5 conceptos a tener en cuenta sobre los juguetes que se conectan a Internet
Internet cada vez está presente en un mayor número de dispositivos gracias a lo que conocemos como el Internet de las cosas, IoT o Internet of Things. Por ello, cada vez son más los objetos que cuentan con una conexión directa a Internet, objetos que hasta hace relativamente poco tiempo era impensable que pudieran estar conectados a la red. Al igual que ocurre con todos los dispositivos que se conectan a Internet, esto supone un grave riesgo para la seguridad y privacidad de los usuarios, por lo que debemos aplicar las medidas de seguridad correspondiente para evitar caer en manos de piratas informáticos.
Los juguetes para niños con los nuevos elementos capaces de conectarse a Internet para brindar al juguete de nuevas funciones y características que no serían posibles sin esta conexión. Con la llegada de la Navidad, muchos niños recibirán en sus casas todo tipo de juguetes de nueva generación capaces de conectarse a Internet, por lo que nunca está de más conocer los peligros potenciales de esta nueva tecnología para podernos proteger de ellos lo mejor posible.
Juguetes conectados a Internet, un primer concepto de Inteligencia Artificial
Aunque aún estamos lejos de que los juguetes se revelen contra nosotros, Internet funciona como una gran inteligencia colectiva formada, en muchas ocasiones por redes neuronales, por lo que un juguete conectado a Internet podrá tener una especie de conciencia ficticia que le permitirá interactuar con los niños como su fuera real.
Un ejemplo de esto es el dinosaurio que ha fabricado la empresa Cognitoys, capaz de reconocer lo que dice el niño y mantener una conversación más o menos coherente con él gracias al superordenador Watson, de IBM. Otro ejemplo de ello es Barbie, que con el comando «Hola Barbie» es capaz de escuchar y responder a los niños de forma similar a como hace «Ok Google» o «Oye Siri» con los adultos.
En el concepto Smart-Toy aún falta inteligencia
El prefijo «Smart» está de moda en la tecnología: SmartWatch, SmartPhone, SmartCar, y ahora SmartToy. Los juguetes aún están lejos de considerarse «inteligentes», ya que lo único que llevan es una tecnología sofisticada que le permite elegir las mejores respuestas y las mejores acciones en función a una IA basada en datos colectivos y redes neuronales.
Es muy probable que en un tiempo estos SmartToys sí que sean capaces de tener funciones educativas y que se adapten a los conocimientos de los niños para agilizar la enseñanza, sin embargo, por el momento la inteligencia de estos juguetes está en una fase muy temprana.
Dentro de poco los juguetes no serán solo para jugar
Al igual que actualmente los teléfonos no son solo para llamar, es muy probable que dentro de poco los juguetes no sean solo para jugar.
Por ello, tal como se ha demostrado, es muy sencillo adaptar un juguete convencional para convertirlo en un dispositivo capaz de interactuar con los diferentes elementos del hogar.
¿Un teléfono de juguete capaz de realizar llamadas Vo-IP? ¿Un mando de televisor de juguete capaz de controlar la televisión? Al fin y al cabo, no son ideas tan disparatadas.
Internet dota a los juguetes de funciones hasta ahora impensables, pero también aumentan sus peligros
Los juguetes conectados a Internet suponen un riesgo para la privacidad de los más pequeños
Para procesar los datos y poder interactuar con los usuarios, la voz o las imágenes de los menores deben enviarse a un servidor externo, donde se procesan, se genera una respuesta y se devuelve al juguete. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la información que se envía se queda almacenada en el servidor de la compañía con diferentes fines, por ejemplo, un estudio de mercado.
Esta información, de no guardarse correctamente, puede caer en malas manos y comprometer seriamente la privacidad de los menores que hacen uso de estos juguetes. Un ejemplo reciente de esto es el robo de datos de los juguetes de Vtech, donde piratas informáticos se hicieron con una enorme base de datos de fotos y audios de menores mediante un ataque contra la compañía.
Los piratas informáticos ya están buscando nuevas formas de explotar estos juguetes
Al igual que ocurrió con Vtech, los piratas informáticos siempre buscan nuevas formas de sacar provecho de esta tecnología emergente. Por ello, ya sea atacando los servidores de las compañías como atacando directamente a los juguetes (por ejemplo, escondiendo dentro de ellos un micrófono bluetooth) es muy sencillo que, de no hacer un uso seguro de los juguetes, la privacidad de los menores pueda verse gravemente comprometida por los piratas informáticos.
Sin duda es responsabilidad de los padres el controlar lo que hace el menor con el juguete y, por otro lado, lo que interactúa el juguete con el menor. Si queremos garantizar la máxima privacidad y seguridad lo mejor es evitar conectar los juguetes a Internet, aunque perdamos algunas de las características de los mismos. De conectarlo a Internet siempre debemos tener en cuenta todos los peligros a los que se está exponiendo el menor y, si no queremos arriesgarnos a ello, es mejor buscar otros juguetes alternativos, menos tecnológicos, pero, probablemente, más económicos.
¿Qué opina sobre los juguetes inteligentes? ¿Regalarás a tu hijo un SmartToy o prefieres los juguetes clásicos de siempre?
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