Tanto ChatGPT 4o como Gemini Advance dicen ser los mejores generadores de imágenes con IA del momento. Pero en la práctica, uno entiende lo que le pides y lo clava… mientras que el otro aún tropieza con detalles básicos como escribir bien. En este artículo comparo ambos cara a cara, con pruebas reales y ejemplos visuales, para ayudarte a decidir cuál usar según lo que necesites.
Las imágenes creadas por inteligencia artificial ya no son cosa del futuro. Hoy cualquiera puede escribir unas líneas y ver cómo una IA transforma esas palabras en ilustraciones, retratos o infografías. Pero ¿cuál lo hace mejor: ChatGPT 4o o Gemini Advance? En este post lo he probado por mí mismo, comparando ambos modelos con ejemplos reales. Y sí, hay un claro ganador, aunque también alguna sorpresa por el camino.
ChatGPT 4o: precisión, creatividad… y mucha paciencia
Durante los últimos días he estado enfrentando a ChatGPT 4o (de OpenAI) y Gemini Advance (de Google) en una serie de pruebas visuales. Desde escenas de anime hasta infografías educativas, pasando por carteles de estilo vintage o zapatillas futuristas. He comprobado no solo la calidad final de la imagen, sino qué tan bien entienden lo que pides, cómo manejan los detalles y si saben escribir bien dentro de las propias imágenes. Spoiler: no todas las IA saben poner un texto sin liarla.
Lo primero que noté al usar ChatGPT 4o fue su capacidad para generar imágenes con muchísimo detalle, seguía las instrucciones al pie de la letra y los resultados eran realmente sólidos. En las pruebas donde pedía texto dentro de la imagen —por ejemplo, una infografía con explicaciones— lo clavó. El texto era claro, legible y colocaba bien cada bloque.
Además, la coherencia entre imágenes es otro punto fuerte. Si le pides a ChatGPT que cree un personaje, puedes luego pedirle que lo dibuje en otra situación y lo hará manteniendo su estilo y rasgos. Ideal para historias visuales o cómics. También me sorprendió lo bien que funciona con estilos complejos como ilustraciones tipo Studio Ghibli o carteles retro de los años 50. En ese sentido, supera incluso a algunas herramientas especializadas como Midjourney o DALL·E.
Eso sí, no todo es perfecto: ChatGPT tarda más en generar una imagen, y si haces varias modificaciones, puede cambiar demasiado el resultado original. Lo compensa con calidad, pero tienes que ir con calma.
Gemini Advance: rapidez y edición, pero con más errores
Gemini, por su parte, va como un rayo. En menos de cinco segundos tienes tu imagen lista. Pero claro, la velocidad tiene un precio. El texto dentro de las imágenes suele estar mal escrito o desordenado, especialmente si le das muchas indicaciones. En un ejemplo, le pedí una carta de menú con varios platos y solo acertó con uno. El resto eran garabatos ininteligibles.
Donde sí destaca Gemini es en la edición de imágenes existentes. Si le das una foto y le pides que cambie el fondo, añada elementos o combine con otra, lo hace de forma bastante fluida. Incluso conserva mejor el estilo entre versiones cuando vas haciendo ajustes.
La sensación general es que Gemini se defiende bien si quieres resultados rápidos y no muy exigentes, pero si buscas algo más pulido, profesional o que implique creatividad visual, se queda corto.
Mi conclusión: ¿cuál elegir para generar imágenes?
Tras hacer muchas pruebas, me quedo con ChatGPT 4o sin dudarlo. Las imágenes son más fieles a lo que pides, los estilos están mejor logrados y el texto dentro de la imagen por fin se ve como debe verse. Para proyectos serios —como infografías, presentaciones, ilustraciones para redes o contenidos educativos— ChatGPT da la talla.
Gemini Advance todavía tiene camino por recorrer. Aunque es más ágil y útil para retoques rápidos o ideas simples, sufre cuando le exiges precisión o creatividad. Aun así, promete bastante para futuras versiones.
¿La mejor parte? Puedes probar ambas y decidir tú mismo. Pero si necesitas algo que parezca hecho por un diseñador real, no por una máquina con prisa… ya sabes con quién quedarte.