Trabajar en remoto es algo que está muy presente hoy en día. Hay muchos trabajos que permiten desempeñar las funciones desde casa o desde cualquier lugar, ya sea el 100% del tiempo o varios días a la semana. Pero esto tiene también sus riesgos, como vamos a explicar. Es importante tener en cuenta algunos consejos para evitar que se filtre información o pueda haber problemas con datos, tanto personales como del trabajo. Vamos a mostrarte cuáles son los errores más comunes que te ponen en riesgo si trabajas en remoto.
Esto es especialmente útil para nómadas digitales o personas que no siempre trabajan desde un mismo lugar. Ahí el riesgo puede ser mayor y eso hace que debamos tomar más precauciones. No obstante, existen muchas herramientas que podemos usar para trabajar remotamente y no tener problemas.
Fallos comunes en el trabajo en remoto
Cometer errores a la hora de trabajar en remoto puede dar lugar a que los piratas informáticos cuelen algún virus, tomen el control del dispositivo o pongan en peligro la privacidad. Esto hace que debamos estar alerta en todo momento y seguir una guía de buenas prácticas en el día a día.
Tener los dispositivos desprotegidos
Un error común es trabajar en remoto sin prestar atención a los dispositivos. No debes tener el ordenador desprotegido, el móvil o cualquier dispositivo que utilices para trabajar. Es fundamental contar con un buen antivirus, que permita detectar amenazas en forma de malware, troyanos, etc. Hay muchas opciones, como pueden ser Microsoft Defender, Avast, Bitdefender… Simplemente tienes que elegir una de garantías, que te ayude a estar más protegido.
Además, conviene que tengas siempre todo actualizado. Esto te ayudará a corregir vulnerabilidades que puedan explotar los ciberdelincuentes. Instalar las últimas versiones del sistema operativo o de cualquier programa que uses, es clave. Eso sí, actualiza siempre desde fuentes oficiales; una estafa común es encontrarnos con supuestas actualizaciones que en realidad son un fraude.
Mezclar trabajo y vida personal
Tal vez tengas ciertos programas, carpetas o archivos que son exclusivos del trabajo. Si utilizas el mismo ordenador para trabajar y tu vida privada, podrías tener problemas. Hay más riesgo de que mezcles cosas, que algún archivo termine donde no debe o que directamente el equipo deje de funcionar bien. Es importante que tengas cuidado con esto, ya que no solo podría afectarte a ti, sino a la empresa para la que trabajas. Por ejemplo, evita que se filtre información y que un atacante pueda obtener datos de tu organización sin que te des cuenta.
Para solucionar este problema tenemos dos posibles opciones, cada una de estas opciones tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles:
- Tener un PC dedicado: podemos tener un ordenador dedicado exclusivamente para el trabajo desde casa. Hoy en día la mayoría de las empresas proporcionan a sus trabajadores un PC dedicado para el trabajo, el cual ya está correctamente protegido ya que usará algún tipo de VPN para conectarse a la organización. En este ordenador no debemos iniciar sesión nunca con nuestras cuentas personales, es solamente trabajo. Lo malo de esto es que, si quieres mirar brevemente algo personal, tendrás que usar tu ordenador de casa y no el del trabajo, pero esto es mucho mejor que sufrir un problema de seguridad que ponga en riesgo tus datos y también los de la empresa.
- Tener dos cuentas de usuario en el mismo PC: si la empresa no te proporciona un ordenador para el trabajo, podrás usar el tuyo, pero previamente deberías hacer algunos ajustes. Es muy recomendable crear un nuevo usuario en tu PC con el nombre de la empresa para la que trabajas, y tener en este perfil todos los programadas y documentos que necesites para trabajar, de tal forma que no «mezcles» lo personal con lo profesional.
Con estas dos recomendaciones, podéis añadir una capa más de seguridad a todo lo que hacéis, para que ni vosotros ni la empresa sufra problemas de seguridad y/o privacidad.
No preocuparse por las redes Wi-Fi públicas
Otro fallo importante es no tener cuidado con las redes Wi-Fi públicas. Si trabajas en remoto, es posible que en alguna ocasión lo hagas desde una cafetería, estación, aeropuerto… Esas redes pueden ser un peligro. Puede que haya piratas informáticos detrás y roben tus datos personales o contraseñas. Para evitar problemas, lo que puedes hacer es utilizar una VPN. Este tipo de aplicación cifra la conexión, por lo que todo lo que envías pasa en una especie de túnel. En caso de que haya algún intruso, no podría ver qué estás haciendo. Hay opciones tanto gratuitas como de pago. Si vas a instalar una VPN para trabajar en redes públicas, revisa bien algunos aspectos como la cantidad de servidores o el tipo de cifrado que utiliza. El objetivo es usar un programa que no afecte mucho a la velocidad, pero al mismo tiempo mantener la seguridad y que no haya ningún problema.
Actualmente existen dos servicios de VPN gratis que son muy recomendables. La primera es WARP de Cloudflare y también la VPN de Google One, ambos servicios de VPN nos permitirán cifrar la conexión desde nuestro PC hasta los servidores de Cloudflare y Google respectivamente, añadiendo una capa de seguridad muy importante para evitar robo de datos en tránsito si nos hacen algún tipo de ataque. Estos dos servicios disponen de programas para todos los sistemas operativos y también aplicaciones para Android y iOS. Un aspecto muy importante es que no permite evadir bloqueos regionales, es decir, la VPN se conectará a servidores del mismo país donde te encuentres.
No crear copias de seguridad
Esto es algo que debes evitar, ya que en caso de que sufras algún ataque informático perderías los archivos. Si creas una copia de seguridad de toda la información, tendrás siempre un respaldo y podrás evitar la pérdida de datos si, por ejemplo, te cuelan un ransomware que cifre tu sistema.
Nuestro consejo es que siempre realices copias de seguridad. A ser posible, ten todo en al menos dos lugares diferentes. Puedes crear una copia en un disco duro físico, pero también mantener toda esa información en la nube. En el caso de la nube, es clave que uses servicios de garantías. De nada sirve tener los archivos en alguna plataforma que no sea fiable, ya que en cualquier momento los podrías perder y quedarte sin ese respaldo.
Dejar las cuentas sin la máxima protección
Las cuentas que uses en tu día a día, especialmente las del trabajo, deben estar protegidas correctamente. Jamás dejes una cuenta con una mala contraseña o con alguna vulnerabilidad sin corregir. Eso puede poner en serio peligro toda la información que tengas almacenada y que cualquiera pueda acceder a ella.
La contraseña es fundamental, pero también deberías habilitar la autenticación en dos pasos, siempre que sea posible. Esto aporta una protección extra, ya que crea una capa de seguridad adicional para evitar intrusos. Además, proteger la cuenta también es cambiar esa clave de vez en cuando. No significa que tengas que cambiar cada día de contraseña, pero sí cada cierto tiempo para refrescar esa seguridad y evitar ataques de fuerza bruta.
Como ves, es importante que evites cometer ciertos fallos a la hora de trabajar en remoto. El objetivo es lograr que las cuentas estén protegidas, preservar siempre los datos y no tener problemas que puedan poner en riesgo tu información personal y también la laboral al conectarte a Internet.