Tener dos tarjetas Wi-Fi en el mismo PC: ¿cómo lo podemos hacer?

Tener dos tarjetas Wi-Fi en el mismo PC: ¿cómo lo podemos hacer?

Alberto López

Si alguna vez os habéis preguntado si podéis tener dos tarjetas Wi-Fi en el mismo PC, o para qué puede servir tenerlas, vamos a ver un par de opciones donde puede ser útil tener este tipo de configuraciones en nuestro equipo. Vamos a ver qué tipos de tarjetas Wi-Fi podemos utilizar, y porqué tener dos tarjetas Wi-Fi en el mismo equipo puede ser un buen método de seguridad para estar siempre conectados.

Lo primero que debemos tener en cuenta para conectar nuestro equipo a una red Wi-Fi, es una tarjeta Wi-Fi, tenemos varios tipos que engloban tarjetas algo más cómodas gracias a su conexión por USB, y tarjetas que van insertadas en los puertos PCI Express de nuestro equipo de sobremesa. Normalmente, los equipos portátiles ya vienen con una tarjeta Wi-Fi de serie instalada en el equipo, y en este caso, la opción más obvia para añadir otra tarjeta Wi-Fi es una tarjeta Wi-Fi USB ya que no se pueden añadir tarjetas de otro tipo.

Diferentes tipos de tarjetas WiFi y cuáles son las mejores

Existen diferentes tipos de tarjetas WiFi, tanto USB como PCIe, y dentro de cada una de ellas, las encontramos con antenas externas o con antenas internas.

Tarjetas Wi-Fi USB

Este tipo de tarjetas son las más cómodas y las más económicas. Prácticamente ninguna tarjeta de este tipo necesita drivers propios ya que todos los drivers necesarios se encuentran ya disponibles dentro de la enorme biblioteca de drivers que tiene Windows. Las más económicas solo podrán conectarse a la red de 2.4GHz aunque tendremos opciones algo más caras que podrán conectarse también a la red de 5Ghz,

Tarjeta Wi-Fi USB con antena direccional

Este tipo es algo menos cómodo, porque necesita algo más de sitio para su antena externa pero es igualmente de las opciones más cómodas, tienen mejor captación gracias a su antena y normalmente tampoco necesitaremos drivers específicos, está claro que dependiendo del modelo. También dispondremos de configuraciones diferentes,  una antena solo 2,4Ghz, una antena Wi-Fi de doble banda o dos antenas, una para la red de 2.4Ghz y la otra para la red de 5Ghz.

Tarjeta Wi-Fi PCI Express

Este tipo de tarjeta va insertada dentro de nuestro equipo de sobremesa ocupando un puerto PCI Express, la mayoría tienen dos antenas y son capaces de operar hasta en Wi-Fi 6, también es otra buena solución para los problemas de espacio.

Tarjetas Wi-Fi PCI Express con estación externa

Este tipo de tarjetas constan de dos partes, la tarjeta que va colocada dentro de nuestro equipo, en el puerto PCI Express, y la estación externa la cual podremos colocar en otra zona si tenemos problemas de cobertura donde tengamos la torre de nuestro equipo. La estación suele contar con dos antenas aunque también hay modelos con cuatro antenas y son capaces de operar incluso bajo Wi-Fi 6.

Ahora que conocemos las opciones, vamos con las soluciones. Tener dos tarjetas instaladas en nuestro equipo de sobremesa nos da la posibilidad de conectarnos a dos redes inalámbricas diferentes. Podremos conectar una tarjeta con una red, y otra tarjeta con otra, independientemente de si las dos redes son ofrecidas por el mismo equipo (router) o si son diferentes.

Tener una segunda tarjeta a modo de backup

Si tenemos las dos tarjetas conectadas a dos redes diferentes proporcionadas por equipos también diferentes, nos da la posibilidad de tener una red activa como red principal, y la otra preparada para establecerse como principal y soportar todo el tráfico si la primera fallase.

Es necesario que esta red de reserva no esté supeditada al mismo equipo que la primera red, ya que si falla esa red, es muy posible que el fallo venga dado directamente por el estado de este equipo. Si por ejemplo, sufrimos un corte de red, puede haber sido por un reinicio automático del router que sirve esta red, por lo que si la segunda red también nos la proporciona este equipo, caerá de la misma manera que cayó la principal.

Cuando estamos conectados a dos redes diferentes, es necesario que dichas redes hagan uso de subredes diferentes de cara a la LAN, es decir, que ambas redes no utilicen la típica red 192.168.1.0/24, porque sino podríamos tener un problema en la tabla de enrutamiento del equipo, y no podremos acceder a los recursos compartidos de ambas, porque siempre tendremos una red como primaria y otra como secundaria saliendo por interfaces de red diferentes, y al utilizar la misma subred el equipo no podrá diferenciar entre ellas. Lo idóneo es utilizar subredes diferentes para no tener ningún tipo de problema, de esta forma, podremos comprobar en la tabla de enrutamiento por qué red saldremos a Internet, e incluso podremos modificarla sin muchos problemas por si queremos salir por la otra. Debemos tener en cuenta que solamente puede haber una puerta de enlace predeterminada, pero podremos cambiarla a través de la tabla de enrutamiento.

Dividir nuestra red para mantener archivos o equipos fuera de Internet

Al tener dos tarjetas Wi-Fi en el mismo equipo, también nos puede servir para mantener archivos a salvo. Tendremos un equipo con las dos tarjetas, una conectada directamente al router y por ende con acceso a Internet, y la otra podremos conectarla en modo Ad-Hoc con otro equipo de nuestra red, de esta manera, este segundo equipo no tendrá acceso a Internet, pero si estará dentro de la red local que formarán el equipo con acceso a Internet y este último. Lo que conseguiremos con esto, es poder compartir archivos con el equipo principal, pero con la seguridad de no poder recibir amenazas directamente desde internet.

Existen otros usos para este tipo de configuración, pero para ello necesitamos programas o aplicaciones de terceros. Hemos querido mostrarte algunos usos que no requieren más parafernalia que tener las dos tarjetas en el mismo equipo. De esta manera, podremos proteger tanto la conexión de nuestro equipo, en caso de una caída de la misma, como los archivos en un equipo de la red aislándolo de Internet para que no sufra ataques.

Cómo elegir una tarjeta de red

A la hora de adquirir nuevo hardware, siempre se recomienda tener claras necesidades que vamos a cubrir con él. En este caso, debemos saber para que se va utilizar cada tarjeta de red. Si dedicamos una a la conexión con Internet de nuestro equipo, los requerimientos serán diferentes a si la necesitamos solo para transferir archivos. Ya que una puede ser incluso para red Wi-Fi únicamente, y la otra con cable para transferencias más rápidas y estables. Algunas de las cosas en las que nos podemos fijar son:

  • Velocidad: La velocidad del adaptador de red es muy importante. Siendo esto lo que permitirá que nuestra tarjeta de red aproveche toda la velocidad, o no. Por suerte, hoy en día la gran mayoría de las tarjetas de red puede alcanzar al menos 1 Gb de velocidad. Por lo cual lo extraño sería disponer de una que no lo alcanza, a no ser que se compre material antiguo.
  • Puertos: En este caso pueden ser importantes por dos motivos. Primero por si la destinamos a la conexión a Internet por cable, y para transferir archivos por el mismo. Por lo general, estas tarjetas cuentan con un solo puerto de red, pero se pueden encontrar modelos con múltiples conexiones.
  • Compatibilidad: Revisar la compatibilidad con los sistemas operativos es importante. Sobre todo si realizamos interconexiones con equipos que cuentan con diferentes SO. Bien sean diferentes, como Windows o Linux. O si utilizamos algún otro como puede ser Windows Server.
  • Tecnologías: Cada vez el hardware que podemos adquirir cuenta con más herramientas y nuevas características. Conocer las que nos facilita cada pieza de hardware, puede hacer que nuestra red mejore.
  • Precio: No todo el material que podemos comprar tiene un precio adecuado. En muchas ocasiones tenemos piezas muy básicas por un precio muy alto. Por lo cual es bueno ver que estamos pagando lo correcto por cada componente.

Como puedes ver, tener dos tarjetas de red nos puede ayudar de muchas formas. Pero para ello, es muy importante elegir los componentes adecuados. De esta forma aprovecharemos al máximo las capacidades de nuestra red, sin tener que gastar dinero y tiempo de configuración de más.

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