
Hoy en día parece que todo está conectado. Y aunque muchas veces desactivamos los permisos de ubicación pensando que estamos a salvo, la realidad es muy distinta. Algunas apps pueden seguir sabiendo dónde estamos, incluso cuando hemos dicho que no. En este artículo voy a contarte cómo consiguen hacerlo, por qué a veces ni siquiera necesitan el GPS, y qué puedes hacer para defenderte. Si alguna vez has sentido que tu móvil «sabe demasiado» de ti, esto te interesa.



































































