Podemos utilizar la domótica para automatizar tareas en el hogar, controlar dispositivos e incluso llegar a ahorrar en las facturas. En este artículo vamos a hablar de cómo tener una vivienda inteligente puede ser muy útil para ahorrar agua y reducir el consumo. Vamos a ver qué puedes hacer para domotizar tu vivienda y evitar gastar más de lo necesario en tu día a día.
Domótica y ahorro de agua
Tener una vivienda inteligente significa que estamos usando dispositivos y electrodomésticos que pueden optimizar mejor los recursos. Por ejemplo mantener la temperatura, crear programas para lavar los platos de forma más óptima, ahorrar luz con bombillas con Wi-Fi… También en el caso del agua lo podemos lograr.
Grifos con sensores
Una de las opciones que puedes utilizar para ahorrar agua en casa es utilizar grifos con sensores. La forma de funcionar es muy sencilla: se activan únicamente cuando pasas la mano por el sensor. Los puedes ver en muchos lugares como restaurantes, aeropuertos, centros comerciales… El objetivo es ahorrar agua y no derrocharla.
Además de ahorrar agua, también vas a ganar en comodidad. No necesitas activar el grifo de forma manual para abrirlo y cerrarlo, sino simplemente que el sensor detecte que has puesto la mano. Es muy útil también en la cocina, para lavar alimentos continuamente sin necesidad de estar encendiendo y apagando el grifo.
Riego automático
Si tienes jardín en casa o simplemente unas macetas, podrás ver que consumen bastante agua. Vas a tener que regar constantemente, especialmente en los meses de calor. Pero ese riego lo puedes optimizar. No necesitas dedicar un rato cada día en coger una manguera y regar o llenar una regadera.
En este caso, la domótica del hogar ayuda a instalar un riego automático y que además puedas programar y optimizar. Los más modernos e inteligentes van a contar con sensores que miden la humedad del suelo y la temperatura para saber cuándo y cuánto regar y así no desperdiciar agua de forma innecesaria. Evita problemas si no aparece la red Wi-Fi para poder conectar estos aparatos.
Sensores de humedad e inundaciones
En este caso se trata de sensores que puedes instalar en tu vivienda para que avise en caso de que detecte humedad o incluso inundaciones. Tal vez tengas alguna tubería en mal estado y pierda agua constantemente o alguna fuga que deje salir agua cuando te duchas o usas algún electrodoméstico que utilice agua.
De esta forma, si detectas algún problema puedes tomar medidas y evitar gastar más agua de la necesaria. Puedes ahorrar en la factura cada mes y tener un menor consumo, además de tener mayor conciencia con el gasto de un bien tan preciado como es el agua.
Electrodomésticos inteligentes
Puedes instalar electrodomésticos inteligentes de diferentes tipos, como puede ser una lavadora o lavavajillas. Desde hace bastantes años estos electrodomésticos disponen de programas «Eco», no solamente ahorran luz sino que también ahorran bastante agua para ahorrar dinero y los recursos de todos. Es muy importante que siempre utilices estos programas más optimizados.
En este caso la domótica no entra en juego, porque incluso con lavadoras o lavavajillas algo antiguos de hace un par de años, incorporan estos programas «Eco». No obstante, sí podrías monitorizar con enchufes inteligentes cuánto está consumiendo tu lavadora en un determinado programa, o cuánto consume tu lavavajillas.
Termostatos inteligentes
Uno de los mayores consumos de agua es a la hora de calentar agua sanitaria. Por ejemplo, al ducharte puede que salga agua fría y estés desperdiciándola hasta que aparece caliente. Esto puede hacer que en los meses de invierno gastes mucha agua sin ser necesario. Si utilizas un sistema de recirculación de agua podrás evitar que esto ocurra, aunque lógicamente gastarás gas al calentar el agua en recirculación, pero ahorrarás mucha agua que es un bien escaso. Para hacer esto, tendrás que instalar una bomba de recirculación de ACS y conectarla a la caldera.
Un termostato inteligente lo que hace es mantener la temperatura estable y aprovechar mejor los recursos disponibles. Va a consumir menos y va a permitir que tengas el agua a buena temperatura cuando vayas a necesitarla.