Tener una vivienda inteligente es algo cada vez más común. Resulta sencillo, ya que hay un amplio abanico de opciones disponibles. Puedes encontrar productos como bombillas, enchufes o sensores, por ejemplo. Sin embargo, elegir muy bien qué utilizar, va a ser clave. Te vamos a mostrar algunas señales que podrían indicar que ese dispositivo de domótica que planeas comprar, no es el adecuado.
El objetivo es que puedas elegir siempre dispositivos de garantías, que realmente cumplan con su función y no tengas ningún problema adicional. La domótica es un campo que está en continuo avance, por lo que conviene siempre elegir bien el producto que más te interese. Vamos a darte una serie de pautas clave.
Cuándo no comprar un aparato inteligente
Esto que vamos a explicar lo puedes aplicar a cualquier producto que vayas a comprar. Podría ser una bombilla, un altavoz inteligente, algún sensor de movimiento… Siempre conviene elegir muy bien qué adquirir y no cometer errores que puedan afectar negativamente al funcionamiento.
La seguridad no es buena
Un motivo claro es cuando la seguridad no es adecuada. Por ejemplo, puede pasar que ese dispositivo no reciba actualizaciones de forma periódica. También podría tener limitaciones a la hora de configurar una buena contraseña o aumentar la protección con medidas adicionales para evitar que controlen el aparato.
La seguridad es un factor que debes tener siempre en cuenta a la hora de comprar cualquier aparato, ya sea inteligente o no. Evitar que puedan acceder a tu red, por ejemplo, es clave para preservar tu privacidad y no tener problemas.
Problemas de compatibilidad
También debes tener en cuenta la compatibilidad de esos dispositivos que quieres comprar. ¿Los puedes vincular a plataformas que te interesan, como podría ser Alexa o Google Home? ¿Puedes utilizarlos con otros aparatos inteligentes que ya tengas en casa? Debes mirar bien esto, para no cometer el error de comprar un producto que no sea compatible con lo que necesitas.
Hay aparatos que necesitan un hub o concentrador para funcionar. Otros podrían no ser compatibles con la red Wi-Fi, por ejemplo. La conexión que utilice, también va a ser clave para que puedas elegir un aparato de garantías.
No tiene buenas valoraciones
Por supuesto, si ves que un dispositivo inteligente no tiene buenas valoraciones, es para plantearte si merece la pena o no comprarlo. Si ves que tiene muchos comentarios, y la mayoría son negativos, podría haber algo mal con ese producto. Siempre conviene comprar con varias fuentes.
Hoy en día, es muy fácil ver valoraciones y comentarios de otros clientes. También puedes leer informes independientes, de páginas especializadas que hayan probado ese producto y comenten si les ha ido bien o no.
El control remoto es limitado
¿Puedes acceder con facilidad a esos dispositivos inteligentes? La idea es poder encenderlo o apagarlo de forma remota, cambiar la configuración, acceder a información que pueda mostrar… No obstante, hay aparatos que van a tener un control remoto limitado, por lo que no vas a poder aprovecharlo correctamente.
Este factor es importante cuando hablamos de domótica. Especialmente, lo es en determinados aparatos que conviene controlar de forma remota sin problemas. Por ejemplo, podemos hablar de sensores de temperatura, para saber qué temperatura hace en casa y encender o no el aire acondicionado de forma remota.
Tecnología desfasada
La domótica avanza rápidamente y esto hace que aparezcan continuamente dispositivos y tecnologías novedosas. Si vas a comprar algún producto en concreto, deberías mirar muy bien qué tecnología utiliza y si puede quedar desfasada en poco tiempo. Tal vez te interese esperar un poco o comprar otro dispositivo más moderno.
El hecho de tener un equipo desfasado, puede suponer que no funcione correctamente al vincularlo con otros aparatos o poder acceder a ciertas funciones. Es clave revisar muy bien todo esto antes de realizar una compra.
En definitiva, cuidado a la hora de comprar aparatos de domótica. Es importante que lo elijas correctamente y tengas en cuenta lo que hemos explicado para no adquirir algo que pueda funcionar mal. Podrías apagar todas las luces de casa de golpe, por ejemplo, gracias a la domótica.