Utilizar la nube es algo que está cada vez más presente en nuestro día a día. Tenemos muchas plataformas disponibles, tanto gratuitas como de pago, así como usar la nuestra propia. En este artículo vamos a hablar de si es más rentable contratar un servicio de almacenamiento de por vida o bien optar por una nube privada. Vamos a ver cuáles son las ventajas y desventajas de cada opción, para que puedas elegir correctamente.
Normalmente contratamos la nube por un periodo determinado de tiempo, que puede ser un mes, un año, etc. Sin embargo, también está la opción, al menos en algunas plataformas, de contratar un servicio de almacenamiento para siempre. Lógicamente, es una inversión económica y puede o no ser rentable en función de cada usuario. Pero, ¿es mejor que pagar por una nube privada?
Nube privada o servicio de por vida
En ambos casos, va a ser un pago único que vas a realizar. Si contratas almacenamiento en la nube de por vida, vas a pagar una suscripción inicial y no vas a tener que renovarla. No tendrás que pagar nada más. Si quieres tu nube personal, tendrás que comprar un servidor NAS o usar un mini PC, entre otras opciones. Igualmente, tendrás que pagar algo.
Servicio en la nube para siempre
Pero, ¿cuánto cuesta exactamente cada opción? Si empezamos por contratar una suscripción de por vida, podemos ver la opción de pCloud. Permite contratar 500 GB por 199€ o bien 2 TB por 399€. En ambos casos, simplemente pagas esa cantidad y ya tienes acceso para siempre a esa capacidad. Será como tener un disco duro externo conectado a Internet, pero con características avanzadas como la posibilidad de compartir archivos y carpetas fácilmente, configurar una personalización de estos enlaces creados para añadir banners y logos, así como también la posibilidad de configurar una contraseña de acceso. Otras características muy interesantes, es que podremos tener sincronización de archivos y carpetas, desde uno o varios PC hasta la nube, para tener un Google Drive pero sin necesidad de pagar nada mensualmente o anualmente.
Disco duro en red
En cambio, si optas por tener tu propia nube privada va a depender mucho de cómo lo hagas y qué aparato compres. Por ejemplo, puedes optar por uno bastante popular, como es WD My Cloud de 2 TB. Lo puedes comprar por unos 180€, por lo que te saldría más barato que contratar esos 2 TB con pCloud. Sin embargo, hay que tener en cuenta también los puntos débiles de esta opción.
No obstante, debes tener en cuenta el factor del consumo eléctrico, así como la vida útil de ese dispositivo. De primeras, sin entrar en otras alternativas más económicas incluso, podemos decir que tener tu propia nube privada va a ser más económico que contratar una nube de por vida. Pero tienes que sumarle el consumo de electricidad. No obstante, los modelos actuales son bastante eficientes y se mantienen en reposo hasta que necesitas acceder. Por tanto, el consumo no va a ser mucho más que mantener un router encendido. Estaríamos hablando de unos 6€ al año, si lo equiparamos a un router. La vida útil va a depender de cuánto lo utilices, lógicamente. Puede ser desde 5 años hasta 15 años o incluso durar más si es de calidad. En principio, con un uso adecuado, no hay motivos para que te dure menos de 10 años. Si pensamos en ese ejemplo de 180€, podemos decir que sale a 18€ cada año. Son cálculos aproximados y dependerá de diversos factores.
Servidor NAS
Otra forma de montarte una nube privada, mucho más avanzada que simplemente un disco duro en red con un software bastante limitado, es un servidor NAS. Para entornos domésticos, es suficiente un NAS de unos 300-400€ sin discos duros, y con posibilidad de instalar dos o cuatro discos duros, para formar diferentes tipos de RAID y así guardar con seguridad la información. Estos dispositivos disponen de un sistema operativo basado en Linux realmente completo, con el objetivo de que puedas instalar mucho software adicional y exprimir al máximo su hardware.
Uno de los modelos más recomendables es el QNAP TS-262, un equipo de altas prestaciones a nivel de hardware, y con un sistema operativo QTS realmente avanzado. Tenemos la tienda de aplicaciones de App Center que nos permitirá instalar casi cualquier software, no obstante, también podemos virtualizar sistemas operativos completos con Virtualization Station e incluso podemos configurar contenedores con Docker usando Container Station.
Otra marca muy recomendable es Synology, aunque a nivel de hardware son algo inferiores a los QNAP (a igualdad de precio), tienen un sistema operativo realmente bueno, con posibilidades de virtualizar sistemas operativos y también usar contenedores.
Con los NAS podremos montarnos una nube privada muy avanzada, sustituir servicios tan populares como Netflix, Spotify e incluso Google Fotos, y todo ello de forma local sin tener que pagar absolutamente ninguna suscripción.
Ventajas y desventajas de cada opción
En definitiva, sobre el papel va a ser más rentable tener tu propia nube que contratar un servicio de almacenamiento de por vida. Pero, ¿cuáles son las ventajas de cada una de estas opciones? Vamos a mostrar lo principal.
Si empezamos por el servicio de nube de por vida, la ventaja principal es que no vas a tener que mantener encendido un dispositivo. No vas a preocuparte por apagones, problemas que pueda haber, errores de hardware… Simplemente vas a poder acceder a tus archivos desde cualquier lugar, con tener acceso a Internet. Tendrás sincronización de archivos y carpetas, una gestión en el Cloud de manera avanzada, poder compartir archivos y carpetas de forma personalizada y mucho más. El problema es que no vas a poder controlar por completo esos archivos. No sabes cuándo va a cerrar esa plataforma, si podría dejar de funcionar en algún momento, si podría sufrir un ataque informático…
Respecto a la nube privada, la ventaja principal es que todo ese contenido va a estar controlado al 100% por ti. No vas a depender de un servicio externo, con lo que ello supone en cuanto a seguridad o posibles problemas que puedan aparecer. Además, vas a poder ampliar el almacenamiento en muchos casos. Sin embargo, debes tener en cuenta los desastres a nivel de software, con una mala actualización o bien un hackeo, pero también a nivel de hardware si un disco duro o varios se rompen. Las desventajas principales son que siempre tiene que estar encendido, tiene una vida útil determinada y puede dañarse si no tienes cuidado al usarlo. Es otro dispositivo más, que puede sufrir daño.
En nuestra opinión, la mejor opción es tener una nube híbrida, donde tengas todo guardado de forma local, pero subir a la nube pública lo más importante para ti. Por supuesto, es recomendable que subas a la nube todo cifrado, para que nadie pueda leer los datos excepto tú con la contraseña maestra. Los servidores NAS de QNAP, Synology o ASUSTOR tienen integración nativa con una gran cantidad de nubes públicas, perfecto para interactuar con todas ellas de forma rápida y sencilla.