Si aparecen problemas para poder acceder al servidor principal, derivan al usuario a otra copia.
No podemos entrar en WWW2 directamente
Quizás te estés preguntando si puedes entrar directamente a una página con el prefijo WWW2. Por ejemplo, en ocasiones en las que el sitio principal no funcione bien y creas que puede ir más rápido al estar más vacío. Pero lo cierto es que esto no es posible. Al menos, no es lo habitual.
Si entras en una página web con el prefijo WWW2, WWW3 o el que sea, lo normal es que el balanceador de carga te reenvíe directamente al servidor principal WWW. No podrías acceder a este tipo de subdominios directamente.
Opción en desuso
Esto que explicamos ha sido una vía de salvación para muchas páginas web durante muchos años. Una manera de derivar usuarios a un servidor paralelo y así evitar problemas en la carga, algo que podría dejar sin servicio durante unas horas o durante el tiempo en el que hubiera un pico de usuarios.
Sin embargo esto hoy en día está en desuso. En la actualidad existen otras técnicas más sofisticadas para balancear la carga de un servidor, por lo que aunque nos encontremos en un subdominio o servidor de balanceo, nos aparecerá siempre WWW. Además, los servidores tienen mayor capacidad.
¿Son peligrosas las webs WWW2 o WWW3?
Muchos usuarios, cuando se encuentran con el prefijo WWW2 o WWW3, lo ven como algo extraño y dudan de si realmente es fiable o no. Lo cierto es que hay muchas estafas por Internet y puede que terminen en el sitio del banco y le muestre ese prefijo, por ejemplo, y haga dudar.
Ahora bien, encontrarnos con el prefijo WWW2 no significa peligro. Como hemos explicado, es simplemente una técnica que utilizan para que los servidores puedan tener capacidad suficiente. Una manera de repartir la carga de todo el tráfico que entra en ese banco o en el servicio que sea.
Por tanto, si en algún momento te encuentras con el prefijo WWW2, WWW3 o cualquier otro en vez del típico WWW, no pienses que se trata de una estafa. Eso sí, siempre conviene revisar que el resto de la URL sea el verdadero y que no haya nada raro. Además, como hemos visto no es normal que podamos entrar directamente a un sitio web con este tipo de prefijos.
Consejos para identificar una web falsa
Aunque WWW2 no significa que la página sea peligrosa, vamos a dar algunos consejos generales para identificar un sitio web que pueda ser falso. Esto podría provocar ataques Phishing que roben nuestras contraseñas y hacer que los sistemas funcionen mal, poniendo en riesgo la seguridad y privacidad.
Revisar bien la URL
Lo primero y más básico es revisar muy bien la URL a la que estamos entrando. Simplemente con observar el nombre del dominio ya podemos detectar muchas amenazas. En ocasiones los piratas informáticos cambian una letra, un número o añaden algo para crear una web totalmente distinta y robar así datos.
También es interesante observar si ese sitio tiene cifrado o no. Es lo que podemos ver con el típico HTTPS que aparece justo antes del dominio. Navegar por páginas HTTP es inseguro, ya que podríamos sufrir ataques Man-in-the-Middle que roben las contraseñas y todo lo que enviamos.
Ver el contenido del sitio
Otro punto a tener en cuenta es el propio contenido de ese sitio. Debemos ver muy bien el aspecto general de la página, observar los textos, el menú, las imágenes… Todo esto nos ayudará a reconocer si estamos realmente en la página original o nos encontramos en un sitio que ha sido creado como falsificación.
Por ejemplo, podemos analizar si lo que vemos tiene relación real con la temática de la página web. En ocasiones los piratas informáticos modifican el contenido de una página web y la llenan de enlaces Phishing y archivos maliciosos. Podemos analizar todo esto de forma visual y detectar posibles anomalías.
Usar algún servicio online
También podemos utilizar alguno de los diferentes servicios online gratuitos que analizan la URL de una página web y nos indican si es fiable o no. Un ejemplo es URLVoid. Únicamente tenemos que pegar la dirección de esa página y, automáticamente, comienza a escanear la URL en busca de algún peligro.
También podemos utilizar un clásico como es VirusTotal. Cuenta con una base de datos muy amplia, donde registra páginas web que se consideran inseguras, por ejemplo por tener Phishing o archivos maliciosos, y nos lanza un aviso para que no entremos. Esto evitará que nuestro equipo se vea infectado.
Tipos de páginas WWW
Al hablar de las páginas WWW, debemos diferenciar los tipos que nos podemos encontrar en este conjunto. Cada uno de ellos cuenta con su propia finalidad y características únicas. Y en primer lugar tenemos a las páginas web estáticas, las cuales son las más básicas de todas. Estas son fijas, y muestran la misma información a todos y cada uno de los usuarios que acceden a ella. Se crean mediante la utilización de HTML y CSS, con información que no cambia. A no ser que sea modificado el código fuente de forma manual. Estas son perfectas para lugares que no necesitan ser actualizados, como pueden ser los blogs personales, o páginas destinadas a negocios locales.
Por otro lado, tenemos las dinámicas. Estas son más versátiles, ofreciendo una experiencia más interactiva. Para ello dan uso de otros lenguajes de programación del lado del servidor. Entre otros, nos encontramos a PHP o ASP.NET para poder general contenido en tiempo real. Esto hace que la página pueda cambiar, y, sobre todo, se pueda adaptar a cada usuario que accede. Pero va mucho más allá, ya que podremos adaptarla a la hora del día, la ubicación geográfica, publicada, entre otras muchas más opciones. Estas son más recomendadas para las redes sociales, plataformas de noticias, o tiendas online.
También nos podemos encontrar con webs de una sola página. Estos lugares consisten en tan solo una página en HTML larga. Aquí los usuarios podrán desplazarse hacia abajo, pudiendo así acceder a otras secciones en lugar de navegar por múltiples páginas. A pesar de que es más limitada en cuanto a estructura, pueden ofrecer una experiencia de usuario más fluida e intuitiva en muchos casos. Algunos de los usos ideales que se les pueden dar, son los portafolios, currículums, o para proporcionar algún valor añadido a otra página web.
En definitiva, si te encuentras con el prefijo WWW2 debes saber que no es peligroso. Es algo que, aunque cada vez más en desuso, sirve para descongestionar servidores y dividir la carga. Hemos explicado también algunos consejos de seguridad para detectar cuándo una página web sí que puede ser peligrosa.