Mi casa inteligente poco a poco va cobrando vida. Ha sido un duro camino hasta llegar a sentirme orgulloso de mi pequeño palacio automatizado. Y lo bueno es que, por el camino, he obtenido muchos aprendizajes y muy valiosos. Aquí te dejo los más reseñables para que, si estás en el proceso de hacer que de tu casa una Smart Home, o tienes pensado iniciarlo, sepas a lo que atenerte.
Las casas inteligentes son la tendencia y parece que cada vez hay más. Pero detrás del marketing y los anuncios, de todos estos post que aquí también hacemos sobre las bondades de estas casas adaptadas al futuro y que te ayudan a ahorrar haciéndote la vida más fácil, hay un proceso arduo. Parece que se ve por fin el final del túnel, y puedo decir que ya he conseguido mi casa inteligente. Aquí te cuento todo lo que he aprendido en el proceso.
La iluminación inteligente marca la diferencia
Si hay algo que hace que una casa inteligente realmente luzca, es la iluminación inteligente. Instalar bombillas que puedes controlar desde el móvil o con tu voz cambia por completo la atmósfera de cualquier espacio. Pasar de luces fijas a regulables te permite ajustar la intensidad, el color, e incluso programar diferentes ambientes según el momento del día. Imagina cenar con luces cálidas o leer con una iluminación suave sin tener que levantarte para ajustar nada.
Un consejo práctico: si vas a invertir en bombillas inteligentes, asegúrate de que sean compatibles con el resto de tus dispositivos. En mi caso, combinar varias marcas fue un dolor de cabeza porque necesitaba distintas aplicaciones. Al final, decidí agruparlas en una sola app (Google Home en mi caso), y todo resultó mucho más fácil de gestionar.
Nunca subestimes la utilidad de los interruptores físicos
Sí, pedirle a tu asistente que apague las luces suena genial, pero cuando el Internet falla o el sistema no responde, te darás cuenta de lo útil que es tener interruptores físicos. Estos te permiten seguir manejando tus luces de manera tradicional cuando la tecnología no coopera. Además, para visitas o familiares menos familiarizados con el sistema, resulta mucho más sencillo poder encender y apagar luces con un simple clic en la pared.
Es una buena idea asegurarse de que los interruptores inteligentes tengan compatibilidad tanto con Wi-Fi como con Bluetooth. Así, aunque se caiga la red, la funcionalidad básica de tu casa no se verá comprometida.
Las cerraduras inteligentes y sistemas de seguridad, más un lujo que una necesidad
Cuando piensas en una casa inteligente, es fácil imaginar cerraduras que se controlan con el móvil y cámaras de seguridad que vigilan cada esquina. Aunque suena como algo indispensable, la realidad es que la seguridad inteligente no siempre es esencial. Las cerraduras tradicionales con códigos son una opción segura y práctica que muchas veces cubre nuestras necesidades sin necesidad de grandes gastos o configuraciones.
Si decides invertir en un sistema de seguridad inteligente, asegúrate de que incluya soporte técnico, ya que estos sistemas pueden requerir ajustes. Además, instalar cámaras de seguridad con buena resolución y un almacenamiento seguro en la nube puede ser una alternativa valiosa si te preocupan los robos o quieres vigilar desde fuera de casa.
Los hubs de automatización están mejorando, pero aún no son perfectos
Uno de los mayores retos al construir una casa inteligente es que cada dispositivo parece necesitar su propia app. Esto puede convertirse en un lío si no centralizas el control en un hub de automatización como Google Nest, Amazon Echo o Apple HomeKit. Aunque la tecnología sigue avanzando, todavía no existe un sistema universal que controle todos los dispositivos sin problemas. Por ejemplo, yo tengo que usar varias aplicaciones y, aunque Google Home ayuda a centralizar parte del control, no es una solución completa.
Si estás empezando, ten paciencia y elige los dispositivos que se integren fácilmente entre ellos. En un futuro, el estándar Matter podría facilitar la vida a todos, ya que promete unificar la compatibilidad entre diferentes dispositivos y marcas. Mientras tanto, lo mejor es buscar alternativas que ofrezcan soporte para la mayor cantidad de sistemas posibles.
Elige un asistente de voz principal y mantén la coherencia
Al construir una casa inteligente, uno de los primeros pasos es decidir qué asistente de voz será el “cerebro” de la operación. En mi caso, opté por Google Assistant debido a su versatilidad, pero elegir entre Alexa, Siri o Google depende mucho de tus preferencias y del ecosistema que tengas en casa. Lo importante es no mezclar varios asistentes, ya que podrías tener problemas de compatibilidad y acabar duplicando configuraciones sin mucho sentido.
Si tienes dispositivos Apple, probablemente HomeKit sea la mejor opción; si usas productos de Amazon, Alexa será tu mejor aliado. Esta elección será el pilar de tu casa inteligente y facilitará las cosas al conectar todos tus dispositivos.
Construir una casa inteligente requiere tiempo, paciencia y algo de ensayo y error, pero al final la satisfacción de tener un hogar donde la tecnología facilita la vida es increíble. Si tienes claro lo que quieres y te tomas el tiempo de investigar bien cada opción, podrás montar un sistema funcional y cómodo.