Está claro que los datos personales están muy cotizados en Internet. Vemos continuamente amenazas que comprometen la privacidad de los usuarios. Los atacantes pueden tener como objetivo robar datos y venderlos en la Dark Web. Esto también pone en alerta a los gobiernos, ya que existen muchos desafíos geopolíticos que pueden comprometer la seguridad en la red. En este artículo, vamos a hablar de cómo los países están abriendo “embajadas de datos”.
Pero, ¿en qué consiste esto exactamente? Básicamente, es tener una opción para mantener los datos protegidos en la red. Algo básico, normal, pero con la diferencia de que esos datos los guardan en otros países. No significa que pierdan jurisdicción sobre esos datos, pero sí que van a estar en otro territorio.
Los países guardan sus datos en otras naciones
Principalmente, lo estamos viendo en países más pequeños, que confían en otras naciones, en ocasiones de mayor tamaño, para guardar ahí los datos de sus ciudadanos. Algunos ejemplos son los de Mónaco y Estonia, que han respaldado la información de sus ciudadanos en Luxemburgo, así como el de Singapur, que hace lo propio en India.
¿El motivo de esto? Claramente, la seguridad. Podemos decir que es una especie de “embajada”, ya que, al igual que el suelo en el que se encuentra un edificio que actúa como embajada, en esta ocasión son los países los que mantienen la jurisdicción sobre esos datos, por lo que las leyes se mantienen.
En caso de un ciberataque, habría datos críticos que podrían quedar comprometidos o incluso perderse. Al tener una copia en otro lugar, en otro país, siempre tendrían la posibilidad de recuperar esa información y que el daño sea menor. También se protegen ante desastres naturales y otras catástrofes.
Según informa Kelly Ahuja, CEO de la empresa de seguridad Versa Networks, lo que buscan los países es proteger datos críticos ante amenazas físicas y cibernéticas externas y que tienen controles de seguridad robustos, con cifrados y políticas de protección muy fiables. Los países firman acuerdos con otras naciones que les permiten lograr todo esto.
Exigencias del país de origen
Lógicamente, el país de origen, el que quiere guardar los datos en otra nación, exige garantías. Lo primero es que exige la soberanía total de esos datos. La otra nación no va a poder tener ningún tipo de control y es necesario que haya una visibilidad sobre el software que utilizan, las operaciones dentro de las instalaciones, etc.
Todo esto requiere de una inversión importante. Aunque es una buena idea tener restas copias de seguridad de los datos de los ciudadanos en otro territorio, no es algo económico. Más aún si tenemos en cuenta las exigencias en cuanto a seguridad. Es imprescindible tener instalaciones bien preparadas, lo cual supone una inversión grande.
En definitiva, las “embajadas de datos” parece que están cada vez más presentes y son más los países que deciden guardar la información importante de sus ciudadanos, en otras naciones. La seguridad es el motivo principal, para evitar ataques informáticos o físicos que puedan provocar la pérdida de todos esos datos. Hacer copias de seguridad de la red Wi-Fi, de la configuración de tus dispositivos o de cualquier dato importante, es una buena idea.