Cuando nos conectamos a una nueva red inalámbrica Wi-Fi con Windows 10, automáticamente la recordará para posteriormente conectarnos sin necesidad de introducir las credenciales, ya sea una clave precompartida entre todos los clientes Wi-Fi, o directamente un usuario y contraseña para autenticarnos en un servidor RADIUS. También tenemos la opción de conectarnos automáticamente a la red Wi-Fi recordada si está al alcance, sin embargo, esto puede no siempre funcionar adecuadamente. Os vamos a explicar todo lo que debes revisar para que tu equipo con Windows 10 se conecte automáticamente a la red Wi-Fi.
Por lo general, si ya tenemos guardada una conexión WiFi en nuestro ordenador con Windows, debería conectarse de manera automática. Todo dependerá de si no hemos modificado nada de su configuración ni hay ningún error. Por esto mismo, hay que verificar una serie de puntos de la configuración de nuestro PC para salir de dudas. Y es que hay varios aspectos que pueden estar detrás de este inconveniente que nos hace tener que conectarnos a las conexiones inalámbricas de manera manual. Por suerte, hay distintos métodos de lo más eficaces y, sobre todo, fáciles de ejecutar con los que resolver este quebradero.
Por qué Windows no se conecta al Wi-Fi automáticamente
Si nos encontramos con el problema de que Windows no se conecta al Wi-Fi automáticamente, la consecuencia más directa va a ser que tengamos que conectarnos de forma manual cada vez que encendamos el equipo. Esto es una limitación importante, lógicamente. No es lo mismo encender cada día el equipo y tener ya acceso a la red, que tener que configurarlo.
Qué motivos hay
Pero, ¿Por qué ocurre esto? Las razones pueden ser muy diversas. Puede ocurrir que tengamos alguna mala configuración en Windows, como por ejemplo el ahorro de energía activado en la tarjeta de red. También puede pasar que tengamos la tarjeta de red desactualizada o que incluso sea un fallo tan simple como no tener marcada la conectividad automática.
También podría haber algún problema en el sistema relacionado con una actualización reciente o incluso algún virus. Si usas una versión obsoleta de Windows, eso podría dar lugar a fallos de compatibilidad a la hora de usar la red inalámbrica y conectarte a Internet. También puede que hayas instalado recientemente algún programa y resulte que tiene malware. Aunque el sistema funcione con cierta normalidad, podría afectar a algunos componentes como es el caso del Wi-Fi y conviene limpiarlo lo antes posible.
Sea cual sea el motivo real, la cuestión principal es que no vamos a poder conectarnos de forma automática al Wi-Fi. Va a ser básicamente como si cada vez que encendiéramos el ordenador nos conectáramos a una red diferente. Esto es un problema tanto molesto como también para que nuestro equipo reciba notificaciones o funcionen aplicaciones cada vez que lo iniciamos.
Un fallo o no por el que no tendremos que conectar de manera manual cada vez que vayamos a usar la conexión Wi-Fi de confianza. Por lo que resulta un proceso bastante molesto si es algo que se da de manera diaria. Es por esto mismo por lo que resulta imprescindible llegar a saber cuál es el problema o si se trata de un error en la configuración de nuestro ordenador Windows.
Proceso de conexión
El proceso que sigue Windows para conectarse a una red Wi-Fi de forma automática puede variar ligeramente dependiendo de la versión del sistema operativo y de la configuración específica de la red. Sin embargo, en general, el proceso se puede dividir en cuatro etapas: escaneo de redes, selección de red, autenticación y conexión.
En la primera etapa, el sistema operativo escanea automáticamente las redes Wi-Fi disponibles en el área de cobertura del dispositivo. Para hacer esto, el sistema envía paquetes de solicitud de información a todas las redes Wi-Fi en el área. Cada red responde con un paquete de respuesta que incluye su nombre de red (SSID) y otra información relevante.
En la segunda etapa, el sistema operativo selecciona la red Wi-Fi a la que se conectará de forma automática. Para hacer esto, el sistema operativo tiene en cuenta diferentes factores, como la potencia de la señal, la calidad de la conexión y la seguridad de la red. Si hay varias redes Wi-Fi disponibles, el sistema operativo puede mostrar una lista de las redes disponibles para que el usuario seleccione la que desea conectarse.
En la tercera etapa, el sistema operativo autentica la conexión con la red Wi-Fi seleccionada. Si la red Wi-Fi está protegida con una contraseña, el sistema operativo solicitará al usuario que ingrese la contraseña para autenticar la conexión. En algunos casos, la autenticación puede ser automática si se ha guardado la contraseña previamente.
Finalmente, en la cuarta etapa, el sistema operativo se conecta a la red Wi-Fi seleccionada y autenticada. Para hacer esto, el sistema envía un paquete de solicitud de conexión a la red WiFi. La red Wi-Fi responde con un paquete de respuesta que confirma la conexión. Si la conexión se establece correctamente, el sistema operativo muestra una notificación indicando que está conectado a la red Wi-Fi.
Pasos para que el Wi-Fi se conecte automáticamente
Entonces, ¿Qué podemos hacer para que el Wi-Fi se conecte automáticamente en Windows? Vamos a ver una serie de pasos esenciales que debemos dar para que todo esté bien configurado y nuestra tarjeta de red y el sistema operativo funcionen cada vez que encendamos el equipo y no tengamos que configurarlo de forma manual.
Verificar que no tenemos el ahorro de energía activado en la tarjeta Wi-Fi
Lo primero que tenemos que verificar es que no tengamos la característica de ahorro de energía activada en nuestro adaptador Wi-Fi, ya sea una tarjeta de red interna de nuestro portátil o ultrabook, una tarjeta Wi-Fi USB, e incluso una tarjeta Wi-Fi PCI-Express que nosotros hayamos instalado en el ordenador. Esta característica es muy importante en ordenadores portátiles o ultrabooks, porque nos permitirá ahorrar algo de energía poniendo la tarjeta en espera, es posible que esto también te de problemas a la hora de conectarse automáticamente a la red WiFi.
Para comprobar esto, tenemos que irnos a «Panel de Control / Administrador de dispositivos» y buscar nuestra tarjeta de red Wi-Fi que estamos utilizando actualmente, y con la cual nos conectaremos a la red Wi-Fi.
Cuando hayamos desplegado todos los «Adaptadores de red», podremos ver en detalle todas las tarjetas de red físicas y virtuales que tenemos en nuestro sistema operativo. Seleccionamos la tarjeta Wi-Fi que nosotros tengamos.
Para entrar dentro de la configuración de la tarjeta de red Wi-FI, debemos pulsar el click derecho del ratón y pinchar en «Propiedades», de tal forma que nos lleve a los diferentes menús de la tarjeta.
Una vez que estemos dentro de «Propiedades» de la tarjeta de red Wi-Fi, debemos irnos a la sección de «Administración de energía«, y comprobar que la opción de «Permitir que el equipo apague este dispositivo para ahorrar energía» esté desactivada. Esto podría causar problemas con la conexión automática de la red inalámbrica.
Una vez que lo hayamos hecho, pinchamos en «Aceptar» y procedemos a reiniciar nuestro ordenador para probar si se ha solucionado el problema.
Verificar que tenemos la conexión automática a la red Wi-Fi activada
Al conectarnos a una red Wi-Fi nueva, tenemos la posibilidad de seleccionar si queremos conectarnos automáticamente, sin embargo, si no hemos seleccionado esta opción en la primera conexión a la red Wi-Fi, tendremos que irnos a la configuración de la red Wi-Fi de Windows para activar la característica manualmente.
Esto solamente es recomendable para redes WiFi domésticas o que sepamos que son de confianza, porque es posible que cuando pases por ahí nuevamente se conecte a una red WiFi abierta o que un atacante externo genere un AP falso con el mismo SSID y nos conecte automáticamente para atacarnos. Nunca deberíamos recordar las redes WiFi de hoteles, restaurantes, aeropuertos etc, porque un atacante puede generar un AP falso en cualquier momento y hacerse con todo el tráfico que pase por la red, e incluso podría reenviarnos a webs maliciosas con el objetivo de robarnos credenciales de usuario, datos de tarjetas de crédito y mucho más.
Nos vamos a «Inicio / Configuración de Windows«, y en el menú principal seleccionamos «Red e Internet«.
Una vez que estemos en el menú principal de «Estado«, pinchamos en «Cambiar las propiedades de conexión«, para acceder directamente a la configuración de la red inalámbrica donde estamos conectados actualmente.
Una vez dentro de la configuración, debemos asegurarnos de que la opción «Conectar automáticamente cuando se encuentre dentro del alcance» está activada. Si estás en tu hogar, podrás además configurar el perfil de red a «Privado» para poder compartir archivos en red local.
Conectarnos automáticamente a la red WiFi desde el primer momento
Si aún no te has conectado a la red inalámbrica donde quieres que tu ordenador se conecte automáticamente, recuerda habilitar la opción de «Conectar automáticamente» tal y como aparece justo antes de introducir la contraseña o las credenciales de acceso. Pero recordando que solamente es recomendable pinchar en «conectar automáticamente» si la red WiFi es doméstica y es nuestra, es decir, si queremos que se conecte siempre que sea posible. No es recomendable hacer uso de esta opción en redes WiFi públicas porque correremos el riesgo de que el ordenador se conecte sin que nosotros queramos, y podamos tener filtración de datos.
Siguiendo todos estos pasos, ya deberías poder conectarte automáticamente a la red Wi-Fi o redes inalámbricas que desees, no obstante, debes tener en cuenta otros aspectos para que la conexión automática sea un éxito.
Si no sabes qué hacer para que aparezca, es tan sencillo como desconectarte de la conexión inalámbrica y antes de pulsar en ‘Conectar’ de manera manual, marca la casilla de ‘Conectar automáticamente’. Por lo que no tiene ningún tipo de misterio.
Consejos generales para que la red funcione bien
También queremos mostrar algunas recomendaciones esenciales y generales para que la red Wi-Fi funcione correctamente. Solo así lograremos que se conecte de forma automática cada vez que encendamos el ordenador y, también, evitar cualquier tipo de problema que pueda surgir.
No cambiar el nombre de la red (SSID), clave y tipo de cifrado
Antes de conectarte nuevamente, debes asegurarte de que la red inalámbrica no ha cambiado de nombre (SSID), de lo contrario, no podrás conectarte porque los datos han cambiado, y lógicamente tendrás que conectarte con los nuevos datos.
También debes asegurarte de que la red inalámbrica no ha cambiado la contraseña de acceso, si ha cambiado, entonces tendrás que poner la nueva contraseña, lo mismo ocurre si ha cambiado el tipo de cifrado, asegurarte de que la red inalámbrica no ha cambiado de tipo de cifrado, por ejemplo, de red Wi-Fi sin clave a WPA2, ya que te dará un error y el propio Windows te indicará que necesitas una contraseña de acceso.
Estar al alcance de la red Wi-Fi
Por otra parte, debes asegurarte de que la red inalámbrica está al alcance, es decir, que no estás demasiado lejos del router inalámbrico o punto de acceso Wi-Fi. Es muy importante que para comprobar el correcto funcionamiento, te ubiques lo más cerca del router posible para evitar cualquier tipo de problema de cobertura. Siempre es recomendable conectarse a la banda de 5GHz si estás cerca, ya que tendrás mayor velocidad y menos interferencias, si estás demasiado lejos, puedes conectarte a la banda de 2.4GHz ya que tiene mayor cobertura.
En caso de ser necesario, siempre podremos hacer uso de un repetidor Wi-Fi u otro dispositivo que nos ayude a mejorar la conexión inalámbrica. De esta forma lograremos que la distancia no sea un impedimento y poder conectarnos a la red sin mayores dificultades de forma automática. Los dispositivos PLC son muy útiles cuando nos conectamos en otra planta o podemos estar en una zona muerta, ya que aprovecha el cableado eléctrico para llevar la señal de Internet.
Mantener drivers de la tarjeta Wi-Fi actualizados
Por último, es recomendable siempre mantener los drivers de tu tarjeta Wi-Fi actualizados. Si utilizas una tarjeta inalámbrica PCIe o USB, deberás acceder a la web oficial del fabricante de tu tarjeta de red para descargar los últimos drivers disponibles. Si utilizas la tarjeta integrada en los portátiles o ultrabooks, deberás conocer el modelo de tu tarjeta, y acceder directamente a la web del fabricante. Normalmente las tarjetas de red Wi-Fi integradas en los portátiles y ultrabooks son Intel, por tanto, deberás acceder a la web oficial de Intel para descargar la última versión para obtener las últimas mejoras en rendimiento y corrección de errores.
Para actualizar la tarjeta en Windows hay que ir a Inicio, entrar en Administrador de dispositivos, Adaptadores de red y allí seleccionar la tarjeta correspondiente. Hecho esto hay que hacer clic con el botón derecho del ratón y le damos a Actualizar controlador. Siempre debes comprobar que tienes las últimas versiones disponibles, tanto de la tarjeta de red inalámbrica como también Ethernet y así lograr un funcionamiento óptimo.
¿Qué hacer si no se conecta de forma automática?
Es posible que en algún momento la conexión automática no se realice. El principal motivo es la falta de haber configurado de manera correcta el punto anterior, es decir, activar la opción de que se conecte automáticamente. Sin embargo, hay a veces que el problema es otro, por lo cual seguramente hay algún error en alguna otra parte del sistema que está provocando este inconveniente. Si nos olvidamos de problemas que pueden no estar en nuestra mano si una Wi-Fi no es nuestra, hay algunas cosas que podemos revisar en nuestros equipos.
Comprueba que el equipo esté actualizado
Lo primero y algo muy importante, es revisar que todo esté totalmente actualizado. Tanto los equipos que se van a conectar a la red Wi-Fi, como los dispositivos de red que se encargan de suministrar. Esto no solo nos librará de fallos, si no que a nivel de seguridad cumple un papel muy importante. En estos tipos de dispositivos se pueden infiltrar atacantes que se hacen con nuestros datos.
Y es que, mantener actualizado el sistema es la clave para que funcione todo de la mejor manera. Al menos en la mayoría de los casos. Por lo que si has notado que últimamente no está optimizado el rendimiento del equipo, es el momento de pasar a actualizarlo para que vuelva a funcionar con normalidad. Además de que muchos problemas se solucionan con nuevas actualizaciones.
Problemas con una herramienta de seguridad
Si tenemos algún servicio de VPN y firewall, debemos saber que estos también pueden generar conflictos a la hora de conectarnos a la red Wi-Fi. Estos permiten que estemos más seguros cuando usamos internet, pero al realizar esta tarea pueden interpretar que una conexión no es segura. Por lo cual no nos dejarán conectarnos, a no ser que los desactivemos.
Para salir de dudas, lo único que se debe hacer es probar a deshabilitar de manera temporal estas herramientas de seguridad. Una vez hecho, hay que probar a que se conecte de manera automática o no. Es tan fácil como reiniciar el equipo para que una que se encienda, reconozca la conexión de manera automática y se conecte.
Posible malware
Esto nos puede llevar a otros inconvenientes que también nos entorpecen en este sentido. Y es que nuestro equipo se encuentre infectado por alguna amenaza en forma de malware.
Algunas afectan directamente a las conexiones inalámbricas, y como tal evitarán que realicemos la conexión. Entonces es recomendable analizar el equipo con el antivirus, y erradicar los posibles problemas. Esto nos ayudará en muchos más aspectos a favor de nuestra seguridad en internet. Por lo tanto aquí entran en juego los antivirus que tengamos en los PC. Será necesario analizar el ordenador en busca de posibles virus que estén detrás de este problema.
Culpa de otros programas
Otros programas que tengamos en el equipo pueden generar problemas. Y no tienen que ser peligrosos, simplemente estar generando algún tipo de conflicto o incompatibilidad. No es un caso tan común, pero puede pasar.
Esto suele sucede sobre todo si estos programas se descargan desde lugares no oficiales, ya que requieren activadores mayores. Por lo tanto, en estos casos siempre se recomienda desinstalar aquellas herramientas que se han instalado recientemente en el ordenador, ya que pueden estar detrás de este problema de conexión con las redes Wi-Fi.
Comprobar que el sistema funciona bien
Otra causa del problema puede ser algún fallo en el sistema. Generalmente lo provoca tener una versión obsoleta de Windows o incluso algún malware que se haya colado. En ambos casos podría afectar a la conexión Wi-Fi y evitar que se conecte automáticamente, por lo que debes verificar que todo está en orden.
Lo primero que debes hacer es comprobar que tienes la última versión y evitar así conflictos con los controladores de la tarjeta de red. Para ello tienes que ir a Inicio, entras en Configuración y vas a Windows Update. Automáticamente te mostrará posibles archivos que puedan estar disponibles para instalar. Es algo que deberías revisar de forma periódica para asegurarte de tener siempre todo actualizado correctamente y que no aparezcan problemas.
Por otra parte, debes asegurarte de que no hay ningún malware en el equipo. Para ello lo mejor es usar un buen antivirus y ahí el propio Windows Defender puede ser la solución. Funciona bien, viene integrado con el sistema y además es gratuito. No obstante, puedes encontrar otras muchas opciones disponibles en Internet. Este tipo de programas te ayudarán a mantener la seguridad, pero también detectar posible software malicioso que ya haya en el equipo y eliminarlo.
En definitiva, si ves que el Wi-Fi no se conecta automáticamente al iniciar Windows, esto puede ocurrir por diferentes motivos. Hemos visto cuáles son los principales y qué podemos hacer para evitarlo. Una serie de pasos con los que podremos automatizar la conectividad inalámbrica cada vez que encendemos el ordenador.
¿Siempre es bueno que se conecte de forma automática?
Respondiendo a esta pregunta, la respuesta es no. Lo cierto es que por mucho que sea buena idea configurar el ordenador o conseguir que se conecte de manera automática a todas las conexiones WiFi que están guardadas en el sistema una vez que las detecta, la realidad es que no siempre es la mejor alternativa. Y todo por un motivo: la seguridad.
Si se trata de la red WiFi de casa, doméstrica, la de la oficina que es de confianza o cualquier otra conexión inalámbrica que sabes que es segura, entonces resulta clave hacer que se conecte de manera automática. De esta manera no perderemos el tiempo conectando el PC de forma manual cada vez que queramos usar el Wi-Fi. Sin embargo, si es una red que no es fiable, como podría ser la de un hotel, entonces es mejor idea que nos conectemos de manera manual, así no nos despistaríamos y nos conectaríamos sin querer a este tipo de conexiones que no son fiables, las cuales ya habíamos guardado previamente en algún momento.