La tarjeta de red es algo fundamental para conectar nuestros dispositivos a Internet. Cada uno de los ordenadores, móviles o cualquier dispositivo con acceso a la red van a tener una. Es muy común que los ordenadores tengan dos. Incluso podemos instalar una externa, más allá de la que venga incorporada en la placa base. No obstante, a veces resulta necesario cambiarla. De esta forma podemos lograr una mejora en cuanto a velocidad y calidad de la conexión. En este artículo vamos a ver qué tener en cuenta al comprar una tarjeta de red.
Refrigeración pasiva o ventilador
Para aquellos usuarios más exigentes que vayan a instalar la tarjeta de red en servidores o equipos informáticos donde van a aprovechar al máximo los recursos, es interesante contar con refrigeración. Puede ser pasiva o contar con un ventilador. Si queremos que no haga ruido, sin duda la primera opción es la mejor.
De esta forma, a través de disipadores, podemos evitar tener que hacer uso de ventiladores que provoquen ruido. Además, así la tarjeta de red funcionará a su máximo rendimiento sin problemas de sobrecalentamientos. Una medida muy importante de cara a evitar los molesetos cortes de Internet y tener pérdida de velocidad constantemente.