Hoy en día, casi todo lo que tenemos en casa se puede conectar a Internet. Desde el reloj que llevas en la muñeca hasta el frigorífico o el enchufe donde cargas el móvil. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar en lo fácil que puede ser hackear uno de estos dispositivos? En este artículo te cuento las 10 principales vulnerabilidades del IoT o dispositivos de domótica en el hogar, y qué puedes hacer desde ya para protegerte.
Cada vez usamos más aparatos inteligentes en casa. Televisores, cámaras, asistentes por voz, bombillas, altavoces… Todos conectados a la red. Pero esa comodidad también tiene un precio: estos dispositivos no siempre están bien protegidos, y eso los convierte en una puerta de entrada para los ciberdelincuentes.
Las principales vulnerabilidades del IoT
En RedesZone hemos recopilado las amenazas más comunes que afectan a los dispositivos conectados. No importa si es una cámara, un altavoz o un enchufe inteligente: todos tienen puntos débiles. Conocerlos es el primer paso para evitarlos.
- Poca potencia y seguridad: muchos dispositivos IoT tienen lo justo para funcionar, tienen poca memoria, poco procesador… y poca seguridad. No pueden ejecutar antivirus ni cortafuegos, así que si se cuelan, ni te enteras. Lo más peligroso es que sea un dispositivo de domótica de una marca poco conocida, estas no suelen tener buena seguridad a nivel de programación, y lo más habitual es que haya agujeros de seguridad importantes.
- Aplicaciones inseguras: algunos aparatos funcionan con apps que no se actualizan o que fueron creadas sin pensar en la seguridad. Una app antigua es una puerta abierta para que te espíen o roben datos. Si usas un fabricante extraño, seguramente su app también sea insegura, así que gástate más dinero a la hora de comprarlo y asegúrate de que se haya hecho pensando en la seguridad.
- Falta de cifrado: muchos dispositivos no cifran los datos que envían por internet. Es como enviar una carta sin sobre, cualquiera que intercepte la conexión puede leer lo que hay dentro. Lo más normal será que utilice HTTPS, sin embargo, dispositivos muy baratos no lo usarán.
- Contraseñas ridículas: ¿»admin», «1234» o «contraseña»? Son contraseñas por defecto que vienen en muchos dispositivos y que casi nadie cambia. Y claro, los atacantes lo saben y se aprovechan de esto para intentar entrar en dichos dispositivos.
- Nula o mala configuración del router: si no se ha configurado correctamente algo tan importante como el router, lo cierto es que puede acabar con una exposición directa de los dispositivos loT y de domótica en Internet que tengas por casa. Y todo porque no te has asegurado de algo tan básico como de comprobar los puertos del router, y es que si están abiertos, por ejemplo, puede hacer que los ciberatacantes tengan la puerta de entrada necesaria para llevar a cabo un ataque.
- Difícil saber si te han hackeado: la mayoría de aparatos IoT no te avisa si ha pasado algo raro. Funcionan como siempre, incluso si están siendo controlados desde fuera, aunque sí es cierto que podrás notar algunas «señales».
- Componentes desactualizados: muchos gadgets tienen sistemas operativos o chips antiguos. Y si no reciben actualizaciones, las vulnerabilidades nunca se corrigen. En estos casos, por desgracia, no queda otra que cambiar esos dispositivos.
- Mala gestión por parte del usuario: a veces, el problema no es el dispositivo, sino que no lo configuramos bien. Dejarlo sin actualizar, sin cambiar la contraseña o sin revisar la seguridad es como dejar la puerta de casa abierta.
- Configuración por defecto poco segura: muchos vienen preparados para funcionar de inmediato… pero con una configuración básica, sin medidas de protección. Y la mayoría de la gente ni se lo plantea.
- Actualizaciones inseguras: actualizar desde una red insegura o instalar una actualización maliciosa es más común de lo que parece. Un parche puede solucionar un fallo… o crear uno nuevo si no es oficial.
- Redes Wi-Fi vulnerables: Conectar tus dispositivos a una red Wi-Fi mal protegida es como meterlos en una piscina con tiburones. Un router mal configurado puede comprometer toda tu red. Los routers ASUS nos permiten crear una red de IoT completamente separada y aislada de la red principal, con el objetivo de que una vulnerabilidad en estos IoT no afecten a la red principal donde están los ordenadores u otros dispositivos como smartphones.
Como podéis ver, debemos comprar dispositivos de marcas conocidas para asegurarnos que tienen un mínimo de seguridad.
Consejos básicos para proteger tus dispositivos IoT
Ahora que ya sabes por dónde pueden atacar, toca pasar a la acción. Por suerte, no necesitas ser experto en seguridad para proteger tus dispositivos. Solo hace falta seguir unas cuantas recomendaciones prácticas y de sentido común.
- Empieza por lo más simple: cambia las contraseñas por defecto. Usa combinaciones seguras y diferentes para cada aparato.
- Activa el doble factor de autenticación siempre que puedas. Así no bastará con saber tu contraseña para entrar.
- Revisa si hay actualizaciones de firmware o apps, y no las ignores. Suelen incluir parches de seguridad importantes.
- No conectes tus dispositivos a redes públicas o poco fiables. Siempre mejor desde tu red privada y bien protegida.
- Usa una red de invitados para los dispositivos IoT más vulnerables. Así, si uno cae, no arrastra al resto.
- Instala un buen antivirus o una solución de seguridad completa en tu router, PC o móvil. Muchas amenazas entran por ahí.
- Cambia de dispositivos si no reciben actualizaciones: por más que te gusten, pueden ser un riesgo para la seguridad de tu hogar. Si no recibe nuevos parches de seguridad con los que se corrijan posibles vulnerabilidades, lo ideal es sustituir esos dispositivos.
- Controla qué tienes conectado. A veces acumulamos cacharros conectados que ya ni usamos. Mejor elimínalos si no los necesitas.
El Internet de las Cosas ha llegado para quedarse, pero eso no significa que tengamos que dejar la puerta abierta a los atacantes. Con unos pocos cambios y algo de sentido común, puedes tener una casa conectada… y segura. Por lo que solo debes tener claro cuáles son los consejos a seguir y, sobre todo, aplicarlos.
Todo esto que hemos visto, es algo que puede afectar a cualquier dispositivo que uses en tu día a día. No hay que limitarlo solo a aparatos de domótica o IoT, sino también a un ordenador o móvil, por ejemplo. Por tanto, todas estas recomendaciones las debes aplicar en tu día a día, en dispositivos que uses continuamente.
El objetivo es evitar intrusos en los aparatos, los cuales podrían llegar a robar contraseñas y datos personales. Asegúrate de proteger bien los sistemas, además de tenerlos correctamente configurados. Hay pequeños errores que pueden influir negativamente en tu seguridad y privacidad.