Uno de los aspectos clave para cualquier red Wi-Fi es el nombre. Es lo que permite diferenciarla frente a otras que haya disponibles. Sin embargo hay que tener en cuenta algunos puntos importantes para evitar problemas. Especialmente hay que evitar cometer errores que muchas veces están presentes y que podrían comprometer la seguridad.
Cómo cambiar el nombre del Wi-Fi
Hemos visto por qué debemos cambiar el nombre de la red Wi-Fi y cuál deberíamos utilizar. Ahora vamos a pasar a explica cómo podemos cambiar el nombre. Hay que tener en cuenta que esto es algo que puede variar según el modelo que estemos utilizando, pero en la mayoría de casos va a ser similar.
La forma más común de cambiar el nombre de la red Wi-Fi es acceder al router a través de la puerta de enlace predeterminada. Si no sabemos cuál es podemos averiguarla de una forma muy sencilla. Simplemente hay que ir a Inicio, escribimos CMD y lo abrimos. Allí ejecutaremos el comando ipconfig. Entre otras cosas nos dará información sobre cuál es la puerta de enlace predeterminada. Normalmente suele ser 192.168.1.1.
Una vez conozcamos cuál es esa puerta de enlace, tenemos que pegarla en la barra del navegador. Nos solicitarán el nombre y contraseña. Este punto es importante también, ya que si no hemos cambiado el que viene con el router es muy aconsejable hacerlo. Normalmente suelen ser datos del tipo 1234, admin123 y similares. Podemos verlo en el propio aparato, generalmente en una pegatina, o buscar el modelo por Internet.
Ahora ya estaremos dentro del router. Aquí es donde cambiará de un modelo a otro. En algunos casos nos encontraremos con la posibilidad de cambiar el nombre en la primera pantalla que nos muestra, como ocurre por ejemplo en el router HGU que suele instalar Movistar. En otras, en cambio, habrá que ir a Wi-Fi/Wireless y allí encontrar el apartado para cambiarlo. No obstante, es un proceso intuitivo y no es complicado.
En definitiva, cambiar el nombre de la red Wi-Fi es un proceso muy importante. No debemos dejar el que nos viene de fábrica, ya que podría suponer un riesgo para nuestra seguridad y privacidad. Conviene elegir bien qué poner. Como has podido ver, los pasos son muy sencillos, aunque puede variar en función del modelo que utilices.