Aunque la fibra óptica gana terreno al cobre, la velocidad no es lo suficientemente rápida, o al menos de acuerdo a las expectativas de los usuarios. Esto provoca que muchos usuarios continúen sufriendo el par de cobre, aunque este no es el problema final sino algunos elementos intermedios existentes. Nos referimos a las cajas de pares.
Ya se sabe que la señal a través del cobre se atenúa y se ve afectada por ruido impulsivo que aparece. Esto degrada el rendimiento, evitando que los usuarios disfruten de la totalidad de la velocidad contratada. Aunque la media podría decirse que en la actualidad se encuentra entorno a los 6-10 megas, mejorando un poco con respecto a años anteriores, son muchos los usuarios que sufren problemas con su línea ADSL, ADSL2+ o VDSL.
La mayoría de estos problemas están provocados por las cajas de pares, ubicadas generalmente en postes de madera o bien en fachadas de los edificios. Aunque no resulta muy frecuente, también se pueden encontrar en el interior de los mismos, siendo las mejores y que menos problemas provocan, sobre todo porque están protegidas de los fenómenos adversos.
En algunos casos también se pueden encontrar a pie de calle, siendo un problema habitual ya que son un reclamo para los vándalos. En definitiva, solo las interiores ofrecen garantías de buen funcionamiento a los usuarios, o al menos de uno estable que permita disfrutar del máximo rendimiento que permita su línea.
Las cajas de pares y los síntomas más habituales
Muchos asocian uno de estos elementos en mal estado a una excesiva atenuación. Sí que es verdad que en parte puede ser verdad pero este no es el aspecto más importantes. El SNR o también conocido como el margen entre la señal y el ruido, podría decirse que es el que en verdad limita la conexión.
Disponer de un SNR de entre 10-15 dB y una atenuación de entre 30-35 dB permite disfrutar hoy en día y sin ningún problema de 10 Mbps de bajada. Sin embargo, una caja de pares en mal estado puede ser una auténtica lotería para el usuarios. Pares que se tocan, conexiones oxidadas o calcificadas y tapas sin cerrar exponiendo estas a la lluvia, sol y nieve son los problemas más habituales que provocan la aparición de cortes de sincronismo al descolgar el teléfono o recibir una llamada o bien por picos de ruido al disponer de un SNR muy bajo.
Es necesario recordar que al contrario que la atenuación, este cuanto mayor sea mejor ya que la línea será menos vulnerable a picos de ruido impulsivo.
Se trata de algo con lo que los usuarios deberán sufrir y que para muchos al menos les restarán tres años en el mejor de los casos.