La privacidad es un aspecto fundamental para los usuarios. El problema es que hoy en día se filtran nuestros datos de una manera muy sencilla y en muchos casos sin darnos cuenta. Hablamos por ejemplo de cuanto navegamos por Internet. También cuando utilizamos algunas aplicaciones, redes sociales o nos registramos en la red. Hay muchos rastreadores que, de una u otra forma, acaban recopilando datos nuestros. Hoy vamos a hablar del caso de los datos EXIF. Vamos a explicar cómo con el simple hecho de compartir una foto con alguien podría averiguar datos sobre nosotros y nuestro dispositivo.
Qué son los datos EXIF
Cuando hacemos una foto con nuestro móvil o cámara lleva asociado una serie de datos. Es lo que se conoce como metadatos o datos EXIF. Aquí se almacena una serie de información que puede ser determinante para conocer ciertas peculiaridades de esa imagen y del usuario que la tomó.
Estos datos son muy útiles en ciertas ocasiones. Por ejemplo si queremos saber dónde tomamos una imagen de la cual no nos acordamos. También la fecha en la que se tomó o con qué dispositivo la echamos.
Pero claro, todos estos datos pueden caer en malas manos. Pongamos como ejemplo que compartimos una fotografía que hemos hecho con otra persona, pero algún intruso accede a ese archivo. Podría recopilar toda la información de los datos EXIF que mencionamos.
Qué almacenan los datos EXIF
Los datos EXIF almacenan información en el archivo de la imagen que hemos tomado. Puede incluir la fecha y hora a la que se hizo esa imagen, por ejemplo. Pero también otros aspectos más personales como el tipo de dispositivo que utilizamos (si es una cámara o un móvil, por ejemplo), el modelo exacto, etc.
Incluso podría determinar el lugar exacto en el que se tomaron esas imágenes. Quizás no queremos que cualquiera sepa por dónde nos movemos o dónde tomamos una imagen en concreto. Pero los datos EXIF también pueden almacenar las coordenadas exactas donde hicimos una fotografía.
Por otra parte, también incluye otros datos relacionados con la propia imagen y la toma de la misma. El tiempo de exposición, la ISO, si se utilizó flash o no, si fue tomada de forma automática o manual, etc.
En definitiva, a través de una simple imagen que compartimos podrían obtener información que quizás no queremos compartir.
Si queremos ver los datos EXIF de una imagen en Windows 10 simplemente tenemos que pinchar sobre ella con el segundo botón del ratón, vamos a Propiedades y pinchamos en Detalles. Allí aparecerá toda la información de la que hacemos referencia.
Cómo evitar que accedan a la información de una imagen
Normalmente una cámara o móvil permite configurar qué datos incluye en una fotografía que hemos tomado. Por ejemplo podemos evitar que almacene las coordenadas donde se hizo la foto, la hora y fecha, así como incluso el tipo de dispositivo que hemos utilizado.
Pero más allá de la propia configuración que podemos tocar, también tenemos la opción de proteger esas fotografías. ¿Queremos enviar imágenes del último viaje pero que solo las vea realmente la persona que queremos? Lo mejor es utilizar servicios de almacenamiento en la nube seguros y cifrados.
Además, otra opción que tenemos es directamente eliminar los datos EXIF. Esto lo podemos hacer con editores de imágenes, por ejemplo. Nosotros vamos a mostrar una herramienta gratuita y online que se llama EXIF Remove. Subimos la foto que queramos y le damos a eliminar los datos.
Nos mostrará todos los datos almacenados en esa imagen y posteriormente podremos descargarla sin ningún tipo de datos. Detectar rastreadores en Internet es importante.