El correo electrónico es uno de los medios de comunicación más utilizados cada día. Puedes crearte una cuenta con múltiples proveedores, pero en algún momento es posible que te interese cambiarlo. Te vamos a hablar de ello. Vamos a explicarte algunas señales que pueden indicar que ya es hora de que cambies tu dirección de e-mail y empieces a utilizar otra distinta para tu día a día.
Ten en cuenta que es común tener varias direcciones de correo electrónico, pero siempre hay una que es la que usamos más frecuentemente. Es la que darás cuando tengas que rellenar algún documento, para dar el contacto a algún amigo, registrarte en alguna página web o plataforma, etc. Podemos decir que ese sería el principal.
Cuándo cambiar el correo
Hay determinadas circunstancias que pueden empujarte a cambiar tu dirección de correo. Puede ser por seguridad, porque es una dirección que creaste hace mucho tiempo y ya no interesa, porque has cambiado profesionalmente… Vas a ver que hay determinadas señales que pueden indicarte que es hora de cambiar.
Recibes demasiado Spam
Una de esas señales es si recibes demasiado Spam en tu cuenta de correo. Esto puede ocurrir si estás utilizando una dirección antigua, que llevas usando muchos años, y es posible que te hayas registrado en muchas plataformas, haya habido filtraciones y, en definitiva, tu dirección esté muy presente en Internet.
Recibir correos basura no solo es molesto, sino que puede llegar a ser un peligro. En muchos casos, son también un ataque Phishing con el que van a intentar robar tu contraseña. Es esencial estar protegidos y una buena idea puede ser cambiar la dirección principal y empezar a usar otra distinta.
Es difícil de memorizar o entender
También podría ocurrir que tengas una dirección de correo que sea complicada de memorizar cuando se la dices a alguien o incluso que pueda ser difícil de entender. Esto ocurre si utilizas un nombre extraño, una combinación de palabras y letras sueltas sin mucho sentido o que puede dar lugar a confusión.
Si quieres facilitar la tarea de poder decir tu e-mail, así como poder ser más sencillo de entender si tienes que escribirlo a mano, lo ideal es que uses uno que tenga palabras sencillas, con algunos números si fuera necesario.
El nombre ya no te representa
Esto es un clásico. Puede que te crearas ese e-mail hace 20 años y sigas con la misma dirección. En ese momento, tal vez pusiste algún pseudónimo que te gustaba o que te identificaba en esa época. Una buena opción para dar la dirección a amigos o familiares, que serían los que, en esa época, contactaban contigo.
Sin embargo, con el paso del tiempo es posible que esa dirección la utilices en tu trabajo, en registros de Internet o lugares en los que te interese tener otra cuenta más formal, que te represente mejor actualmente.
Quieres orientarlo profesionalmente
Algo similar al punto anterior, es querer orientar esa dirección profesionalmente. Tal vez quieras poner tu nombre y alguna palabra que se relacione mejor con tu profesión o negocio. Puede ser otro buen momento para decidir cambiar tu dirección principal, especialmente si la tienes hace mucho tiempo.
No obstante, siempre podrías crear una nueva dirección exclusiva para el uso profesional, al tiempo que mantienes o creas otra nueva para tu día a día y uso personal.
Tiene características limitadas
En este caso, más que cambiar de dirección únicamente, lo que tendrías que cambiar es de proveedor. Es posible que estés utilizando alguno desde hace muchos años y tenga características limitadas y necesites otras con las que no cuenta. Una buena idea es cambiar a otro servicio que pueda ser más completo.
Existen muchos servicios para crear correos. Puedes generar e-mails anónimos o bien usar uno con tus datos reales, para usar siempre en tu día a día.
En definitiva, estas son algunas señales para que te replantees cambiar tu correo electrónico y empezar a usar otro distinto. Hay motivos de seguridad, pero también por ser más prácticos.