¿Te imaginas poder trabajar en documentos colaborativos sin tener que ceder el control de tu información a empresas extranjeras? Hoy te traigo una herramienta que lo hace posible. Si valoras la privacidad, la transparencia y la libertad digital, lo que estás a punto de leer te interesa (y mucho). Cada vez que abro Google Docs o Notion, me hago la misma pregunta: «¿Dónde está realmente mi información?» Lo cierto es que estamos tan acostumbrados a usar estas plataformas, que olvidamos que nuestros datos acaban, casi siempre, en servidores que no controlamos. Pero ahora ha nacido una alternativa diferente. Se llama Docs y no solo es libre y de código abierto, sino que pone el almacenamiento de datos en manos de quien los genera.
Si eres un usuario que valora tu privacidad por encima de todo, entonces debes probar esta alternativa al popular Google Docs que todos hemos usado alguna vez, o que usamos a diario.
Una plataforma pensada para que mandes tú
Lo que más me ha llamado la atención de Docs es que no ha sido creada por una startup estadounidense, sino por los gobiernos de Francia y Alemania. Sí, has leído bien. Este editor de texto colaborativo forma parte de La Suite numérique, una iniciativa pública que busca ofrecer alternativas digitales bajo control europeo.
¿Y en qué se traduce eso en la práctica? Pues, por ejemplo, en que puedes instalar Docs en tu propio servidor o usar uno dentro del territorio europeo. Esto garantiza que tu información no quede sujeta a leyes extranjeras, como la polémica Ley CLOUD de Estados Unidos, que permite a ese país acceder a datos aunque estén fuera de su territorio.
La herramienta permite trabajar en equipo con edición en tiempo real, exportar documentos a .doc, .odt o PDF, y ofrece modos offline, atajos de teclado y compatibilidad con Markdown. Además, los permisos son personalizables, lo que te da control absoluto sobre quién ve o edita qué.
Más allá de Notion y Google Docs
El gran cambio no está solo en la apariencia o las funciones (que, por cierto, cumplen de sobra), sino en el modelo de soberanía digital que plantea. Mientras otras plataformas almacenan tus documentos en la nube que ellos eligen, Docs te da el poder de decidir dónde van tus datos. Y eso, hoy en día, no es poca cosa.
Además, al ser de código abierto y estar disponible en GitHub con licencia MIT, cualquier empresa o institución puede modificarlo, adaptarlo o mejorarlo. Esto significa que no estás atado a un proveedor ni dependes de las decisiones de una empresa externa. Puedes crear tu propio ecosistema a partir de Docs, con todas las garantías legales y técnicas que exige, por ejemplo, el RGPD europeo.
En un momento en el que cada vez más instituciones públicas migran a software libre (como el caso del estado alemán de Schleswig-Holstein, que ha sustituido Microsoft Office por LibreOffice en 30.000 equipos), está claro que el cambio de mentalidad ya ha empezado.
¿Merece la pena probar Docs?
Después de haberlo utilizado, te digo lo que pienso: sí, totalmente. Especialmente si trabajas en entornos donde la privacidad, el cumplimiento normativo o la independencia tecnológica son prioritarios. Es intuitivo, rápido y, aunque aún está en evolución, ya ofrece todo lo necesario para gestionar documentos sin depender de gigantes tecnológicos.
Y si te animas a ir más allá, puedes desplegarlo en tu propia infraestructura o contribuir al desarrollo del proyecto. Eso es lo bonito del software libre: no eres un simple usuario, puedes ser parte del futuro digital que quieres ver.