Google Drive te da la vida desde que salió. Allí tienes almacenadas cosas de tus estudios, datos personales y proyectos tuyos propios, como muchas cosas de índole profesional, estoy seguro. Yo uso Google Drive con muchos de mis clientes, y es una suite básica para la organización de toda mi documentación digital. Si mañana Drive no existiera, tendría un grave problema. Del mismo modo que lo tendría si alguien penetrara su seguridad y accediera a mi cuenta. Para que no pase esto, hoy te explico cinco configuraciones básicas para mejorar la protección de tu cuenta de Google Drive.
Muchos usuarios confían por completo sus archivos a Google Drive, por lo que tener una buena seguridad y privacidad es esencial. Si quieres saber cómo mejorar la seguridad en este popular servicio de almacenamiento en la nube, a continuación, tenéis todos los detalles.
Activa la autenticación en dos pasos
La autenticación en dos pasos es una de las formas más simples y efectivas de añadir seguridad a tu cuenta de Google. Con esta opción activada, además de tu contraseña, necesitarás un código que recibirás en tu móvil para acceder a tu cuenta. Así, aunque alguien obtenga tu contraseña, no podrá entrar sin el código adicional. Para activarla, solo ve a la configuración de seguridad de tu cuenta de Google y busca la opción “Verificación en dos pasos”. Seguir las instrucciones no te tomará más de unos minutos y será un gran avance para proteger tu Drive.
Actualmente Google permite diferentes formas de autenticación en dos pasos, las dos más seguras son con las llaves físicas, pero también con un código de un solo uso generado por una app autenticadora, como Google Authenticator o cualquier otra aplicación de este estilo.
Revisa los permisos de archivos compartidos
A veces compartimos archivos y olvidamos controlar quién tiene acceso a ellos. Por eso, es importante que revises regularmente los archivos y carpetas que has compartido en Drive y con quién. Puedes restringir el acceso solo a ciertas personas, y, si compartes mediante enlace, asegúrate de que solo puedan ver el archivo en vez de editarlo. Para verificar los permisos, abre el menú “Compartir” en cada archivo y ajusta las opciones según lo que necesites. Esta práctica es clave para evitar que datos sensibles caigan en manos equivocadas.
Siempre es recomendable proporcionar los mínimos permisos posibles, porque de lo contrario, cualquier usuario podría acceder a nuestros archivos teniendo el enlace, el cual se puede filtrar a Internet.
Cifra tus archivos antes de subirlos
Si quieres mayor seguridad, puedes cifrar tus archivos antes de subirlos a Google Drive. Existen programas que puedes usar para este propósito, como Cryptomator o VeraCrypt, que protegen los archivos con una contraseña. Así, aunque alguien accediera a tu Drive, tus archivos estarían en un formato ilegible sin la clave de cifrado. Nosotros os recomendamos estos dos softwares para cifrar los archivos, ya que funcionan realmente bien y son muy rápidos para realizar el proceso de cifrado y descifrado.
El proceso es sencillo: primero cifra el archivo en tu ordenador y luego súbelo a Drive. Esta capa adicional de seguridad puede marcar una gran diferencia, especialmente para documentos sensibles.
Controla las aplicaciones vinculadas a tu cuenta
Si alguna vez has conectado aplicaciones a tu Google Drive, es posible que tengan acceso a tus datos. Revisa la lista de aplicaciones en la sección “Administrar aplicaciones” de Drive y elimina aquellas que ya no uses o en las que no confíes.
Para hacer esto, abre la configuración de Google Drive, selecciona “Administrar aplicaciones” y haz clic en “Desconectar” en aquellas que no sean necesarias. Menos aplicaciones significa menos riesgos de filtración.
Revisa periódicamente la actividad de tu cuenta
Google Drive permite ver la actividad reciente en tu cuenta. Puedes encontrar información sobre los dispositivos desde los cuales se ha accedido a tu cuenta, así como los cambios realizados en los archivos. Esta revisión te permitirá detectar a tiempo cualquier actividad sospechosa.
Visita la sección “Seguridad” de tu cuenta de Google y haz clic en “Actividad de dispositivos”. Si notas algo fuera de lo común, cambia tu contraseña y verifica los permisos de acceso.
Estas configuraciones de seguridad pueden marcar una gran diferencia en la protección de tu Google Drive. Recuerda que, aunque Drive cuenta con medidas de seguridad propias, tú también puedes fortalecer tu cuenta. Con estos consejos, podrás almacenar tus archivos con más tranquilidad y tener un mayor control sobre tu información.