Tener un repetidor Wi-Fi en casa, es algo bastante habitual para mejorar la conexión de red. Puede ser necesario si la señal no llega bien a una habitación que esté más lejos, por ejemplo. Ahora bien, ¿puede aumentar la velocidad o solo mejora la cobertura? De ello vamos a hablar en este artículo. También te explicaremos cómo ver si ese dispositivo va a hacer cuello de botella, lo cual afectará a tu conexión.
Ten en cuenta que los repetidores inalámbricos no hacen milagros. Es decir, aunque sí que puedan ser útiles en algunos casos, para mejorar la señal, no significa que puedas llevar la conexión demasiado lejos o mantener una gran calidad. Todo dependerá, también, de cómo sea ese aparato que vas a usar.
Un repetidor Wi-Fi no aumenta la velocidad máxima
Debes saber que lo que hace el repetidor es recibir la señal del router para, posteriormente, repetirla. Por tanto, la velocidad máxima que puede ofrecer, va a estar limitada a lo que reciba. No va a hacer que tu Internet vaya más rápido si, por ejemplo, tienes contratada una tarifa de fibra óptica de 300 Mbps.
Sí podrías tener mayor velocidad, en comparación con conectarte directamente al router. Es decir, si estás conectado desde un lugar al que llega muy débil la señal del Wi-Fi del router, la velocidad va a ser muy limitada. Ese repetidor, siempre que sea de calidad, podría recibir mejor la señal y, al conectar tus dispositivos, lograr que sea más potente. Ahí sí podrías tener más velocidad, pero en comparación con conectarte al router.
No obstante, si la señal llega muy, muy debilitada, aunque pongas un repetidor, es probable que la velocidad no mejore. Vas a poder conectarte, pero no tendrías una velocidad adecuada para tareas que requieran de algo más, como podría ser ver contenido en Streaming o jugar por Internet.
Causas de la lentitud en repetidores Wi-Fi
Hay un factor que debes tener muy en cuenta, y es el cuello de botella. Como hemos explicado, un repetidor lo que hace, principalmente, es mejorar la cobertura. Sin embargo, podrías tener mejor cobertura, pero que la velocidad sea muy inferior. Eso ocurre por lo que se conoce como cuello de botella.
Cuello de botella
¿Qué significa? Es cuando el repetidor tiene características inferiores al router. Por ejemplo, podrías tener un repetidor que permita alcanzar una velocidad máxima de 300 Mbps, pero tener contratada una tarifa de fibra de 1 Gbps y que tu router admita esa velocidad. Al conectarte a través del repetidor, independientemente de si la señal es máxima o no, no podrías lograr más de esos 300 Mbps.
Por tanto, deberías ver cuál es la velocidad máxima que soporta tu repetidor, tanto por Wi-Fi como por cable de red. En este último caso, deberías mirar si tiene puertos Gigabit Ethernet o, por el contrario, está limitado a puertos Fast Ethernet, lo que significa que no va a poder lograr más de 100 Mbps.
En definitiva, un repetidor Wi-Fi no va a hacer milagros, no va a hacer que tu velocidad máxima aumente, ya que estará limitado a lo que tengas contratado y a lo que reciba el aparato. Debes comprobar también si hay o no cuello de botella al utilizar este dispositivo.
Latencia en los repetidores Wi-Fi
También hay que tener en cuenta que al usar un repetidor Wi-Fi también hablamos de cierta latencia. Es decir, el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar desde el dispositivo hasta el servidor y volver. Los repetidores reciben y transmiten la señal del router y eso, se traduce en un pequeño retraso adicional en este proceso.
Esta latencia suele ser mínima, pero puede llegar a notarse en algunas tareas como el juego online donde un ping alto se traduce en una clara desventaja. Si la conexión al router ya tiene un ping de 20 ms, un repetidor podría elevarlo a 30-50 ms, dependiendo de su calidad y la distancia al router. El problema puede minimizarse usando conexiones por cable desde el repetidor directamente al router, siempre que sea posible. También es fundamental colocar el repetidor en una ubicación adecuada y si es posible, usando la banda de 5 Ghz que tiene menos latencia que la de 2.4 Ghz.
