Regla de los 10 centímetros: por qué es tan importante para que tu router funcione bien
Cuidar el router es muy importante para no tener problemas con la conexión. Es esencial que el aparato esté en perfectas condiciones, para lograr una buena velocidad, estabilidad y poder conectar muchos dispositivos al mismo tiempo. Te vamos a hablar de la regla de los 10 centímetros. Vamos a explicarte por qué puede hacer que tu Internet vaya mejor y reducir el riesgo de sufrir complicaciones.
Generalmente, cuando el router va mal lo puedes notar al intentar navegar con tus dispositivos. Puedes ver que la velocidad no te permite acceder a ciertos servicios, como puede ser ver contenido en Streaming, descargar, etc. También podrías notar cortes continuos, tener que reiniciar el aparato o no poder usar el Wi-Fi.
Qué es la regla de los 10 centímetros
Pero, ¿qué es exactamente esto de la regla de los 10 centímetros? Básicamente, es la distancia a la que debes alejar el aparato de otras cosas que puedan afectar a la señal. Ya hemos hablado en algunas ocasiones de la importancia de ubicar muy bien el router, para que no haya problemas de ningún tipo. Por ejemplo, deberías alejar el router 10 centímetros de la pared, de un mueble o cualquier objeto similar. Cuidado con los adornos, por ejemplo. Hay cosas que, aunque parezcan inofensivas, realmente pueden estar lastrando mucho la conectividad inalámbrica y generando problemas al conectar los aparatos.
Una vez que el router esté a unos 10 cm de cualquier obstáculo, le afectará mucho menos a la red Wi-Fi, aunque también dependerá mucho del tipo de materiales que tenga, porque lo que más afecta es el cristal y los espejos.
También deberías mantener esos 10 centímetros, como mínimo, con otros aparatos eléctricos. Puede ser una televisión, un ordenador o cualquier otra cosa. Siempre que puedas, asegúrate de que hay una distancia prudencial y reduce así posibles complicaciones que puedan no solo afectar a la conexión a corto plazo, sino también a la vida útil del dispositivo.
Por qué es útil
¿Cómo te ayuda exactamente tener el router alejado 10 centímetros de otras cosas? Por ejemplo, de las paredes y muros, además de otros obstáculos similares, va a ayudar a que la señal no disminuya tanto. Es cierto que igualmente pueden afectar, aunque estén más lejos, pero conviene que lo alejes todo lo que puedas. Principalmente, sí lo vas a notar si hay materiales que puedan afectar directamente a la red inalámbrica. Por ejemplo, podrías tener un adorno metálico, una plancha de hierro o cualquier cosa similar. Esto va a afectar a la conexión, por lo que te recomendamos que alejes estos materiales siempre que sea posible.
Respecto a alejarlo de dispositivos electrónicos, ten en cuenta que pueden generar interferencias. Por ejemplo, si tienes tu router cerca de aparatos que usen Bluetooth, al funcionar en la frecuencia de los 2,4 GHz, podrían generar problemas. Lo mismo con un microondas o un teléfono inalámbrico. Es crítico que tengamos las menos interferencias posibles en la banda de 2.4GHz, porque es la que se usa mayoritariamente por parte de los dispositivos de domótica, en el caso de que haya interferencias, podríamos notar cortes en la conexión, una alta latencia cada vez que enviamos una orden, e incluso imposibilidad de conectarnos a la red inalámbrica.
Además, cualquier aparato puede generar calor. Lo mismo puede ocurrir con una pared, que no deje refrigerarse correctamente al router. Si lo pones junto a la televisión, por ejemplo, podría aumentar la temperatura del aparato y que eso provoque fallos. Es algo que puedes notar, especialmente, en los meses de verano al hacer más calor. Los routers normalmente disponen de refrigeración pasiva, y hay veces que pueden llegar a alcanzar los 60ºC en su procesador, e incluso más, por lo que es crítico que lo coloques en un sitio bien ventilado. Hay modelos de ASUS y NETGEAR de gama alta que disponen de un pequeño ventilador, para refrigerar mucho mejor el procesador, pero no es lo habitual.
Por tanto, te recomendamos que intentes alejar siempre tu router, al menos, 10 centímetros de cualquier cosa. Aplícalo a una pared, mueble, adorno, otros aparatos… Todo puede afectar y conviene que tomes medidas de precaución. Si puedes alejarlo algo más, llegando hasta los 15 centímetros, mucho mejor, tanto para la cobertura Wi-Fi como también para refrigerar mejor aún el router.