Para hacer frente a las altas temperaturas en verano, dos aliados muy utilizados son el aire acondicionado y el ventilador. Sin embargo, el consumo de energía puede aumentar bastante. Especialmente, al utilizar el aire acondicionado. Te vamos a dar una serie de recomendaciones esenciales para que ahorres en la factura de la luz. Vas a ver que, con pequeños cambios que realices, puedes llegar a gastar menos dinero y tener el mismo confort en tu hogar.
Como vas a ver, hay claras diferencias entre un aire acondicionado y un ventilador. El primero, va a tener un consumo mucho más elevado, pero solamente cuando está enfriando la estancia, ya que los nuevos modelos inverter tendrán un consumo realmente reducido cuando llegan a la temperatura de operación. Sin embargo, tienes margen para ahorrar en ambos casos. Utilizarlos bien, puede hacer que ahorres bastante en la factura de la luz, en los meses en los que tienes que utilizar estos aparatos.
Consejos para ahorrar al usar el aire acondicionado
En primer lugar, vamos a darte algunos consejos clave para ahorrar electricidad cuando utilices el aire acondicionado. Si vives en una zona cálida, es posible que, durante tres meses, lo enciendas casi todos los días. Eso puede suponer un coste importante, por lo que es necesario utilizarlo bien y no cometer errores.
Ajusta bien la temperatura
Es fundamental que ajustes muy bien la temperatura a la que pones el aire acondicionado. Cada grado de diferencia, puede hacer que consumas más energía. Según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía), se calcula que, más o menos, el gasto es de un 7% adicional por cada grado de temperatura objetivo. Lo ideal sería que lo pongas entre 23 y 24 grados durante los meses de calor, aunque la temperatura depende mucho de cada persona, lo normal es que con estas temperaturas estés muy cómodo en tu casa.
Ten en cuenta que, por la noche, podrías subir un grado más la temperatura. Por ejemplo, si durante el día lo tienes a 23 grados, por la noche lo podrías subir a 24ºC o incluso ponerlo a 25ºC. No necesitas tenerlo a 20ºC o 21ºC porque pasarás frío. Cuidado con llegar a casa con calor y tener el impulso de poner el aire a muy baja temperatura, para que enfríe cuanto antes, ya que eso consumirá bastante.
Mejora el aislamiento
También deberías cuidar el aislamiento térmico de tu vivienda o, al menos, de la zona donde vas a poner el aire acondicionado. Revisa las ventanas, especialmente. Cualquier ranura que haya, aunque sea pequeña, va a hacer que entre aire cálido de fuera y, por tanto, vas a tener que consumir más energía para bajar la temperatura. Puedes utilizar burletes en las ventanas y puertas. Es una inversión económica, aunque menor a tener que reemplazar por completo las ventanas, pero que vendrá bien para ahorrar dinero al usar el aire acondicionado y, a la larga, tendrás un retorno económico. También lo puedes usar en invierno, si pones la calefacción.
El aislamiento en las viviendas es fundamental para que tengamos una buena climatización, y no gastemos en exceso debido a la temperatura que haga en el exterior, así que ten presente que un buen aislamiento te ahorrará tanto calefacción como también climatización en verano.
Cuidado con encender y apagar
Esto es algo que mucha gente hace, pero no es para nada una buena idea. Apagar y encender el aire acondicionado, no va a hacer más que consumir energía. Aunque puedas pensar que sería positivo apagarlo unos minutos, para no gastar, la realidad es que va a ocurrir todo lo contrario y, al encenderlo de nuevo, va a consumir más, mucho más.
Lo que hace que gaste el aire acondicionado, principalmente, es al alcanzar la temperatura deseada. Por ejemplo, si lo pones a 25 grados, y hace 30 grados, va a gastar más hasta alcanzar la temperatura deseada, pero luego consumirá menos al mantenerla. Si lo apagas, rápidamente aumentará la temperatura y, cuando lo enciendas otra vez, tendrá que consumir en exceso. Por ello, es deseable mantenerlo encendido y únicamente apagarlo cuando vaya a pasar bastante tiempo hasta que lo vuelvas a encender.
Los nuevos AC de tipo inverter, cuando llegan a la temperatura de operación suelen gastar unos 0,3kWh por cada hora de funcionamiento, es decir, un consumo muy bajo pero mantendremos el confort sin ningún problema. Nuestra recomendación, es que dejes siempre el aire que llegue hasta la temperatura de operación, y que no lo apagues, ya que entrará en un modo de bajo consumo automáticamente sin que tengas que hacer nada.
Elige aparatos Eco o eficientes
En el caso de los aires acondicionados, vas a tener un gran margen para ahorrar en función del aparato que utilices. No es lo mismo un aire antiguo, de hace 20 años, que uno actual, mucho más eficiente. Los más recientes, especialmente los que son Eco, van a consumir mucho menos. Son los que se conoce como Inverter. De hecho, en los AC nuevos hay un modo «silent» que está específicamente diseñado para por las noches, donde echará poco aire y el consumo es mínimo.
La clave de la tecnología «Inverter» de los aires acondicionados, reside en la capacidad para regular la velocidad del compresor, para de esta forma ahorrar mucha energía. Los modelos tradicionales solamente funcionan en modo «ON» y «OFF», es decir, funcionan al 100% hasta alcanzar la temperatura y luego se apagan. El sistema inverter permite adaptarse de forma completamente dinámica. De esta forma, al alcanzar la temperatura objetivo el consumo es mínimo. En general, estos equipos ahorran hassta un 40% de energía en comparación con modelos antiguos.
| Aspecto | Sistema tradicional ON/OFF | Sistema Inverter |
|---|---|---|
| Funcionamiento del compresor | Se enciende y apaga según el termostato | Funciona continuamente a velocidad variable |
| Potencia de trabajo | Siempre a máxima capacidad cuando está activo | Ajustada según necesidades térmicas |
| Estabilidad de temperatura | Fluctúa más al encender y apagar | Mantiene temperatura más constante |
| Picos de consumo | Cada arranque genera picos importantes | Evita picos de potencia al arranque |
Si estás pensando en comprar un aire acondicionado nuevo, ya sea para sustituir uno antiguo o ponerlo de cero, revisa bien la potencia que tiene. Asegúrate de que cuenta con modo Eco y, siempre que sea posible, actívalo. Eso te ayudará a consumir menos electricidad y pagarás menos en la factura cada mes.
Juega con los tiempos
Por otra parte, está el tema del tiempo de encendido y de cuándo ponerlo. Puedes jugar con esto. Puedes calcular cuándo lo vas a necesitar, programarlo, apagarlo antes, etc. Por ejemplo, si sueles tenerlo encendido en el salón, durante el día, en vez de apagarlo justo antes de irte a dormir, puedes hacerlo un rato antes. La temperatura puede mantenerse un rato, por lo que podrías ahorrar unos minutos cada día.
Además, deberías controlar el tiempo, en general, que vas a encender el aire acondicionado. Si la vivienda todavía no está demasiado caliente, algo que puede ocurrir durante la mañana, por ejemplo, podrías evitar encenderlo durante unas horas y ponerlo algo más tarde. Ese tiempo de ventaja, puede hacer que gastes menos. Si aplicas esto cada día, al cabo de un mes puede ser una cantidad interesante.
Hay dispositivos como los tadoº o Netatmo que nos permitirá controlar el AC de forma local y remota a través de nuestro smartphone. Si tu AC no dispone de una aplicación para programar el encendido o apagado, lo ideal es que uses este tipo de dispositivos para realizar automatizaciones avanzadas. Por ejemplo, podrías activar el AC al llegar a casa, y apagarlo cuando la app detecta que te vas. De esta forma, te despreocuparás por tenerlo encendido o apagado.
Gasta menos energía al utilizar un ventilador
No todos los aires acondicionados consumen lo mismo, ni tampoco los ventiladores. No obstante, nosotros vamos a hablar del consumo más habitual. Vamos a mostrar cuánto gasta cada uno de manera general, en los casos más comunes.
Un aire acondicionado común de tipo split puede consumir sobre 1000Wh, que lo podemos traducir en 1 kWh. Un ventilador, por su parte, va a consumir mucho menos. En este caso podemos estimar unos 60Wh. Por tanto, solo con esto ya podemos ver que un aire acondicionado consume más de 15 veces más que un ventilador. Si tienes un aire acondicionado más antiguo o de mayor potencia, el consumo va a ser superior. La diferencia va a ser mayor, ya que un ventilador no va a variar tanto. Aunque tengas un ventilador que consuma más, realmente es complicado que pase de 100 Wh. Siempre vas a gastar bastante más encendiendo el aire acondicionado porque dispone de una bomba y un compresor.
Pero, ¿cuánto se traduce esto en consumo real, en dinero? Volviendo al ejemplo de un aire acondicionado de 1000Wh, si por ejemplo lo tienes encendido 8 horas y planteamos un coste de la energía de 0,20€ el kWh, estaríamos gastando aproximadamente 1,60€. En cuanto al ventilador, si ponemos que tiene un consumo de 60Wh y lo encendemos también 8 horas y al mismo precio de la energía, gastaríamos unos 0,10€.
| Métrica | Aire acondicionado | Ventilador |
|---|---|---|
| Consumo típico (por hora) | 800-2.500 W (0,8-2,5 kW) | 50-120 W |
| Consumo en 8 horas | 6,4-20 kWh | 0,4-0,8 kWh |
| Coste estimado (8 horas) | Unos 1,60 € | Unos 0,10 € |
| Eficiencia relativa | Consumo alto | 15-25 veces menos consumo |
| Función principal | Reduce la temperatura del aire | Circula el aire existente |
| Temperatura ideal | 23-24°C (reducir 1°C por la noche) | No modifica temperatura. |
Un aspecto muy importante que debemos tener en cuenta, es que el aire acondicionado cuando ha llegado a la temperatura de operación, consumirá unos 300Wh aproximadamente. Es un error estar encendiendo y apagando el aire acondicionado, porque estaremos forzando el compresor a arrancar y parar cuando no es necesario, tal y como os hemos explicado anteriormente.
Utiliza un modelo adecuado
No todos los ventiladores son iguales. Tienes que partir de esa base. Los hay de suelo, de mesa, de torre o de techo. Puede haber diferencias importantes en el consumo. La potencia, normalmente, va a oscilar entre los 20 W y los 100, aproximadamente. Lo más normal es que consuman entre 40 y 80 W.
Generalmente, los ventiladores más eficientes, los que van a gastar menos, son los de techo, aunque todo dependerá del modelo exacto. Van a estar entre 30 y 80 W. Los que son de pie, que pones en el suelo, suelen tener un consumo más elevado y están más próximos a los 80 o 100 W. Los ventiladores de torre o mesa, también son más eficientes y pueden consumir entre 40 y 60 W, aunque es más frecuente que tengan un consumo de 50-60 W.
Los ventiladores no harán que la temperatura de la habitación baje, sin embargo, sí tendrás un mayor confort. De hecho, si tienes aerotermia en tu hogar con suelo refrescante, es una muy buena opción poner ventiladores en las habitaciones para mover el aire frío que se encuentra cerca del suelo, así maximizarás la aerotermia.
Revisa el modo activado
Otro factor a tener en cuenta, es el modo que tienes activado en tu ventilador. Normalmente, van a tener unos tres modos diferentes, que son las velocidades. A mayor velocidad, mayor será también el consumo de energía. Por tanto, ten esto presente. Si no hace mucho calor, si simplemente quieres que se mueva un poco el aire, puedes optar por el primer nivel.
Durante la noche, cuando simplemente vas a querer recibir algo de aire, también deberías utilizar los primeros niveles. Esto hará que ese ventilador consuma en la parte baja de la horquilla, en vez de funcionar a su máxima potencia. Aunque la diferencia no sea muy grande, es un ahorro que vas a poder tener.
Programa el apagado
También puedes programar el apagado del ventilador, para que no se quede encendido más allá de lo necesario. Especialmente, esto puede ser útil por la noche, cuando te vayas a dormir. Hay modelos que tienen un temporizador, para que se apague solo al pasar un tiempo. También puedes utilizar un enchufe inteligente que puedas programar.
De esta forma, evitarás tener el ventilador toda la noche encendido o dejarlo por olvido, durante el día. Vas a configurarlo para que solo funcione por un tiempo determinado y, una vez alcanzado, se apagará.
Ponlo en zonas estratégicas
Colocar el ventilador estratégicamente también es clave para maximizar el rendimiento. Algunas personas lo ponen delante de una ventana en momentos de frescor para impulsar el aire fresco al interior. También hay consejos muy caseros pero útiles para aumentar la sensación de frío es colocar un recipiente con hielo o botellas de agua congelada frente al ventilador. Puede resultar un método algo tosco, pero el resultado es espectacular.
También puede dar buen resultado humedecer una sábana ligera y colgarla frente al ventilador para que el aire pase a través de ella. Es algo muy útil también en momentos de mucho calor en los que el ventilador pierde eficiencia. No olvides que el uso del ventilador es más eficiente si se combina con otras estrategias, como cerrar persianas durante el día para bloquear el calor. Poner varios ventiladores al mismo tiempo y mantener las puertas de las habitaciones abiertas, facilita el flujo de aire.
Cómo automatizar el ventilador
Un ventilador normal y corriente se conecta a la corriente eléctrica, y posteriormente nos permitirá fijar la velocidad del propio ventilador. Muchos de los modelos del mercado nos permiten activar un botón desde el mando (o desde la app si tienen control por móvil) que permite configurarlo para que se apague pasado un tiempo así que si te vas a dormir estará puesto una hora o dos horas y automáticamente se apagará pasado este tiempo. Así enfriarás la habitación y descansarás mejor pero no se quedará toda la noche encendido. Pero no es una función que todos permitan de forma predeterminada.
Por suerte, podemos hacerlo gastando muy poco. ¿Cómo? Con un enchufe inteligente. Para automatizar su encendido y apagado cuando nosotros queramos, podemos poner un simple enchufe inteligente de 10€, con el objetivo de que podamos ahorrar apagándolo cuando ya no sea necesario, o encenderlo cuando empiece a hacer calor. Es un gadget muy barato y que configuraremos desde el teléfono móvil eligiendo qué día y a qué hora queremos que se encienda y se apague el ventilador de forma automática sin tener que estar pendiente de enchufar o desenchufar.
Lo mejor de este tipo de automatizaciones es que podremos tener un mayor confort, porque no tendremos que levantarnos para encender o apagar el ventilador, simplemente tendremos que usar la aplicación del enchufe inteligente o decírselo a Alexa, no tendremos que hacer ninguna otra acción adicional.
Si usas un ventilador de techo, podrías controlarlo desde tu smartphone aunque sea un ventilador «no inteligente». Esto lo puedes hacer instalando un dispositivo como el Shelly Plus 1PM, podrás gestionarlo desde la aplicación o de forma centralizada con Home Assistant, Alexa o Google Assistant entre otros.
La instalación requiere ciertos conocimientos de electricidad, además, es recomendable bajar el automático asociado y también el diferencial, para realizar la instalación con seguridad.
Consejos generales para mantener la casa fresca
Independientemente de si utilizas un aire acondicionado o un ventilador, es interesante que tengas en cuenta ciertos consejos para no gastar en exceso. El objetivo es mantener la vivienda lo más fresca posible, sin que ello suponga consumir más electricidad de la necesaria. Y está en tu mano no derrochar, siempre que realices algunos ajustes o cambios de hábitos.
Ventila a la hora correcta
Por ejemplo, algo fundamental es ventilar correctamente la casa. Es importante hacerlo cada día, pero puede haber diferencias entre una hora y otra. Lo ideal es que lo hagas a primera hora del día, que es cuando la temperatura suele ser inferior, o, en su defecto, a última hora, cuando ya es de noche y también puede hacer menos calor. Sería un error ventilar en las horas centrales del día, que es cuando la temperatura es superior. Especialmente, sería un fallo si tienes o vas a tener el ventilador encendido. Lo que vas a provocar es que la vivienda se caliente en exceso, a poco que abras las puertas y ventanas en esas horas en las que la temperatura sube mucho.
Por tanto, te recomendamos que tengas una rutina de ventilar la casa, pero lo hagas a buena hora. Esto puede ayudarte a mantener la casa fresca y que, al encender el aire acondicionado, no tengas que bajar tanto la temperatura, lo que supondría un consumo elevado de energía.
Ten en cuenta las persianas y toldos
También deberías tener en cuenta la importancia de las persianas de tu vivienda. Lo ideal sería tenerlas bajadas cuando entre sol directo, lo cual va a hacer que se caliente la casa en exceso. Para consumir menos energía, y reducir el uso del aire acondicionado o ventilador, lo mejor es mantener todo lo posible la casa fresca y eso es también evitar que entre calor de fuera.
Lo mismo puedes aplicar al utilizar toldos. Puedes usarlos durante el día, en las horas en las que da de lleno el sol, y quitarlo por la noche, cuando te interesa que entre la brisa de fuera. Son pequeños detalles que, usados cada día, pueden llegar a reducir el gasto de electricidad en tu vivienda, en los meses de verano.
Aprovecha la domótica
Existen dispositivos que nos permitirán controlar nuestro aire acondicionado de tipo split (con mando), a través de nuestro smartphone, y todo ello de manera muy fácil y rápida, con el objetivo de poder controlarlo en nuestro hogar y también de forma remota. Este tipo de dispositivos es perfecto para encender el aire acondicionado antes de llegar a nuestra casa, y así tener la casa con menos temperatura. También puedes realizar programaciones mucho más avanzadas que con el típico mando, ya que podrás programar un horario de encendido y apagado, dejarlo encendido y que se apague solo, e incluso integrarlo en la domótica con Home Assistant en nuestro hogar.
Si en tu hogar tienes un sistema de domótica con Home Assistant, podrás integrar este dispositivo de forma nativa de manera muy sencilla, además, podemos enviar comandos de manera local sin necesidad de tener conexión a Internet, esto es perfecto para no depender del «cloud» del fabricante ni de nuestra conexión a Internet. Para poder integrarlo, simplemente tienes que añadirlo con la integración de Apple HomeKit, introducir el código PIN que nos pedirá para sincronizarse con el dispositivo, y posteriormente reiniciar Home Assistant para que detecte correctament todas las entidades relacionadas como el termostato, temperatura de la habitación, así como la humedad que haya. Debemos recordar que este completo software nos permitirá integrar decenas de dispositivos domóticos, y hacer que interactúen entre ellos, añadiendo la «inteligencia» a la domótica.
Para poder instalar el sistema de domótica Home Assistant tendrás que tener un equipo permanentemente encendido, si tienes un NAS que nos permita virtualización de sistemas operativos, podrás hacerlo directamente aquí sin problemas, además, te ahorrarás la compra de un equipo adicional que esté permanentemente encendido. En el caso de que quieras un equipo específico para este uso, siempre puedes comprar un mini PC barato por menos de 200€, los requisitos mínimos a nivel de hardware que os recomendamos pasan por el procesador Intel N100, 8GB de memoria RAM y 256GB de almacenamiento SSD. Tienes dos opciones para instalarlo y que te funcione perfectamente:
- Instalarlo de forma nativa en el mini PC: esta es la forma más eficiente, porque el sistema funcionará realmente rápido al instalar instalado directamente sobre el hardware. Las copias de seguridad que hagas dependerán del propio Home Assistant, eso sí, si hay algún problema de corrupción de datos en el SO o realices alguna configuración que luego haga que no cargue correctamente el sistema, tendrás que realizar una reinstalación manual.
- Usar Proxmox en el mini PC: creemos que es la mejor solución para la gran mayoría de usuarios. No es la forma más eficiente porque estaremos ejecutando una máquina virtual con Home Assistant OS, pero disponemos de Proxmox como base que es bastante eficiente, por lo que es perfecto para disfrutar de todas las ventajas de la virtualización. Por ejemplo, podemos programar el uso de instantáneas, también tenemos la posibilidad de configurar copias de seguridad programadas, y si queremos restaurar la copia solamente tardaremos unos segundos, y todo ello podemos hacerlo de forma fácil y rápida. Además, también tenemos la posibilidad de tener un segundo Home Assistant en otro mini PC listo para funcionar en caso de caída del principal, no obstante, esto no se puede hacer automáticamente porque el sistema de domótica no soporta HA (Alta Disponibilidad).
Por supuesto, este tipo de dispositivo son compatibles con los altavoces de Google Home y también Amazon Alexa, con el objetivo de que puedas enviar comandos por voz para encender y apagar el aire acondicionado, tanto de manera local como también de manera remota. Esto es realmente útil por si estamos llegando a casa y queremos estar frescos una vez que lleguemos, sobre todo si vivimos en lugares muy calurosos donde el interior de los hogares está a 30ºC.
Conclusiones
Está claro que un ventilador normal y corriente consume muchísimo menos que un aire acondicionado, ya sea de tipo split, por conductos o cualquier otro tipo de AC. Hay que tener en cuenta que, el confort que nos dará el AC no será igual que el del ventilador, sobre todo si hace muchísimo calor. Un error bastante habitual es el de encender y apagar el AC manualmente cuando ya hace fresco en la habitación, lo mejor es dejarlo encendido con una temperatura de operación de unos 23ºC, con el objetivo de que el propio AC encienda y apague el compresor cuando sea necesario, consumiendo lo mínimo posible.
Gracias a la posibilidad de controlar los AC de tipo split o conductos desde nuestro smartphone, podremos definir diferentes horarios de funcionamiento e incluso encenderlo antes de llegar a casa para estar frescos, con el objetivo de que no pasemos mucho calor mientras enfría toda la habitación. Empresas como Tado o Netatmo disponen de dispositivos por infrarrojos para controlar el AC, en el caso de que tengas un AC por conductos, los productos de Airzone son realmente buenos.
