Si quieres ahorrar en la factura de la luz, un factor a tener en cuenta es la iluminación de tu vivienda. No debes cometer errores, ya que podría suponer un gasto mayor o no lograr una iluminación adecuada en las zonas que necesitas. En este artículo vamos a hablarte de todo lo que necesitas saber. Vamos a explicarte qué debes mirar a la hora de comprar bombillas para tu hogar, así como algunas recomendaciones esenciales para disminuir el consumo.
Aunque es cierto que una bombilla no gasta lo mismo que otros aparatos, como podría ser un horno, el frigorífico, la calefacción… El hecho de tener muchas en casa, sí que puede hacer que tengas cierto margen para ahorrar cada mes. Vas a tener la opción de realizar algunos ajustes y empezar a pagar menos.
Qué mirar al comprar una bombilla
En primer lugar, vamos a explicar qué debes mirar si vas a comprar una bombilla. Tal vez quieras cambiar las que tienes en casa, que podrían ser antiguas, por otras más eficientes. No equivocarte en esto, va a ser fundamental de cara a lograr un ahorro real y empezar a pagar menos cada mes.
Tipo de bombilla
Lo primero es elegir bien el tipo de bombilla. Hoy en día, las más eficientes son las de tipo LED. Gastan menos que las denominadas como de bajo consumo y mucho menos que las más antiguas, de las que podrías tener todavía alguna por casa. Por tanto, el primer consejo es comprar de tipo LED y ahorrar.
Más allá de eso, debes fijarte en la potencia de la bombilla. Vas a ver que viene medido en vatios. Por ejemplo, una bombilla de 5 W, consumirá menos que una de 9 W. Ahora bien, eso también podría afectar a la luminosidad, por lo que debes mirarlo bien en función de qué necesites. También el tipo de la rosquilla, para comprar un modelo adecuado.
Inteligente o no
¿Conviene comprar una bombilla inteligente o no? De cara a ahorrar, podría ser interesante. Pero ojo, no te equivoques. El hecho de tener una bombilla con Wi-Fi, podría incluso hacer que gaste más. Por tanto, si te planteas esta cuestión únicamente para ahorrar, investiga bien y analiza si realmente vas a aprovecharla o no.
Puede ser útil en situaciones como poder encenderla o apagarla de forma remota, para evitar tenerla mucho tiempo sin ser necesario. También vincularla a sensores de luminosidad, para que solo se enciendan cuando haga falta o incluso regularla a través del móvil. No obstante, en líneas generales, no va a ser algo significativo de cara al ahorro.
Luz blanca o cálida
¿Hay diferencias en el consumo entre una luz blanca y otra cálida? Realmente no. Puede haber diferencia si, por ejemplo, la blanca es de 10 W y la cálida de 15 W. Ahora bien, en igualdad de condiciones, el consumo realmente va a ser el mismo. Por tanto, elegir una u otra no va a suponer nada de cara al consumo.
Sí que debes tenerlo en cuenta en función de dónde la vayas a ubicar, pero no por el consumo. Por ejemplo, una luz blanca fría suele utilizarse para el baño o cocina. Básicamente, en zonas donde tengas que hacer alguna actividad que requiera de una buena iluminación. En cambio, una luz cálida es más habitual en el dormitorio o salón, en espacios donde buscas más relajación.
Consejos para ahorrar en la iluminación de casa
Dejando a un lado el paso de elegir una bombilla, vamos a darte algunas recomendaciones para consumir menos. La idea es poder iluminar bien las diferentes habitaciones de tu hogar, pero que ello no suponga un gasto excesivo en la factura mensual. Asegúrate de no cometer errores.
Distribuye bien las luces
Una recomendación importante, es distribuir correctamente las luces. Esto te ayudará a gastar menos, pero tener siempre una buena iluminación. Por ejemplo, no tengas las lámparas concentradas en una única zona, mientras que el resto de la estancia está más oscura. Organizarlas bien, evitará tener más de la cuenta encendidas.
Existe lo que se conoce como iluminación zonal. Consiste en poner las bombillas en zonas estratégicas, donde realmente necesitas que haya buena luz. Puede ser junto a una mesa donde vayas a trabajar, leer, etc. Al distribuir las bombillas en lugares estratégicos, no tendrás tantas encendidas sin que aporten demasiado.
Aprovecha al máximo la luz natural
También deberías aprovechar todo lo posible la luz natural. Intenta que la luz directa del sol entre de lleno en la habitación. Para ello, puedes subir las persianas, aprovechar esos espacios donde hay más luz natural a ciertas horas, cambiarte a otra habitación en caso de que por la tarde cambie la luminosidad por su orientación, etc.
Lógicamente, esto va a depender de algunas variables. Por ejemplo, dependerá de si tienes flexibilidad para hacer ciertas actividades a horas distintas, si puedes mover una mesa para trabajar en otro lugar, si tu vivienda recibe buena luz solar, etc. Siempre que puedas, lo ideal es que lo aproveches al máximo para ahorrar.
Utiliza sensores de movimiento o presencia
Tener bombillas con sensores de movimiento, puede ser muy útil de cara a ahorrar. Especialmente, es interesante si los utilizas en zonas determinadas de la vivienda, como puede ser la puerta de entrada, el garaje, etc. El objetivo es encender o apagar las luces de forma automática, en función de si detecta o no presencia. En vez de tener esa bombilla encendida más tiempo del necesario, se apagará cuando ya tenga que estar encendida. Además, ganarás en comodidad al no tener que pulsar continuamente el interruptor. Casos como ir al garaje con cajas en las manos, no tendrás que dejarlas en el suelo para encender la luz.
Otra opción muy interesante son los sensores de presencia, a diferencia de los sensores de movimiento, los de presencia permiten saber en todo momento si hay una persona en la zona o no, independientemente de que se mueva. Este tipo de sensores son muy recomendables para zonas donde podamos estar parados, como en los baños e incluso en habitaciones como el salón, para que así las luces permanezcan encendidas sin que estemos continuamente moviéndonos.
Si usas un sistema de domótica avanzado, como Home Assistant, podrás automatizar una gran cantidad de acciones, para que las luces se comporten como tú quieras.
Regula la intensidad
Una recomendación más para usar las bombillas correctamente y ahorrar energía, es regular la intensidad de la luz. Hay modelos que permiten regularlas, para que iluminen más o iluminen menos. Si no necesitas que estén al máximo, bien por estar realizando cualquier tarea que no necesite de máxima iluminación, bien porque entre algo de luz solar, puedes bajar esa intensidad.
Por tanto, es otro elemento más que podrías tener en cuenta. Eso sí, no todas las luces van a tener esta característica. En caso de contar con un modelo que sí disponga de ello, lo podrás aprovechar para disminuir el consumo energético.
En definitiva, estos son algunos factores que deberías tener en cuenta para ahorrar al máximo al utilizar las luces en casa. Lo primero es elegir bien el tipo de bombilla, pero también hacer un uso adecuado de ellas. No cometas errores y aprovecha el margen que tienes de ahorro para disminuir el consumo en tu vivienda.