Cada vez que suena el teléfono y es un número desconocido, me pongo en alerta. Porque sé que detrás de muchas de esas llamadas no hay encuestas ni promociones, sino estafadores esperando a que cometa un error. En este post te voy a contar qué frases deben hacerte colgar al instante, por qué son peligrosas y cómo puedes protegerte para que no te engañen.
Vivimos en una época en la que lo más peligroso no es solo lo que compartimos en internet, sino también lo que decimos por teléfono. Los timadores han refinado tanto sus métodos que pueden parecer empleados de tu banco, técnicos de soporte o incluso representantes del gobierno. Su objetivo es siempre el mismo: sacarte información personal o dinero sin que te des cuenta… hasta que es demasiado tarde.
Las frases que usan los estafadores para atraparte
Hay ciertas expresiones que deberían disparar todas tus alarmas. Si alguien te llama y te dice una de estas frases, lo más seguro que puedes hacer es colgar sin responder nada:
- «Necesitamos confirmar unos datos para evitar un cargo en tu cuenta.» Aunque suene legítimo, ninguna entidad bancaria ni empresa seria pide información personal en una llamada inesperada. Si no lo has solicitado tú, es un engaño.
- «Ha habido un intento de acceso sospechoso, necesitamos verificar tu identidad.» Aquí están apelando al miedo para que actúes sin pensar. Y en el momento en que sueltas tu nombre, dirección o los últimos dígitos de tu tarjeta, ya te tienen donde querían.
- «Tienes una factura pendiente. Si no la pagas ahora, tendrás consecuencias legales.» Una técnica muy habitual: crear una urgencia para que no tengas tiempo de comprobar nada. A veces incluso dan nombres de supuestas empresas de recobro.
- «Has ganado un premio, pero para recibirlo necesitas darnos unos datos o pagar una pequeña tasa.» Lo de siempre: si no has participado en ningún sorteo, no has ganado nada. Y si tienes que pagar por recibir un premio, es una estafa de manual.
- «¿Puedes oírme bien?” o “¿Puedes confirmar tu nombre completo?» Parece una pregunta inocente, pero si dices «sí», pueden grabarlo y utilizar tu respuesta para autorizar pagos o servicios a tu nombre.
Qué puedes hacer para protegerte de estas llamadas
Yo adopté una regla muy sencilla: si no reconozco el número, no contesto. Y si lo hago y algo me huele raro, cuelgo. Sin miedo ni remordimientos. Pero además, hay otras formas de protegerte:
- Usa aplicaciones que bloquean llamadas de spam: hay apps como Truecaller, Hiya o incluso algunas opciones integradas en tu móvil que identifican llamadas sospechosas. No bloquean todo, pero reducen mucho las molestias.
- Nunca des información personal por teléfono si no has iniciado tú la llamada: esto incluye tu DNI, dirección, número de cuenta, contraseñas, códigos de verificación… Ninguna empresa seria te va a pedir esto, así como así.
- Si tienes dudas, cuelga y llama tú directamente: busca el número oficial de la empresa en su web y haz tú la llamada. Así te aseguras de hablar con alguien real.
- Activa una contraseña para tu buzón de voz: hay estafadores que intentan acceder al buzón si no lo tienes protegido. Una simple contraseña puede evitar que escuchen tus mensajes o usen esa vía para colarte un timo.
- Borra tu información de webs públicas: hay servicios como Incogni que se encargan de eliminar tus datos personales de cientos de bases de datos. Cuanto menos sepan sobre ti, menos probable es que te conviertas en un objetivo.
No se trata de ser paranoico, sino de estar preparado
Los estafadores se aprovechan de momentos de distracción, de la amabilidad o del miedo. Por eso lo más importante es reconocer las señales y actuar sin dudar. No les debes educación ni explicaciones. Si algo suena raro, cuelga y listo.
Y si tienes alguna duda, pregunta a alguien de confianza o busca en sitios oficiales antes de hacer nada. Porque más vale colgar a tiempo que acabar perdiendo dinero o tu identidad digital.