Cada vez son más los equipos que tenemos conectados a Internet. Hoy en día nuestros hogares están más conectados que nunca y la tendencia a corto y medio plazo es que aumente considerablemente. Es lo que conocemos como el Internet de las Cosas. Sin embargo esto también supone un riesgo para nuestra seguridad y privacidad. Por ello en este artículo vamos a dar una serie de consejos para proteger nuestros dispositivos IoT. Vamos a explicar qué podemos hacer para protegerlos y evitar problemas.
El auge de los dispositivos IoT
Es una realidad que tenemos cada vez más dispositivos conectados a la red en nuestros hogares. No hablamos solo de móviles y ordenadores, sino de lo que se conoce como dispositivos del Internet de las Cosas. Televisiones, bombillas, reproductores de vídeo… Todo aquello que tenemos en nuestro hogar con conexión a la red.
Las posibilidades que ofrecen son muy amplias. Nos facilitan el día a día en muchos aspectos y nos permiten vivir más interconectados. El problema es que todo esto hace que también sean objetivo de los piratas informáticos. A fin de cuentas atacan aquello que cuenta con más usuarios y donde pueden tener más posibilidades de éxito.
Cómo proteger los dispositivos IoT
Cambiar valores de fábrica
Lo primero y más importante nada más comprar un dispositivo IoT es cambiar los valores que vienen de fábrica. Nos referimos a los nombres de acceso para iniciar sesión, por ejemplo, así como a las claves. Normalmente estos aparatos suelen venir con una contraseña genérica y en ocasiones incluso abiertos.
Nuestro consejo es cambiar los valores de fábrica y siempre contar con contraseñas fuertes y complejas. Estas claves tienen que contener letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales. Por supuesto tienen que ser totalmente aleatorias y únicas.
Actualizar los dispositivos
Por supuesto hay que tener muy en cuenta la necesidad de actualizar los dispositivos. A veces pueden surgir vulnerabilidades que son aprovechadas por los piratas informáticos para desplegar sus ataques. Los propios fabricantes lanzan parches y actualizaciones de seguridad para corregir estos fallos.