En muchas ocasiones publicamos en Internet todo tipo de información que, aunque aparentemente no contenga información no deseada, va acompañada de una serie de metadatos que pueden comprometer nuestra seguridad si usuarios malintencionados quieren utilizarlos con fines maliciosos.
Estos metadatos pueden esconder, por ejemplo, la fecha y la hora de un mensaje, la aplicación desde la que ha sido enviado dicho mensaje o la ubicación desde donde lo hemos escrito, por ejemplo. Para esto último incluso existen aplicaciones como Creepy que nos permiten monitorizar un usuario o una lista de ellos y mostrar en un mapa la ubicación de sus mensajes, así como otro tipo de información sobre los mismos escondida entre los metadatos. Os recomendamos leer sobre Netblocks para mapear todo Internet.
Aunque no lo queramos, toda la información que enviamos por la red siempre contiene metadatos. Esto es desconocido por un gran número de usuarios, lo que implica que aunque uno piense que no está facilitando datos personales o privados en Internet, en muchas ocasiones esto no es así y con una correcta interpretación es posible que otros usuarios vean información que no debería ser visible por defecto.
¿Cómo evitar que otras personas obtengan información personal a través de los metadatos?
Aunque Creepy es una herramienta que vuelve a demostrar la importancia de que proteger la privacidad es tarea del usuario y que las empresas no hacen nada por evitarlo, es muy sencillo proteger manualmente nuestra privacidad y evitar que se envíen las coordenadas y otro tipo de información privada en nuestros mensajes, en las redes sociales, en las fotografías y en otro tipo de contenidos.
Las coordenadas GPS de nuestra ubicación es uno de los aspectos que más se incluyen en los mensajes que publicamos en Internet, la mayoría de las ocasiones sin quererlo. Para evitar que esto siga siendo así tenemos 2 opciones:
La primera de ellas es desactivar por completo el GPS de nuestro smartphone, de esta manera el dispositivo no tendría la posibilidad de ubicarnos mediante esta tecnología y los tweets no tendrían una ubicación concreta aunque de esta forma puede utilizar otras formas de ubicación (mediante triangulación de antenas o a través de una red Wi-Fi) para publicar nuestra información.
La segunda forma es ejecutar el cliente de la aplicación desde la que vamos a publicar el mensaje concreto en nuestro smartphone y desde el menú de configuración optar por deshabilitar la opción, si es que viene, de publicar nuestra ubicación junto al mensaje o foto que vamos a publicar.
Igualmente en muchas fotografías se almacena automáticamente la ubicación en lo que conocemos como «información EXIF» pudiendo suponer ello una violación grave de la privacidad ya que cualquier usuario podría saber en todo momento dónde estamos.
De esta manera evitaremos que terceras personas puedan seguir nuestra actividad mediante el análisis de los metadatos presentes en nuestros tweets y fotografías, aunque deberíamos revisar también el resto de aplicaciones que se conectan a Internet (Facebook, por poner un tercer ejemplo) y desmarcar en el menú de opciones todos los metadatos que no queremos que se publiquen en Internet.
¿Te gusta publicar la geolocalización y otro tipo de metadatos en la red o prefieres proteger tu privacidad?