Por este motivo usar la función de «preguntas de seguridad» no es nada recomendable

El apellido de tu madre, el nombre de tu pareja, algunos números que significan algo para ti, y los símbolos para terminar de hacer indescifrables tus contraseñas… Elegir la contraseña para nuestras herramientas, servicios o sesiones digitales es el primer acto que pone una barrera entre tus datos y los ciberdelincuenes. Pero mucha gente, confía en las «preguntas de seguridad» que tienen algunos sistemas operativos como Windows. En estos casos, es un grave error introducir información veraz, aunque sea para recuperar la contraseña real que has introducido. Descubre los motivos por los cuales usar las preguntas de seguridad no es nada recomendable en ciertos casos.
Con el objetivo de recuperar las contraseñas fácilmente, Microsoft y otras empresas lanzaron las populares «preguntas de seguridad». Poniendo una serie de preguntas y las respuestas, podríamos llegar a recuperar la contraseña de acceso al sistema o servicio, sin necesidad de realizar más pasos. Aunque en un primer momento esto puede parecer muy seguro, porque tenemos que responder a varias preguntas, lo cierto es que no es lo más recomendable.
¿Qué son las preguntas de seguridad?
Seguramente te has encontrado con preguntas como «¿Cómo se llama tu primera mascota?» o «¿En qué calle creciste?» cuando intentas recuperar una contraseña olvidada. Estas preguntas son las llamadas sugerencias o pistas de contraseña, que originalmente fueron diseñadas para ayudarte a recordar tus claves si las olvidabas. La idea es que son datos que solo tú conoces. Sin embargo, en la actualidad, estos métodos son más vulnerables que útiles.
Las sugerencias de contraseña pueden parecer inofensivas, pero en realidad abren una puerta para que los atacantes accedan a tus cuentas. ¿Por qué? Porque la información que suelen pedir es relativamente fácil de obtener. Hoy en día, muchos datos personales, como el nombre de tu mascota o la calle donde creciste, están disponibles en redes sociales. A menudo compartimos esta información sin pensarlo mucho. Y, claro, un ciberdelincuente podría usarla para adivinar tus respuestas de seguridad y acceder a tus cuentas.
Piénsalo: incluso con una simple conversación o una búsqueda rápida en tus perfiles públicos, alguien podría averiguar estos datos. No hace falta ser un hacker experto para lograrlo. Por eso, las sugerencias de contraseña no añaden ninguna capa de seguridad, al contrario, son una gran vulnerabilidad.
Cómo protegerte sin depender de estas preguntas
La solución más sencilla es dejar de usar estas preguntas de seguridad. Si una plataforma te obliga a configurar una, te recomiendo que uses una respuesta aleatoria y sin sentido, algo que no tenga ninguna relación contigo, como una segunda contraseña combinando letras, números y símbolos. Eso sí, si tienes miedo de olvidarla, puedes guardarla en un lugar seguro como un contenedor cifrado con VeraCrypt. Pero, lo ideal es que te apoyes en herramientas más seguras para administrarlas, como un gestor de contraseñas e incluso un segundo factor de autenticación.
Utiliza un gestor de contraseñas
Hoy en día, los gestores de contraseñas son tus mejores aliados. Estos programas generan contraseñas seguras, las almacenan y las completan automáticamente cuando las necesitas. Así, no tienes que preocuparte por recordar tus contraseñas o por usar sugerencias de seguridad. Aplicaciones como LastPass, Bitwarden o 1Password son excelentes opciones para garantizar que tus contraseñas sean únicas y seguras.
Activa la autenticación en dos pasos (2FA)
Otra medida de seguridad muy recomendable es la autenticación de dos factores, también conocida como 2FA. Esto significa que, además de tu contraseña, necesitas un segundo método de verificación, como un código que se envía a tu móvil. Incluso si alguien consigue tu contraseña, no podrá acceder a tu cuenta sin ese segundo factor. Plataformas como Google, Facebook y muchas más ya permiten activar esta opción.
Por todo esto, las preguntas y respuestas de seguridad pueden parecer una buena idea para recuperar la contraseña, pero en realidad son una trampa que facilita el acceso a tus cuentas. Es hora de actualizar tus prácticas de seguridad y optar por alternativas más fiables, como los gestores de contraseñas y la autenticación de dos factores. Así, protegerás mejor tu información personal y reducirás el riesgo de que tus cuentas sean hackeadas. La seguridad en internet empieza por pequeñas decisiones.