Al router de tu casa puedes tener muchos dispositivos conectados. Tal vez tengas controlados los principales, los que sueles usar más. Podemos decir que sería el móvil, el ordenador, tal vez la televisión… Pero también podrías tener otros aparatos que son los que se consideran inactivos, pero que igualmente podrían afectar al Wi-Fi. Hay muchos ejemplos, como puede ser algún dispositivo de la televisión que no uses frecuentemente, aparatos de domótica, un libro electrónico, etc.
¿Qué pasa con estos dispositivos? Como cualquier otro que conectes, van a consumir recursos. Eso se puede traducir en ciertos problemas. Aunque los routers hoy en día están capacitados para admitir muchos aparatos conectados, eso no significa que la cantidad pueda ser infinita o que no haya problemas, aunque sean leves, conforme vas conectando más.
Cuidado con los dispositivos inactivos y conectados
Pero, ¿por qué se consideran dispositivos inactivos? Básicamente, porque son aparatos que no usas normalmente. Están conectados al router, a la red Wi-Fi, pero no forman parte de tu día a día. Tal vez lo uses muy de vez en cuando o incluso nunca. Muchos de ellos pueden tener una función principal que no requiere de Internet, como es un libro electrónico.
Sin embargo, el hecho de que sean inactivos, que no los utilices frecuentemente, no quiere decir que estén apagados. Van a estar encendidos siempre y, además, conectados al router. Si entras en la configuración del router, en el apartado de equipos conectados, aparecerán en esa lista.
Esto es lo que hace que pueda haber problemas. Podrían generar interferencias, consumir ancho de banda y recursos del router. Eso provocará pérdida de velocidad, cortes y otros problemas que podrían afectar a tu día a día, a la hora de conectarte a la red y tener un rendimiento óptimo.
Qué hacer para evitar este problema
Evitar este problema es muy sencillo. Lo que debes hacer es, en la medida de lo posible, apagar los aparatos que no vayas a usar en tu día a día en Internet. Si tienes dispositivos conectados y realmente no necesitas que estén así, los podrás apagar. Incluso no tendrías que apagarlo, en algunos casos, ya que podrías entrar en la configuración y desconectar el Wi-Fi.
Si necesitas usarlos en algún momento, solo tendrías que conectarlos. Incluso está la opción de programar el encendido y apagado, a través de la domótica, cuando fuera necesario. El objetivo, en definitiva, es tener menos cosas conectadas al router y consumiendo recursos que puedan afectar a la red Wi-Fi.
Además, si ves que hay interferencias, puedes conectar algún aparato por cable o separar los dispositivos que puedan ser más problemáticos. Especialmente, estos problemas pueden aparecer en la frecuencia de los 2,4 GHz. Aprovechar la doble banda (o incluso triple, si tuviera tu router), es también buena idea para prevenir problemas de este tipo.
En definitiva, es importante que controles cualquier dispositivo que tengas conectado al router. Aunque sean aparatos inactivos, que no usas en tu día a día, igualmente pueden afectar a la red inalámbrica y provocar que tengas un peor Wi-Fi y problemas para conectar otros equipos.