¿Realmente se amortiza la inversión para tener una casa inteligente? Esto debes saber

La domótica permite controlar aparatos de todo tipo en casa y ganar en comodidad. Es posible automatizar tareas o acceder de forma remota, por ejemplo. Sin embargo, también puede ser útil para gastar menos energía. Ahora bien, ¿realmente compensa? ¿Se amortiza la inversión en domótica? De ello vamos a hablar en este artículo. Como vas a ver, hay casos en los que sí, pero otros en los que no.
Aparatos inteligentes hay de muchos tipos, por lo que no será lo mismo una bombilla o un enchufe, que un gran electrodoméstico. El coste no es igual, pero tampoco las posibilidades de cara a ahorrar energía. También va a depender del uso, lógicamente. Cada vivienda es distinta, así como el uso que le vamos a dar.
¿Compensa la inversión en domótica?
Lo principal siempre va a ser tener dispositivos eficientes y saber exactamente cómo podemos aprovecharlos. A partir de ahí, el ahorro energético será mayor o menor, por lo que la amortización puede llegar antes o después, o incluso no llegar nunca.
Depende del dispositivo
Lo primero es que depende del dispositivo. Hay aparatos inteligentes que sí pueden aportar positivamente al ahorro de energía, mientras que otros no. Además, dentro de un mismo tipo de dispositivo, los hay más eficientes que otros. Un ejemplo claro son las bombillas. Si decides cambiar las luces de casa, y poner bombillas inteligentes, la inversión puede ser grande, en función de la cantidad de bombillas que compres.
Si esas bombillas son eficientes, si permiten automatizar el encendido y apagado correctamente, si puedes ajustar la luminosidad o el color, por ejemplo, tendrás más margen de ahorro. Por tanto, habrá dispositivos que sí te permitan ahorrar más, pero otros poco o nada.
A mayor uso, más ahorro
Ten en cuenta que, a mayor uso, más probabilidad de ahorrar. Si has comprado un enchufe inteligente para controlar la estufa de casa, por ejemplo, cuanto más lo uses, más ahorrarás. Si lo compras, te gastas 10€, por decir una cantidad, y lo usas dos veces al año, tardarás mucho en amortizarlo y, probablemente, nunca llegues a aprovecharlo.
En cambio, si ese mismo enchufe lo usas diariamente para encender y apagar la estufa, en vez de dejarla encendida durante horas sin motivo alguno, pues estarás ahorrando bastante y, en poco tiempo, habrás amortizado ese aparato. Lo mismo lo puedes aplicar con cualquier otro dispositivo inteligente.
Grandes electrodomésticos, más complicado
Hay que hacer mención especial a los grandes electrodomésticos. Con esto nos referimos a equipos que son muy costosos, como puede ser un horno inteligente, un lavavajillas o lavadora con Wi-Fi, etc. Son mucho más caros que, por ejemplo, comprar una bombilla, un enchufe o algún sensor de movimiento.
Sin embargo, es aquí donde también vas a tener más margen para ahorrar, en algunos casos. Es cierto que es complicado, ya que no todos permiten ahorrar como nos gustaría, pero en los casos en los que sí, podemos aprovecharlo. Por ejemplo, un lavavajillas inteligente puede adaptarse en función de las necesidades del momento y así consumir más o menos recurso.
Habrá electrodomésticos que realmente no aproveches. Por ejemplo, un horno inteligente. Va a ser más costoso que uno normal, pero es probable que no le saques partido, que no sepas aprovechar sus funciones inteligentes para ahorrar o que no las necesites. En ese caso, difícilmente vas a poder amortizarlo.
Algunos solo aportan comodidad
Pero la domótica puede ser simplemente ganar en comodidad. Tal vez compres dispositivos para el hogar que permitan controlarlos de forma remota, configurarlos para que se vinculen entre sí, etc. Vas a ahorrar tiempo, vas a poder automatizar tareas, pero no vas a ahorrar en la factura de la luz.
Por tanto, en estos casos esa amortización no va a existir o va a ser mínima y a largo plazo. Tendrás que replantearte si quieres hacer esa inversión, si tu objetivo solo es ahorrar en la factura de la luz.
En definitiva, utilizar los aparatos de domótica sí que puede ayudar a ahorrar energía en casa, pero la amortización no siempre es posible o no siempre es sencilla. Conviene analizar muy bien los aparatos y no precipitarse al comprarlos.