Cuando utilizamos un sistema operativo dentro de una máquina virtual, tenemos varias posibilidades a la hora de conectarlo a la red local y también a Internet. La principal configuración que tendremos, y la que se configura de forma predeterminada, es hacer NAT dentro de la propia máquina virtual, asignándole un rango de direcciones IP privado y todas saldrán a Internet a través de la IP privada de nuestro PC. La segunda configuración que es muy habitual, es hacer un «bridge» o «puente», simulando que este equipo virtual es como si estuviera conectado a la red física.
Si tienes problemas para tener Internet en tu máquina virtual, hay diferentes puntos que se deben tener en cuenta. Ya no solo importa tener una buena configuración, sino una serie de factores clave con los que solucionar el problema de red. En RedesZone, os vamos a enseñar en detalle estas dos formas de conexión tanto en VMware como en VirtualBox, y os daremos todas las claves para solucionar problemas si no tienes Internet en estas máquinas virtuales.
De esta manera, al ver con detalle la configuración de red para VMware y VirtualBox, podrás seguir cada uno de los pasos necesarios para que no tener inconvenientes y evitar problemas de conexión.
¿Qué es una máquina virtual?
Una máquina virtual es una herramienta muy utilizada en la virtualización de sistemas, permitiendo crear entornos informáticos simulados dentro de un sistema físico como puede ser un ordenador. En lugar de depender de un equipo físico, las máquinas virtuales permiten la ejecución de varios sistemas operativos en paralelo en un mismo equipo, ofreciendo una serie de ventajas en cuanto a flexibilidad y eficiencia en la gestión de recursos.
La característica principal de las máquinas virtuales está en su capacidad para funcionar como un ordenador independiente dentro de otro. Esto se consigue mediante un hipervisor, un software que crea y administra máquinas virtuales. Cuando se ejecuta una, el hipervisor asigna recursos físicos del ordenador anfitrión, como CPU, memoria y almacenamiento a la máquina virtual, permitiéndole funcionar como si estuviera instalada en su propio hardware.
Un uso importante de las máquinas virtuales es el aislamiento de entornos. Los desarrolladores aprovechan esta aplicación para crear entornos de desarrollo y pruebas aislados de sus propios ordenadores, lo que facilita la experimentación con nuevas aplicaciones y configuraciones sin afectar a sus equipos.
Además, en entornos empresariales, las máquinas virtuales ofrecen una solución eficiente para la creación de servidores. En lugar de mantener varios servidores físicos, las máquinas virtuales permiten ejecutar varios sistemas operativos en un solo equipo, mejorando el uso de recursos y reduciendo los costos de mantenimiento.
Más allá del uso que se les da a las máquinas virtuales, la movilidad que ofrecen es otro aspecto fundamental. Pueden ser fácilmente transferidas entre servidores sin tener que esperar demasiado tiempo. Algo muy importante a la hora de migrar sistemas, facilitando mucho la administración de recursos.
Por último, en términos de respaldo y recuperación, las máquinas virtuales ofrecen la capacidad de crear copias de seguridad, capturando el estado y los datos en un momento concreto, facilitando la restauración rápida en caso de fallos o pérdida de datos.
Importancia de los entornos virtuales
En muchas ocasiones las empresas u organizaciones cuentan con servidores donde se alojan diferentes máquinas virtuales, las cuales hacen distintas funciones. Esto permite no realizar un gasto demasiado grande en hardware. Esta posibilidad es una de las soluciones más extendidas a la hora de crear entornos virtuales. Que la red y todos sus parámetros se encuentren correctamente configurados nos puede ayudar en gran medida. Pero en general, las máquinas virtuales nos permiten disponer de algunas características que podrían no ser posibles sin ellas. Como por ejemplo.
- Compatibilidad: Estas son compatibles con los diferentes sistemas operativos, lo que hace de ellas una solución perfecta. De este modo podremos utilizar otros sistemas operativos del mismo modo que cuando está instalado en un equipo local. La gran ventaja que esto proporciona, es que si una de ellas falla, las demás pueden seguir funcionando.
- Independencia: Siempre que se implementa un sistema operativo por medio de una máquina virtual, este es completamente independiente. De este modo se pueden realizar configuraciones muy distintas sin que se afecten directamente.
- Copias de seguridad: Realizar una copia de seguridad de una máquina virtual, es mucho más sencillo y rápido que hacerlo de un sistema operativo local. Bastará con realizar una clonación y exportarla para poder llevarla a donde queramos. Por lo cual, son muy sencillas de implementar.
Beneficios de los entornos virtuales
Son muchos los beneficios que se pueden tener en cuenta en el momento de querer sacar partido a los entornos virtuales. Y es que muchas veces puede pasar desapercibidos por diferentes aspectos. No obstante, para que puedas tener una mejor idea, estas son las principales ventajas de los entornos virtuales:
- Los recursos están totalmente disponibles. De forma que es posible ampliar almacenamiento y RAM, siempre dentro de las capacidades de tu PC.
- Administración centralizada, permitiendo tener todo el control desde un único punto, lo que también permite reducir gastos de mantenimiento y espacio, ya que podremos tener varios servidores en un mismo equipo.
- La productividad puede aumentar ya que no será necesario realizar tantos planes con paradas de servicio o mantenimientos. A la vez que se permite que todas las demás máquinas sigan funcionando de forma normal, para no interferir en el servicio.
- No tendrás riesgos, ya que los virus u otras malas configuraciones no afectarán realmente a tu PC, sino al programa y la máquina virtual, por lo que solo tienes que apagarla o reiniciarla. Por lo que, si tienes varios servidores en el mismo equipo, no pasará nada porque uno deje de funcionar, al resto no le afectará nada lo que ocurra en otro entorno virtual, siempre que el principal funcione bien.
Contras de los entornos virtuales
Ahora bien, no solo están los beneficios de estos entornos, sino que también hay una seria de aspectos que juegan en su contra. Entre los principales inconvenientes que se pueden encontrar están los siguientes factores:
- Estarás limitado al hardware del equipo principal, por lo que si usas mucho para el entorno, te quedará poco para el resto de usos del mismo.
- Mayor latencia en las operaciones de red, por lo que, pese a tener internet, algo que estamos viendo hoy, no será tan rápido como en el SO principal, sobre todo si tienes varias máquinas trabajando con la misma conexión.
- Costes: a nivel profesional, necesitarás una licencia o pagar por los programas que realizan estos procesos o incluso por el SO que instales en los mismos.
Optimización de la conexión
Cuando trabajamos con máquinas virtuales es muy importante estar seguros de que la conexión a Internet, es lo suficientemente buena para usarlas con garantías. Esta debe estar optimizada, buscando el rendimiento más óptimo posible. Algunas formas de optimizar la red para máquinas virtuales son:
- Configuración de la máquina: Es importante que cuando utilizamos una máquina virtual, utilicemos el tipo de adaptador de red adecuado para dicha máquina virtual. Por lo general, son conexiones de puente o conexiones NAT. La conexión puente permite que la máquina virtual tenga su propia dirección IP en la red, lo que puede hacer que la conexión a Internet sea mucho mejor en estos casos.
- Asignar memoria RAM: Cuando las máquinas virtuales no cuentan con la memoria RAM adecuada, se pueden producir retrasos en la conexión a Internet. Por ello es importante asegurarse de que la máquina virtual cuenta con la suficiente RAM asignada, de forma que pueda manejar todas las solicitudes de red de una forma eficiente. Es mejor que sobre a que falte, aunque dependerá de la posibilidad que tengas para ello, y si piensas crear más máquinas, o solo una.
- Ajustar al tamaño: Cuando las máquinas virtuales son demasiado grandes, puede ser un problema para el rendimiento de la conexión a Internet. Por ello es importante ajustar todo lo posible el tamaño de esta, de acuerdo a la necesidad de recursos que necesita, en caso de buscar más en un futuro, ya la ampliarás.
- Limitar ancho de banda: Cuando disponemos de diferentes máquinas virtuales en la red, puede ser muy útil establecer límites de ancho de banda para cada una de estas máquinas. Esto evitará que la red se pueda sobrecargar. Para ello tendremos que acceder a la configuración de los límites de ancho de banda, que en algunos casos se incorporan en las propias herramientas de virtualización. Piensa que la red también está siendo usada por otros equipos de tu hogar o empresa, por lo que darle toda a tu máquina no será la mejor de las ideas.
- Aceleración de red: Nos podemos encontrar con herramientas que tratan de realizar una aceleración de la red, lo cual ayuda a optimizar la conexión a Internet. Estas funcionalidades también hacen que las transferencias de datos sean mejores, a la vez que se produce una reducción de la latencia.
Teniendo en cuenta esta serie de factores, el funcionamiento en general de la máquina virtual no debería fallar y, por lo tanto, el rendimiento en sí será bueno. Sin embargo, hay momentos en los que pueden aparecer fallos, como el hecho de que no se pueda coenctar a Internet. Por eso es importante conocer cuál es la configuración y las diferentes soluciones que hay disponibles.
Configuración de red en VMware
En cualquier máquina virtual creada con VMware, la configuración predeterminada es configurarlo en modo NAT. Si nos vamos a una máquina virtual en concreto, y pinchamos en «Edit virtual machine settings«, en la sección de «Network Adapter» podremos acceder a las diferentes configuraciones disponibles de la máquina virtual. Las opciones que tenemos en este menú son las siguientes:
- Bridge: esta configuración nos permite conectarnos de manera física a la red local, es como si conectamos un ordenador adicional con su correspondiente dirección MAC única. Esta configuración es ideal para «simular» que tenemos un equipo adicional en la red local.
- NAT: es la forma más sencilla de configurar la conexión a Internet, el propio software VMware se encargará de crear una red virtual nateada contra la dirección IP privada real del ordenador o servidor. Esto permite proporcionar un rango de direcciones privado a las diferentes VM que tengamos levantadas.
- Host-only: esta configuración nos permite configurar una red privada compartida con el host únicamente.
- Custom: VMware nos permite crear redes específicamente configuradas, para adaptarse a las necesidades. Este modo de configuración es más avanzado, porque previamente hemos tenido que configurar las diferentes redes con el editor de redes virtuales del software.
- LAN Segment: esta configuración permite seleccionar una red privada que sea compartida por otras máquinas virtuales. Esto es muy útil para hacer análisis de rendimiento de la red y situaciones donde aislar una máquina virtual es importante.
La opción predeterminada en cualquier máquina virtual con VMware es NAT, de esta forma, tendremos una red privada local que permite interconectar las diferentes máquinas virtuales entre ellas, y al hacer NAT contra la IP privada de nuestro PC real, también tiene comunicación con toda la red local física e incluso conexión a Internet. Lo que no tendremos es la posibilidad de conexión entre los equipos de la red local física y el sistema operativo virtualizado (estrictamente en este sentido), porque está trabajando como el NAT de un router.
El modo bridge es realmente útil para los casos en los que queremos conectar una VM a la red física, ya sea cableada o inalámbrica. Un detalle muy importante de esta opción de configuración es revisar las políticas de seguridad del switch o la red inalámbrica, porque es posible que tengamos problemas si tienes Port Security o filtrado MAC.
Si pinchamos en la opción de «Advanced«, el software VMware nos permite configurar el limitador de ancho de banda en entrada y salida, aunque lo más interesante es poder cambiar la dirección MAC de la tarjeta de red virtual asignada a una determinada máquina virtual. Podremos generar una nueva de forma aleatoria, o utilizar la dirección MAC que nosotros queramos.
En el caso de que quieras configurar en detalle el «Bridge», el «Host-only» o el «NAT» que hemos visto anteriormente, deberás irte al menú de «Edit / Virtual Network Editor». En este menú de configuración avanzado es donde podrás configurar todo a nivel de red de tus máquinas virtuales.
Si vas a utilizar el modo «Bridged», de manera predeterminada se utiliza el modo «Automatic», esto significa que VMware seleccionará de forma automática qué tarjeta de red tiene conexión a Internet, y el tráfico de red saldrá y entrará por esa interfaz física. Nuestra recomendación es que fijéis siempre la tarjeta de red por donde viajará el tráfico de red.
También tenemos la posibilidad de configurar el modo «NAT» que hemos visto antes. Tenemos la posibilidad de configurar el rango privado de direccionamiento IPv4 que usarán las máquinas virtuales y habilitar o no el servidor DHCP de este modo NAT:
Si nos metemos en la opción de «NAT Settings» podremos configurar cuál es la puerta de enlace predeterminada de las diferentes máquinas virtuales, añadir políticas de reenvío de puertos para acceder desde el exterior de la NAT hasta el interior, e incluso podremos habilitar IPv6 entre otras opciones. En la sección de DHCP Settings podremos configurar el rango de direccionamiento IP que se les proporcionará dinámicamente a las diferentes VM configuradas.
Tal y como habéis visto, VMware nos va a permitir una gran configurabilidad a nivel de red, ideal para adaptarse a las principales necesidades. Una ventaja que no todos los softwares de virtualización llegan a ofrecer.
Configuración de red en VirtualBox
La configuración de red en VirtualBox tiene casi las mismas opciones de configuración que en VMware. La configuración de red predeterminada es hacer NAT contra la dirección IP privada local real del equipo, pero también tenemos diferentes opciones de configuración, como las siguientes:
- NAT: es la opción predeterminada, la forma de funcionamiento es exactamente la misma que hemos visto antes en VMware. Automáticamente cada máquina virtual tendrá una dirección IP privada de la misma red, y nateada contra la dirección IP privada local real del equipo, podrá acceder a cualquier equipo de la red física y también a Internet.
- Adaptador puente: es el mismo modo «bridged» que vimos anteriormente.
- Red interna: permite crear una red aislada donde los equipos que haya dentro tendrán comunicación entre ellos pero con nadie más, si creamos varias redes internas, podremos tener comunicación entre las VM que estén dentro de la misma red.
- Adaptador solo-anfitrión: es como la red interna pero donde esté el equipo real, algo que no sucede con la opción de «red interna».
- Red NAT: es una extensión del NAT normal, pero aquí podremos configurar el direccionamiento y otros parámetros avanzados.
Si nos vamos a «Archivo > Preferencias» podremos ver las diferentes redes NAT creada, si pinchamos en la parte derecha en «+» podremos añadir nuevas redes NAT para posteriormente usarlas en las diferentes máquinas virtuales.
Tal y como podéis ver, tenemos la posibilidad de configurar el nombre de red, la subred en notación CIDR y si queremos configurar el servidor DHCP, el protocolo IPv6 y también el reenvío de puertos. Por lo que se ofrecen diferentes opciones de configuración para que puedas dejar VirtualBox tal y como quieres.
Una vez que ya conocemos las diferentes formas de conexión de las máquinas virtuales, vamos a ver qué problemas podemos encontrarnos.
Problemas y soluciones si no tienes Internet
La forma de conectarnos a Internet con una máquina virtual suele ser a través de NAT o a través de bridged (adaptador modo puente), por lo tanto, vamos a dividir esta sección en dos partes bien diferenciadas, la parte de NAT y la de puente.
Además, hay que tener en cuenta que si hay una mala configuración en el propio sistema en el que se hospeda la máquina virtual, por consiguiente, este problema también podría llevar a impedir una correcta conexión a Internet.
Si utilizas el modo NAT en la máquina virtual
Si utilizas el modo NAT en la máquina virtual, debes tener en cuenta que tanto VMware como VirtualBox usarán la tabla de enrutamiento interna del ordenador para sacar a Internet a las VM que tengamos. En este modo de funcionamiento si el ordenador real conectado a la red física tiene conexión a Internet, el sistema operativo virtualizado siempre tendrá conexión a Internet. No importa qué políticas de seguridad se tengan a nivel de red, todo el tráfico de red de las VM saldrá a Internet como si lo estuviera generando el PC real, por lo tanto, podemos descartar todos estos problemas de conectividad.
El único problema que podríamos tener, es que el direccionamiento IP privado de la red física coincida con el de la red virtualizada. En este caso, es posible que el sistema operativo no sepa muy bien qué hacer con el tráfico de red en base a sus tablas de enrutamiento, por lo tanto, si coincide el direccionamiento IP privado con la red virtual que hace NAT, nuestra recomendación es que cambiéis la subred de la NAT de VMware o VirtualBox, con el objetivo de no tener problemas.
Para cambiar la subred del NAT, debes irte a «Editar / Virtual Network Editor«, seleccionas el VMnet8 que está configurado como NAT, y en la parte inferior es donde podremos configurar la parte de «Subnet IP» y también podemos configurar la máscara de subred. Lo que podemos hacer aquí es modificar esta subred predeterminada de VMware en el caso de que coincida con la red principal.
En el caso de VirtualBox, el proceso sería similar, el modo NAT está de manera predeterminada configurada, por lo que deberías seleccionar el modo «Red NAT» y configurar una subred privada libre, y que no coincida con la subred física. De esta forma, no tendremos ningún problema.
Tal y como podéis ver, este es el único problema que podemos encontrarnos en modo NAT, que la red física principal sea la misma que la red virtualizada.
Si utilizas el modo bridged o puente
En el caso de que uses el modo bridge o puente, debes tener en cuenta varios aspectos si tienes problemas a la hora de conectarte a la red física y a Internet. Si en modo NAT te funciona todo correctamente pero en modo puente o bridged no, entonces revisa lo siguiente:
- Si utilizas VMware, en el «Virtual Network Editor» configura el perfil de la red VMnet0 que está como bridged de la siguiente forma:
Si lo dejas en automático y tienes varias interfaces de red, es posible que tengas problemas al hacer el puente. Nosotros nos hemos encontrado graves problemas al tenerlo en modo automático, porque si cambiamos de interfaz de red física nos obliga a reiniciar para solucionar este problema (y esperar que se arregle solo). Lo más recomendable es elegir la tarjeta de red física de manera específica, nada de dejarlo en modo automático, es obligatorio dejarlo de forma estática con una tarjeta de red que nosotros queramos.
En este modo de configuración, es posible que tengas problemas a la hora de conectarte a Internet por la seguridad de la red física, esto también debemos revisarlo porque es como si tuviéramos un nuevo ordenador:
- Switch:
- Revisa en el switch si tienes la función de Port Security activada y configurada. Si nuestro puerto del switch tiene como máximo 1 equipo simultáneamente, y conectamos la VM en bridged, tendremos dos, entonces el segundo equipo no tendrá comunicación. También tendrás problemas con el PC principal si la política del Port Security es shutdown, ya que apagará el puerto automáticamente.
- Revisa la configuración de IP-MAC-Port binding. Al tener un equipo adicional en el mismo puerto, con otra IP y MAC, las protecciones del switch podrían bloquear el acceso a la red.
- Router:
- Revisa que tenemos el servidor DHCP activado, o sino, tendrás que poner una IP fija en el sistema operativo de la máquina virtual.
- Revisa que no tengamos el firewall impidiendo la comunicación.
- Revisa que no tengamos reglas restrictivas de añadir nuevos equipos en la red, porque el equipo en bridged actúa como un nuevo ordenador.
Comprueba la configuración del sistema
Después de tener claro cuál es la forma de conectarnos a Internet con una máquina virtual, que suele ser a través de NAT o a través de bridged, hay una tercera vía que podría causar el problema por el que no consigues tener acceso a Internet.
En este caso, si tienes una mala configuración dentro del sistema operativo en el que se hospeda la máquina virtual, entonces, ahí podría estar el culpable por el que no se puede acceder a la red. Por lo tanto, hay que verificar de primeras que el adaptador de red esté correcto, por ejemplo, que no esté deshabilitado o que está actualizado. Además de esto, muchas veces con cambiar el tipo de adaptador al que se conecta es suficiente. Una de las pruebas que puedes realizar es elegir la opción de «Adaptador puente» en la casilla de «Conecta a». Y es que se trata de una de las diferentes soluciones que muchas sirven para que se vuelva a conectar a Internet.
Además de esto, también es importante revisar la asignación de las DNS y la dirección IP. En este último caso, lo ideal es siempre configurar que la máquina obtenga esta información del sistema de manera automática.
Otro de los ejemplos que te pueden servir de ayuda durante la configuración, en el caso de usar Hiper-V, es la de conseguir que acepte el modo promiscuo en otros software de virtualización. En este caso, a lo mejor con configurar en «Aceptar» las siguientes opciones será más que suficiente: Promiscuous mode, MAC Adress changes y Forged transmits. Por lo que todo dependerá de las heramientas que utilices.
Esto aplica a cualquier sistema operativo, ya sea Linux, Windows, MacOS, y pese a que el programa puede ser algo diferente, las capturas y tutorial de hoy debería funcionar para todos, por lo que no importa en cuál lo instales.
Una vez que hayas revisado todo esto, deberías tener comunicación sin problemas con Internet desde la máquina virtual. También os recomendamos hacer las típicas pruebas con ping para ver hasta dónde estamos llegando, y dónde no llegan las comunicaciones.