Si quieres ahorrar en la factura de la luz, vamos a mostrarte algunas opciones que puedes tener en cuenta en tu día a día. Te vamos a explicar qué puedes hacer en verano, con el objetivo de reducir el consumo. Como vas a ver, simplemente con realizar algunos ajustes, puedes llegar a pagar menos, sin que ello suponga tener que prescindir del uso de algunos aparatos que son necesarios.
Aunque puedes ahorrar en cualquier época del año, es en los meses de más calor, al igual que cuando hace mucho frío, cuando el consumo se puede disparar. Es por ello que conviene revisar todo muy bien y no cometer errores que puedan estar aumentando notablemente el consumo eléctrico.
Trucos para ahorrar energía en verano
Principalmente, estos consejos van a estar relacionados con el control de la temperatura. Si vives en una zona muy cálida, seguramente utilices aire acondicionado. Esto puede hacer que el consumo se dispare, al igual que podrías reducirlo al controlar otros muchos electrodomésticos que utilizas en tu día a día.
Apaga el aire acondicionado cuando toca
Un consejo importante, es controlar el encendido y apagado del aire acondicionado. Por ejemplo, es interesante apagarlo un rato antes de salir de casa o de irte a dormir. La temperatura, siempre que tengas un buen aislamiento térmico, va a tardar un poco en subir, por lo que no tienes que apagarlo justo al salir. Podrás ahorrar de esta forma.
También debes evitar apagar y encender continuamente el aire acondicionado, ya que esto va a consumir más. Lo ideal es que lo apagues cuando toque, cuando realmente lo vayas a aprovechar.
Cuidado con el exceso de luz solar
Otra recomendación es que tengas cuidado con el exceso de luz solar que entre en tu vivienda. Especialmente, en las horas centrales del día podría aumentar considerablemente la temperatura si entra luz de fuera a través de una ventana. Eso va a obligarte a tener que usar el aire acondicionado o que este aparato tenga que funcionar a mayor potencia.
¿Qué puedes hacer? Por ejemplo, utilizar toldos o persianas. En las horas de más calor, cuando no interesa que entre luz directa del sol, puedes usar estos elementos. Por la noche o por la mañana temprano, es buen para ventilar la vivienda y abrir ventanas y puertas.
Desconecta lo que no necesites en verano
Habrá aparatos que utilices en invierno, que ya no necesites en los meses de verano. El hecho de tenerlos conectados a la corriente, puede suponer un coste extra que va a repercutir en la factura de la luz. Por ejemplo, podrías desconectar cosas como una secadora, que posiblemente ya no necesites en los meses de más calor.
Con esto, vas a reducir lo que se conoce como consumo fantasma. Se ese consumo que siempre existe, aunque no utilices un dispositivo, solo por el hecho de estar conectado a la corriente.
Evita abrir demasiado el frigorífico
En este caso, lo que deberías hacer es reducir el tiempo que va a estar el frigorífico abierto. Es en este proceso cuando entra aire caliente de fuera y eso hace que el compresor tenga que funcionar más, para poder mantener la temperatura fría y no tener problemas con los alimentos almacenados.
Aunque esto lo puedas aplicar también en invierno, es en los meses de verano, cuando hace más calor, cuando este problema puede agravarse. Por tanto, intenta no tener el frigorífico mucho tiempo abierto.
En definitiva, estas son algunas cuestiones que puedes tener en cuenta para reducir el consumo de energía en verano. Simplemente con realizar algunos cambios pequeños, puedes lograr un ahorro importante.