Hay muchos factores que influyen en el buen funcionamiento de nuestra conexión de Internet. Hay que tener en cuenta la importancia de contar con un buen equipo, router, cableado… Pero también va a influir la configuración que tengamos y todo lo relacionado a nivel de software. Uno de los puntos fundamentales son los servidores DNS. En este artículo vamos a hablar de cómo utilizar los de Google y por qué puede ser interesante cambiar los que tenemos en nuestro sistema.
Qué son los DNS
Los DNS son el sistema de nombres de dominio. Básicamente lo que hace es asociar la información que introducimos con nombres de dominio que están asignados. Una especie de traductor de direcciones IP en nombres de páginas web que podamos recordar e introducir en nuestro navegador.
Son muy importantes ya que permiten que no tengamos que recordar números para cada página que visitemos. No tendríamos que poner la dirección IP correspondiente a cada uno de ellos para entrar en un sitio. Simplemente ponemos el nombre correspondiente, como por ejemplo RedesZone, y accedemos a la página.
Los servidores DNS se encargan de convertir ese nombre, como sería RedesZone, en la dirección IP correspondiente para poder entrar en el sitio web. Ahora bien, para que este proceso se produzca adecuadamente tenemos que contar con servidores actualizados, capacitados adecuadamente y que sean veloces. De lo contrario podríamos tener problemas.
Por tanto, podemos decir que los servidores DNS forman parte de nuestro día a día en Internet y son fundamentales para navegar. Sin embargo vamos a tener diferentes opciones y podemos cambiarlos fácilmente en Windows y otros sistemas operativos.