La mayoría de switches gestionables, routers profesionales e incluso routers domésticos como el ASUS RT-AX89X, disponen de un puerto llamado SFP para conectar un cable de fibra óptica y poder conseguir velocidades de 1Gbps, 10Gbps o superior. Para poder utilizar estos puertos SFP, es totalmente necesario disponer de un transceptor SFP para conectarlo a este puerto, y también otro transceptor SFP para conectarlo al ordenador, a otro switch o a un router, dependiendo de lo que quieras interconectar.
Es por esto mismo por lo que en RedesZone os vamos a hablar sobre qué son los transceptores SFP y cuál debemos elegir dependiendo de tus necesidades. De esta manera podremos tener una idea clara de cómo se tiene que elegir, sobre todo al conocer aspectos clave como puede ser la velocidad, el tipo de fibra óptica que se debería utilizar además de otros elementos importantes. Todo encaminado para conocer al detalle cómo se tiene que instalar. Por lo que estos puntos son los que veremos a continuación.
Qué es un transceptor SFP
El transceptor SFP viene de las siglas en inglés Small Form-factor Pluggable Transceiver, también es conocido como simplemente «SFP» o «Mini-GBIC». Los módulos SFP nos permiten interconectar diferentes dispositivos que utilicen puertos SFP, generalmente sirven para conectar switches o routers entre sí a través de fibra óptica monomodo o multimodo, también hay transceptores SFP para «convertir» este tipo de puerto en un puerto RJ-45 para utilizar el cable de red Ethernet normal y corriente.
Este tipo de módulos SFP se convierten en un dispositivo puente conveniente para utilizar en espacios reducidos, y para exprimir al máximo los puertos SFP que tengan los equipos. Entre las características de este tipo de transceptores tenemos que:
- Son compatibles con medios de cobre y fibra óptica, aunque generalmente se suele utilizar fibra óptica, ya sea en monomodo o multimodo, dependiendo de nuestras necesidades.
- Se pueden utilizar tanto en redes 1000BASE-T (Gigabit Ethernet) como en 10GBASE-T (10Gigabit).
- Son intercambiables en caliente, lo que permite a los ingenieros de redes crear o intercambiar conexiones entre redes sobre la marcha, no es necesario apagar los equipos para extraer el SFP, aunque lógicamente no es recomendable que haya tráfico de red viajando por aquí porque produciremos un corte en la conexión.
Los transceptores SFP nos permiten un movimiento de datos bidireccional con un lado de transmisión (Tx) y un lado de recepción (Rx). En cuanto a las conexiones Ethernet, estos transceptores van a simplificar la conexión puente de los conmutadores de red al proporcionar conectividad de cobre rápida sin tener que configurar dispositivos o equipos de red adicionales. Además, también pueden soportar estándares como SONET, Fibre Channel, GB Ethernet y redes ópticas pasivas (PON).
En la anterior foto podéis ver que tenemos dos entradas para fibra óptica, una de estas fibras será para recepción y otra para transmisión, es muy importante colocar las fibras en la posición correcta, de lo contrario no funcionará la comunicación. Este tipo de transceptores SFP son los más habituales, luego debemos tener en cuenta las características del propio transceptor y si soporta fibra óptica monomodo o multimodo. A continuación, os vamos a enseñar cómo elegir un transceptor dependiendo de tus necesidades.
Cómo elegir un transceptor SFP
Para elegir un transceptor SFP debemos tener en cuenta varios aspectos, de lo contrario, podríamos no exprimir al máximo su rendimiento, e incluso directamente ni siquiera podría funcionar correctamente. Por lo tanto, debemos prestar especial atención a los siguientes puntos. Y todo porque son elementos clave con los que se puede determinar de la manera correcta cuál es la mejor alternativa o la que realmente necesitamos en nuestro caso:
Velocidad
Un dato muy importante a tener en cuenta es que los proveedores de hardware de red ofrecen su propia versión de un transceptor SFP, lo que significa que vamos a tener una gran cantidad de opciones. En ese aspecto una de las cosas más importantes que debemos hacer es una clasificación entre SFP, SFP+ y QSFP/QSFP+. Como veremos a continuación estas nomenclaturas están muy relacionados con la velocidad:
- SFP: proporcionan una velocidad de 1Gbps Full Dúplex, es decir, son las típicas redes Gigabit. Este tipo de puertos son ampliamente usados por switches gestionables, e incluso switches gestionables orientados a pequeñas oficinas.
- SFP+: proporcionan una velocidad de 10Gbps Full Dúplex, es decir, son las típicas redes 10G. Estos puertos están en auge debido a las redes Multigigabit con el estándar NBASE-T, de esta forma, podremos interconectar varios switches vía SFP+ para no tener cuello de botella ni una sobresuscripción excesiva.
- QSFP28: proporciona una velocidad de 25Gbps Full Dúplex, este tipo de transceptores están orientados a datacenter y pequeñas y medianas empresas.
- QSFP+: proporciona una velocidad de 40Gbps Full Dúplex, son los orientados a datacenter y medianas y grandes empresas.
- QSFP28: son los más rápidos, proporcionan una velocidad de 100Gbps Full-Dúplex. Por lo cual son de los más recomendados si se utilizan para redes con un gran flujo de datos, como puede ser una oficina o algo más grande, como una empresa.
Antes de comprar un transceptor SFP, debemos conocer qué tipo de SFP está utilizando el switch o router, para que tengan exactamente la misma velocidad. Generalmente los switches que soportan SFP+ (por ejemplo) también soportan SFP, sin embargo, deberíamos mirarlo en las especificaciones técnicas para asegurarnos al 100%, pero no tiene demasiado sentido usar un SFP cuando un puerto soporta SFP+, porque lógicamente la velocidad que conseguiremos será la del SFP que es 1Gbps en lugar de 10Gbps.
Tipo de fibra óptica a utilizar
En los transceptores SFP generalmente se utiliza fibra óptica monomodo o multimodo, dependiendo del transceptor, tendremos que utilizar uno u otro. Para saber cuál debemos utilizar, tenemos que irnos a las especificaciones técnicas del transceptor SFP en concreto. Habitualmente se suele utilizar fibra óptica multimodo (multi-mode) porque es más barato, a no ser que tengas que realizar una tirada de cable de fibra de varios kilómetros, en este caso tendrás que usar fibra óptica monomodo (single-mode) porque tendremos una mayor distancia.
El conector en ambos casos siempre va a ser un LC duplex, tendremos dos cables, uno para enviar datos y otro para recibir datos. Toda esta información la podemos encontrar en las características técnicas, a continuación, tenéis una captura de pantalla de dos transceptores del fabricante D-Link, concretamente los DEM-431XT y el DEM-432XT, ambos son SFP+ por lo que podremos conseguir una velocidad de 10Gbps Full-Dúplex:
Por lo tanto, no solamente nos debemos fijar en la velocidad, sino también si es monomodo o multimodo, e incluso también en el tamaño de las fibras, las cuales vienen definidas también en la hoja de especificaciones técnicas.
¿SFP monomodo o multimodo?
Son varias las diferencias clave que se deben considerar de estos dos tipos SFP, es decir, entre monomodo y multimodo. De esta manera se puede tener una idea más clara en el momento de elegir la alternativa correcta o más acertada en función de lo que cada uno necesite.
Por ejemplo, la fibra monomodo cuenta con un núcleo más pequeño que la opción multimodo. Por lo tanto, esta permite un ancho de banda ilimitado y con una menor pérdida. No obstante, hay que tener en cuenta que la fibra multimodo puede propagar diferentes modos de luz. Además, otra de las claves diferenciales la encontramos en la distancia de transmisión. Mientras que el SFP monomodo se utiliza habitualmente en enlaces de descarga con una distancia de hasta 120 kilómetros, el multimodo se usa en opciones con distancias más cortas.
Sin olvidar que otro de los elementos más diferenciales de estos dos SFP lo encontramos en su coste. El SFP monomodo resulta más caro que el multimodo. Y todo porque se usa diferentes unidades de emisoras de luz. En cualquier caso, hay que tener en cuenta todas estas diferencias en el momento de elegir un transceptor.
SFP a puerto RJ-45
Hoy en día existen transceptores SFP y SFP+ que transforman la señal a puerto RJ-45 para conectar un cable de red Ethernet. Imaginemos que tenemos un switch con 2 puertos 10GBASE-T y otros dos puertos SFP+, pero nosotros queremos conectar un servidor NAS a uno de estos puertos SFP+. Tenemos dos opciones: compramos una tarjeta SFP+ para el NAS, dos transceptores SFP+ y la fibra óptica, o bien compramos un transceptor a RJ-45 y conectados un cable de red Cat 7 o Cat 8 normal y corriente. Este tipo de dispositivos son realmente útiles para estos escenarios donde no tenemos los suficientes puertos 10GBASE-T que nosotros necesitamos.
En estos casos tan solo necesitamos asegurarnos de la velocidad, no importa el tipo de fibra porque realmente no se va a utilizar fibra óptica. Si compramos un SFP pues deberemos tener en cuenta que tendremos una red Gigabit Ethernet, y si compramos un SFP+ debemos tener en cuenta que dispondremos de una red 10Gigabit de alta velocidad, por lo que los equipos también deberían soportan (tienen que tener una tarjeta de red 10G).
Materiales
Siempre y cuando adquirimos material para utilizar en las redes, es importante que este sea de buena calidad. Las comunicaciones son una parte muy importante hoy en día, por lo cual es necesario que funcionen de la forma adecuada. De esta forma podremos garantizar el funcionamiento, y que se cumpla con las exigencias y requerimientos que sean necesarios. Esto hará que el servicio resulte más eficiente en todos los aspectos.
Por lo cual siempre que sea necesario adquirir nuevo material, no solo tendremos que mirar el precio. En muchas ocasiones realizamos estas compras basándonos en el, pero esto no es definitorio del material. Así como los precios demasiado bajos, tampoco suelen ser los mejores materiales. Lo ideal es acudir a marcas conocidas, o que directamente sepamos que son de buena calidad.
Esto no solo mejorará el rendimiento de la red y asegura la estabilidad. Si no que estos dispositivos suelen tener garantías, y muchas medidas de seguridad. Por lo cual, evitar que se puedan calentar y tener otro tipo de problemas que puedan causar daños, es otro de los objetivos. Siendo esto algo que es muy recomendable de aplicar ante cualquier instalación de redes que tengamos que hacer. Ya sea a grande o pequeña escala.
En el caso de los SFP, no estamos ante los conectores más económicos. Puesto que algunos llegan a superar los 20 euros. Lo cual hace que sea más importante comprarlos de buena calidad, debido a que uno malo puede ocasionar una pérdida económica mayor. Sobre todo, en el sector empresarial, donde hace falta una mayor cantidad de dispositivos debido al alto número e conexiones que se puede llegar a tener.
Posibles fallos
Aunque son dispositivos confiables, pueden presentar ciertos fallos que afectan su rendimiento y funcionalidad. Por lo que también es importante conocer cuáles son. Algunos de los problemas más comunes que nos podemos encontrar son:
- Fallo de enlace: Un fallo de enlace puede ocurrir cuando el transceptor SFP no establece una conexión adecuada con el dispositivo o el equipo de red al que está conectado. Esto puede deberse a una mala configuración, un cableado defectuoso o un problema de compatibilidad entre el transceptor y el equipo.
- Pérdida de señal: La pérdida de señal es un problema común en los transceptores SFP y puede deberse a una variedad de factores, como una mala calidad del cable de fibra óptica, una mala conexión en los conectores o problemas de interferencia electromagnética. Esto puede resultar en una reducción de la calidad de la señal y una disminución en el rendimiento de la red.
- Problemas de transmisión: Los transceptores SFP pueden experimentar problemas de transmisión que afectan la velocidad y la fiabilidad de la transferencia de datos. Estos problemas pueden manifestarse en forma de paquetes perdidos, retrasos en la transmisión o una tasa de error elevada. Pueden ser causados por interferencias externas, mala calidad del cableado o problemas internos en el transceptor.
- Sobrecalentamiento: El sobrecalentamiento es otro fallo común en los transceptores SFP y puede ser causado por una mala disipación de calor o un exceso de energía en el dispositivo. El sobrecalentamiento puede afectar el rendimiento del transceptor e incluso dañarlo permanentemente si no se controla adecuadamente.
- Problemas de compatibilidad: Algunos transceptores SFP pueden presentar problemas de compatibilidad con ciertos equipos de red. Esto puede deberse a diferencias en los estándares de fabricación, niveles de voltaje incompatibles o protocolos de comunicación no admitidos. Es importante asegurarse de que el transceptor SFP sea compatible con el equipo y las especificaciones de la red antes de su implementación.
- Fallo de lectura/escritura de datos: Los transceptores SFP pueden experimentar problemas en la lectura o escritura de datos, lo que resulta en la pérdida de información o la corrupción de los datos transmitidos. Esto puede ser causado por errores en los componentes internos del transceptor o por interferencias externas que afectan la integridad de la señal.
Cómo instalar un transceiver
Al tratarse de un dispositivo físico, debes saber que para su funcionamiento, deberás realizar una instalación del mismo en el puerto correspondiente del equipo en el que quieras utilizarlo. La instalación física de un transceptor es una tarea importante para asegurar su funcionamiento eficiente y prevenir problemas a largo plazo. Antes de comenzar la instalación, es fundamental buscar un entorno adecuado, evitando áreas con condiciones extremas como altas temperaturas, humedad excesiva o vibraciones intensas. Debes tener en cuenta que es un dispositivo delicado con una serie de pletinas y palancas que tienen una posición concreta y forzar su colocación puede suponer que acabe rompiéndose.
Durante la manipulación del transceiver, se debe tener cuidado y utilizar herramientas antiestáticas para evitar daños. Es esencial evitar tocar directamente las partes ópticas para no dejar huellas dactilares que podrían afectar la calidad de la señal. Además, una inspección visual previa asegura que el transceptor esté en buen estado, sin signos de daños físicos.
Cuando se procede a la instalación, es importante alinear correctamente el transceptor antes de aplicar presión de manera uniforme para evitar movimientos bruscos que puedan dañar los pines de conexión. Si el transceptor está conectado a un cable, se debe guiar y proteger adecuadamente la fibra óptica para evitar pliegues que puedan causar daños.
La fijación del transceptor, ya sea mediante tornillos o clips, debe ser segura para prevenir movimientos no deseados. Una vez instalado, es recomendable realizar pruebas de funcionamiento, que pueden incluir la medición de la potencia de salida, la verificación de la de la señal y la confirmación de la conectividad.
Si, por el contrario, lo que necesitas es retirar el transceiver, la mayoría de modelos disponen de una pequeña palanca que se utiliza para sacar la pieza con mayor facilidad. Antes de retirarlo, asegúrate de que el equipo se encuentra apagado y desconecta cualquier cable que tenga conectado. Asegúrate de no hacer movimientos bruscos ni con una fuerza desmedida para evitar que se acabe dañando.
Siguiendo estos pasos durante la instalación, conseguirás conectar bien el transceiver, minimizando riesgos de atascos, deterioro o problemas de conexión.
Otras consideraciones
Una consideración importante a la hora de escoger nuestro transceptor SFP adecuado, es que debemos estar muy atentos si nos encontramos con una situación en la que se combinan los dispositivos de red antiguos y los nuevos. En ese aspecto hay que tener en cuenta que la mayoría de los módulos SFP aceptan conectores de fibra LC pero esto no siempre es cierto en todos los casos.
Por otra parte, no debemos olvidarnos de que también son componentes electrónicos por lo que son sensibles a las condiciones ambientales. En ese aspecto debemos comprobar que nuestro transceptor soporta la presión, humedad y temperatura del sitio que va a ser colocado. Esto se puede verificar perfectamente en la hoja de especificaciones técnicas.
Antes de comprar nuestro transceptor SFP debemos comprobar la compatibilidad entre proveedores para que podamos utilizar todo nuestro equipamiento de red sin problemas. Aunque generalmente todos usan siempre los estándares, por lo que no deberíamos tener demasiados problemas a la hora de utilizarlos, pero es mejor revisarlo antes de comprarlo.