Usar la misma contraseña para todo puede parecer cómodo, pero es una puerta abierta para los ciberdelincuentes. En este artículo te explico por qué es tan arriesgado seguir con este hábito y qué puedes hacer para proteger de verdad tus cuentas. Si eres de los que usa la misma contraseña para varias cuentas -correo, redes, tiendas online…- no estás solo. Es algo muy común, y lo entiendo. A nadie le apetece memorizar 20 contraseñas distintas, con letras raras, números y símbolos. Pero el problema es que, si una de esas páginas sufre una filtración, tu contraseña queda al descubierto… y todas tus cuentas se vuelven vulnerables al instante. Y sí, esto pasa más a menudo de lo que imaginas.
Hoy en día tener una buena política de contraseñas es fundamental para estar seguros, aunque la autenticación en dos pasos también es crítico para proteger nuestras cuentas, lo cierto es que las contraseñas es nuestra primera barrera de defensa.
Reutilizar contraseñas es como dejar la misma llave en todas tus puertas
La mayoría de filtraciones de datos acaban en bases públicas o en la dark web, donde cualquiera con malas intenciones puede acceder a listas enormes de correos y contraseñas. A eso se le llama credential stuffing, y consiste en que los atacantes prueban esas combinaciones en miles de webs distintas.
Si has usado esa misma contraseña en más de un sitio, estás dando acceso directo a tu correo, redes sociales, e incluso a tu cuenta bancaria. Es como si alguien encontrara una llave caída en la calle y probara si abre tu casa, tu coche, tu trastero…
Y no hablamos solo de robos. También pueden hacerse pasar por ti, chantajearte o bloquearte el acceso a tus propias cuentas.
Lo ideal es tener una contraseña para cada cuenta, pero también que esa clave realmente sea compleja. Asegúrate de que utilizas letras (mayúsculas y minúsculas), números y otros símbolos especiales. Todo ello debe ser completamente aleatorio. Nunca utilices cosas como tu nombre o fecha de nacimiento, ya que será bastante predecible y podrán averiguar cuál es tu contraseña con facilidad.
Cómo protegerte y dejar atrás las contraseñas recicladas
- Usa contraseñas diferentes para cada sitio: sí, puede parecer un lío, pero es lo más efectivo. Cada cuenta debe tener una clave única. Así, si una se filtra, las demás siguen estando a salvo.
- No te compliques: usa un gestor de contraseñas: yo no recuerdo ninguna de mis contraseñas (y tengo más de 100). Pero tampoco necesito hacerlo. Utilizo un gestor que las guarda, las rellena automáticamente y me avisa si alguna ha sido filtrada o es débil.
- Algunas buenas opciones: Bitwarden, 1Password o Dashlane. Todos ellos tienen versiones gratuitas que funcionan muy bien.
- Activa la verificación en dos pasos (2FA) siempre que puedas: así, aunque alguien tenga tu contraseña, no podrá entrar sin ese segundo paso. Puedes recibir un código en tu móvil o usar una app como Google Authenticator.
- Revisa tus cuentas antiguas: muchas veces olvidamos cuentas que creamos hace años. Haz limpieza y elimina lo que ya no usas, sobre todo si creaste esas cuentas con contraseñas repetidas.
- Y si dudas… cambia tus contraseñas: sobre todo si llevas años sin tocarlas. No esperes a que ocurra una filtración para actuar.
Además, evita patrones fáciles de adivinar. Usar combinaciones como TuNombre123 o Contraseña2024 es como poner una alarma sin batería. Los ciberdelincuentes prueban primero este tipo de contraseñas porque saben que son muy comunes.
Si de verdad quieres estar un paso por delante, piensa en una frase larga, única, sin relación directa contigo, y que mezcle varios tipos de caracteres. Si te cuesta, usa el generador del propio gestor de contraseñas: es rápido, seguro y elimina cualquier esfuerzo.
Usar una única contraseña para todo ya no es una opción. Es un riesgo que puede salirte caro. Cuanto antes empieces a crear contraseñas únicas y a usar herramientas que te lo pongan fácil, antes estarás protegido. No hace falta ser experto en seguridad para tomar buenas decisiones. Solo necesitas saber que tu privacidad y tus cuentas valen mucho más que la comodidad de usar siempre la misma clave.
Además, te recomendamos que habilites siempre la autenticación en dos pasos. Es una capa extra que vas a añadir a tus cuentas, como redes sociales, tiendas online y similares. En caso de que roben la contraseña principal, necesitarían ese segundo paso para poder entrar. Suele ser un código que recibes por SMS o mediante aplicaciones como Google Authenticator.