Ayer os hablábamos de los motivos que podría provocar el fracaso de las conexiones 5G si no se modifican algunos aspectos con respecto a las conexiones actuales. Teniendo en cuenta la velocidad que se van a poder alcanzar con estas conexiones, hoy queremos tratar los aspectos que son necesarios para que la banda ancha móvil pueda sustituir a la banda ancha fija en los hogares. Os recomendamos visitar nuestro tutorial sobre medir ancho de banda con Jperf.
Siempre se ha dicho y se ha negado con rotundidad que esto nunca pasaría, y evidentemente con las condiciones que las operadoras exigen en la actualidad no va a pasar. Sin embargo, queremos hacer ver cuáles serían los cambios necesarios para que esto si pudiese ser posible. Algo que era inimaginable hace unos años ahora se encuentra muy cerca de producirse, separándonos de esto solo unos cambios en las tarifas de datos.
Hay que aclarar que si nos referimos solo a internet y llamadas, el teléfono fijo y los PTR podrían desaparecer de las viviendas de los usuarios, algo que se vuelve un poco más complicado si se posee un servicio de televisión contratado.
¿Qué sería necesario cambiar con respecto a la actualidad?
En primer lugar sería necesario eliminar los límites que se encuentran en las tarifas de datos, o de lo contrario, subirlos hasta un punto aceptable y que pueda dar cabida a todo el tráfico web que generar los ordenadores de sobremesa y portátiles. Este cambio evidentemente produciría un aumento de la cuota mensual pero, ¿qué precio estarías dispuesto a asumir por tener internet para el móvil, llamadas y además internet para el hogar?. Basándonos en los precios que existen en la actualidad y teniendo en cuenta que la velocidad de navegación sería superior a la que existe en la actualidad, es probable que precios finales que oscilen entre 60-70 euros mensuales podrían crear cierto atractivo de cara al usuario.
¿Qué usuario podrían beneficiarse de este tipo de productos?
Ya hemos comentado que todos aquellos usuarios que hagan uso de aplicaciones que utilicen vídeo bajo demanda o aplicaciones para descargar archivos desde la red no serían los clientes más apropiados para este tipo de conexiones. Estaríamos hablando mucho más de un perfil que únicamente necesita la banda ancha para acceder al correo y navegar por páginas web, un perfil con el que hoy en día se corresponden muchos de los usuarios domésticos y a los cuales si les podría interesar el producto.
La cobertura en interiores, una tarea pendiente
Aunque la cobertura 3G más o menos en interiores es aceptable, la cobertura de las conexiones 4G de momento no es la esperada y se espera que las conexiones 5G deban mejorar mucho para garantizar todo el ancho de banda que poseen en el interior de los edificios. Se trata de un aspecto que puede marcar la frontera entre el éxito o el fracaso de este tipo de productos.
¿Optará algún operador por este modelo?
Haría falta saber si los operadores poseen infraestructuras preparadas para soportar el aumento de tráfico que se produciría. Evidentemente aquí es donde tenemos uno de los problemas porque habrá más de un operador que muestre su negativa a realizar inversiones para se soporte el aumento de tráfico y evitar que el usuario sufra problemas en forma de ralentizaciones en la conexión.
¿Crees que es algo factible a corto plazo? ¿Resulta inviable por los límites técnicos que poseen por ejemplo las antenas?