Mi frigorífico no enfría bien: estos son los problemas más habituales y las posibles soluciones
Si tu frigo o tu nevera no enfría, con este calor que hace, estás bien fastidiado. Antes de llamar al técnico, lo cual es una de nuestras recomendaciones, hay algunas cosas que puedes hacer o comprobar por ti mismo. Todo sea por salvar tus alimentos, o volver a poner una de las máquinas más importantes de casa y que más pasa desapercibida, a tono. Si quieres enterarte de qué puedes hacer antes de llamar al servicio de reparaciones, a continuación, os explicamos todo.
Siempre decimos que, las cosas de enfriar, tienden a estropearse cuando más calor hace. En verano, es muy común notar si tu nevera no está enfriando lo suficiente. Más llena que de costumbre, enseguida te darás cuenta si no deja el agua tan fría como antes, con la correspondiente preocupación si las verduras, las frutas o los lácteos se estarán conservando bien o echando a perder. Ahora os vamos a explicar los problemas y soluciones más frecuentes que puedes poner en práctica cuando tu frigorífico deja de enfriar bien.
Los problemas y soluciones más frecuentes y cómo puedes solucionarlos
Antes de contactar con el servicio técnico, o una vez que lo hayas hecho, pero mientras esperas a que vengan, hay una serie de errores comunes que como consumidor es normal que cometas. Mira a ver si puede ser algo de esto:
- Que hayas puesto mal la temperatura del termostato: Es uno de los errores más comunes. La temperatura adecuada para un frigo es unos 4°C, y para el congelador, entre -17°C y -18°C. Comprueba que tienes la temperatura bien configurada.
- Mala ubicación y ventilación: en una cocina muy calurosa o si el aparato está expuesto a la luz solar directa, el frigorífico tendrá que trabajar más para mantener una temperatura baja. Si está embutido en un mueble o demasiado cerca de la pared, esto puede dificultar su capacidad para enfriar.
- Juntas de goma en mal estado: comprueba si las juntas están desgastadas, rotas o sucias, lo que puede permitir la entrada de aire caliente, dificultando el enfriamiento.
- Acumulación de hielo: Aunque pueda parecer contradictorio, el hielo puede actuar como un aislante, impidiendo que el frío llegue a todos los compartimentos. Descongela el frigorífico regularmente y no permitas que el hielo se acumule en exceso para mantener una eficiencia óptima.
- Apertura frecuente de la puerta: en verano abres y cierras la puerta del frigorífico más veces para coger bebidas frías. Pero, cada vez que abres la puerta, entra aire caliente y sale aire frío, lo que obliga al motor a trabajar más para mantener la temperatura adecuada. Intenta minimizar la apertura de la puerta para conservar el frío.
¿Y si no ha sido nada de esto? Entonces son fallos técnicos
En este caso, ellos seguramente te dirán que lo que ha sucedido, habrá sido alguna de estas dos cosas:
- O que ha fallado el termostato o componentes electrónicos: En este caso, un simple reinicio del aparato puede solucionar el problema. Aquí tendrías que desenchufar el frigorífico durante unos minutos y luego vuelve a enchufarlo. Si el problema sigue, te recomiendo que llames a un técnico.
- Circuitos y ventiladores obstruidos: si el ventilador no está funcionando correctamente, el aire frío no se distribuye de manera uniforme. El profesional al que llames, se encargará de verifica que no haya obstrucciones en el ventilador y se asegurará de que esté limpio.
Como ves, mantener tu frigorífico en buen estado requiere atención regular a su ubicación, ventilación y componentes internos. Siguiendo estos consejos y verificando periódicamente el estado del aparato, puedes asegurarte de que funcione eficientemente y mantenga tus alimentos frescos por más tiempo. Si encuentras problemas que no puedes solucionar por ti mismo, no dudes en contactar a un técnico especializado para evitar daños mayores.