La navegación mediante el protocolo HTTPS nos da cierta tranquilidad cuando visitamos diferentes webs, pero… ¿qué pasa cuando además usamos una VPN? ¿Podría ese proveedor ver lo que hacemos dentro de una web segura? En este artículo te explico, con palabras sencillas, qué pueden y qué no pueden ver las VPN cuando accedemos a sitios cifrados, y cómo proteger mejor nuestra privacidad online.
Si alguna vez te has planteado usar una VPN para mejorar tu privacidad, es muy probable que también te hayas preguntado esto: «Vale, me conecto a una VPN y luego entro a un sitio web que usa HTTPS… pero ¿el proveedor de VPN puede ver lo que estoy haciendo en esa web?» La respuesta corta es no, pero como siempre, hay matices. Y algunos son importantes.
Lo que una VPN puede ver… y lo que no
Cuando usas una VPN, tu conexión va primero a un servidor del proveedor antes de llegar al sitio web final. Eso significa que tu proveedor de VPN sí sabe qué página estás visitando (por ejemplo, que has entrado en https://ejemplo.com). Esto se debe a que en la mayoría de conexiones TLS 1.2 y 1.3, una cabecera llamado Indicación de Nombre de Servidor (SNI) se envía sin cifrar. Esto significa que tu proveedor de VPN (y tu ISP) sí puede ver el nombre de dominio exacto al que te conectas, aunque no la página específica que visitas. Las tecnologías como Encrypted Client Hello (ECH) buscan solucionar esto cifrando también el SNI, pero su adopción aún no es universal. También puede ver cuánta información estás intercambiando (por el volumen de datos).
Pero si esa página tiene HTTPS -y hoy en día casi todas lo tienen- no podrá ver qué estás haciendo dentro. Ni el contenido que lees, ni tus mensajes, ni los datos que introduces. Todo eso viaja cifrado de extremo a extremo. Piensa que envías una carta en un sobre opaco. Gracias a HTTPS (el sobre opaco), nadie puede leer el contenido de la carta. Sin embargo, la VPN (y tu cartero u operador) puede ver la dirección del destinatario y del remitente (los dominios y tu IP) y hacerse una idea del tamaño y peso del paquete (volumen de datos).
Categoría de Datos | Datos que SÍ puede ver la VPN | Datos que NO puede ver la VPN (gracias a HTTPS) |
---|---|---|
Metadatos de Conexión | El dominio que visitas (ej: redeszone.net ), tu dirección IP real de origen, los horarios de conexión y el volumen de datos transferidos. | La URL específica de la página que estás viendo dentro del dominio. |
Contenido de la Sesión | Absolutamente nada del contenido. | El texto que lees, los vídeos que ves, los formularios que rellenas (incluidas contraseñas) y los archivos que descargas o subes. |
El problema viene cuando usamos una VPN de dudosa reputación o gratuita. En ese caso, aunque no puedan ver el contenido cifrado, sí pueden registrar tus hábitos de navegación: qué páginas visitas (a través de las solicitudes DNS), desde dónde (tu dirección IP pública de origen), a qué horas… Y eso, ya es bastante invasivo si lo piensas bien.

Entonces, ¿HTTPS por sí solo no es suficiente?
HTTPS cifra tus datos entre tu navegador y la web que visitas. Y eso es muy positivo, claro. Pero tiene límites. Por ejemplo, no oculta tu dirección IP, ni a qué web te estás conectando. Tu proveedor de Internet (ISP) sigue viendo los dominios a los que accedes. Y si estás en una red pública, como el WiFi de un hotel, pueden rastrear bastante más de lo que imaginas.
Aquí es donde la VPN añade una capa extra: oculta tu IP real y el destino de tu tráfico al proveedor de Internet, porque todo lo ve como una conexión hacia el servidor VPN. Y si eliges bien tu VPN, también sabrás que no están espiando por detrás. Ahora bien, no todas las VPN ofrecen el mismo nivel de privacidad. Si quieres estar más tranquilo, te doy unos consejos clave:
- Revisa la política de registros: busca una VPN que garantice que no almacena nada sobre lo que haces online.
- Confía en marcas conocidas: NordVPN, Surfshark, PureVPN, PrivadoVPN o CyberGhost son buenas opciones por su historial y sus auditorías independientes.
- Evita VPNs gratuitas: si no pagas con dinero, pagas con tus datos. El mantenimiento de una infraestructura de servidores global tiene un coste elevado. Si un proveedor no cobra una suscripción, es muy probable que su modelo de negocio se base en la monetización de los datos de sus usuarios, como la venta de historiales de navegación a terceros. Una excepción notable es WARP de Cloudflare, cuyo objetivo principal es la recopilación de datos a gran escala para investigación de tráfico, no la venta de perfiles individuales.

Lo que hago yo para navegar con tranquilidad
Cuando quiero proteger de verdad mi privacidad, uso siempre una VPN de confianza y entro solo en webs con HTTPS. Además:
- No comparto datos sensibles en redes públicas sin protección.
- Tengo activado el cortafuegos y el antivirus.
- Reviso qué permisos doy a las apps, sobre todo en el móvil.
Y lo más importante: soy consciente de los límites de cada herramienta. Una VPN es útil, sí. Pero no es una capa mágica que te vuelve invisible. Es solo un paso más para protegerte. En el siguiente checklist podéis ver un listado de cosas que es muy recomendable hacer para navegar con traquilidad.
Nº | Acción Esencial | Completado |
---|---|---|
1 | Utilizo siempre una VPN de confianza con política 'no-logs' auditada. | ☐ |
2 | Navego únicamente en sitios web que utilizan el protocolo HTTPS. | ☐ |
3 | Evito introducir datos sensibles (bancarios, personales) cuando estoy conectado a redes Wi-Fi públicas (hoteles, aeropuertos). | ☐ |
4 | Mantengo activado el cortafuegos de mi sistema operativo y un software antivirus actualizado. | ☐ |
5 | Reviso periódicamente los permisos que he concedido a las aplicaciones de mi móvil, especialmente el acceso a ubicación y micrófono. | ☐ |
Como podéis ver, con simple cinco pasos estarás más protegido y tu tráfico será más privado.