En los últimos años, los ataques DDoS o también conocidos como ataques Distribuidos de Denegación de Servicio, se han convertido en una de las principales amenazas de miles de sitios web y la preocupación de miles de empresas por todo el mundo. Para mitigar los ataques DDoS que un atacante pudiera hacer, generalmente se contratan servicios de CDN como Cloudflare que nos permiten habilitar un sistema anti-DDoS. ¿Es recomendable activar este servicio solamente en caso de ataque o es mejor dejarlo siempre activado? Hoy en RedesZone hablaremos sobre las dos políticas que podemos seguir.
Todos sabemos que en Internet hay múltiples ataques que pueden poner en riesgo nuestros equipos. Es algo que ocurre al utilizar cualquier dispositivo o sistema operativo. Una de las variedades de ataques es lo que se conoce como DDoS, sin embargo, puede que no sea la única que debas conocer.
Funcionamiento de un ataque DDoS y tipos
Los piratas informáticos utilizan los ataques DDoS para tirar las páginas web o diferentes servicios que una determinada empresa tenga en Internet. Esto hace que cualquier empresa, ya sea grande o pequeña, se vea amenazada continuamente por este tipo de ataques. Aunque los ataques DDoS se están realizando continuamente en Internet, solo algunos de ellos son lo suficientemente potentes como para tirar por completo una web, ya que hoy en día disponemos de servicios de CDN para mitigar lo máximo posible este tipo de ataques. El objetivo que tienen los atacantes con este tipo de ataques son los siguientes:
- Sitios web de comercio electrónico.
- Aplicaciones online, como las del banco.
- Plataformas educativas.
- Sitios web de los diferentes Gobiernos.
- Cualquier servicio expuesto a Internet.
Los atacantes suelen aprovechar diferentes redes de dispositivos infectados con un malware, para empezar a enviar una gran cantidad de datos o a abrir conexiones con un servidor en concreto, es decir, suelen utilizar botnet, ya sean de su propiedad o bien «alquiladas» durante unas horas, y es que en el mundo de cibercrimen se puede comprar sin muchos problemas el control total de una botnet para atacar a un objetivo.
Actualmente existen varios tipos diferentes de ataques DDoS, dependiendo de cómo se realizan y cuál sea nuestro objetivo, podremos usar unos tipos u otros, e incluso combinación de varios.
Volumétricos
Los ataques volumétricos son los que están orientados a saturar por completo el ancho de banda disponible de un objetivo en concreto. Este tipo de ataques también se conocen como ataques basados en volumen, ya que envían cientos de GB por segundo mediante una botnet que hayan comprado. De esta forma, al saturar el ancho de banda que va hacia el servidor, los usuarios legítimos que quieren acceder al servicio no podrán hacerlo, causando una denegación de servicio.
Algunos de los ataques más habituales que son volumétricos son los siguientes:
- Amplificación de DNS: consiste en aprovecharse del protocolo DNS, falsificando la IP del objetivo para enviar una gran cantidad de solicitudes y conseguir que los servidores DNS les respondan.
- Inundación ICMP: se puede usar este protocolo para inundar el ancho de banda disponible de nuestro objetivo.
- Inundación UDP: en este caso se utiliza el protocolo UDP para intentar saturar el ancho de banda de un objetivo, para colapsar los puertos del servidor. Este ataque es el más potente porque permite saturar servicios que tienen un gran ancho de banda.
Tal y como podéis ver, los ataques volumétricos tienen como objetivo saturar por completo el ancho de banda disponible del servidor.
Ataques a protocolos
El objetivo de este ataque es agotar todos los recursos del servidor atacado, intentando colapsar el propio servidor creando cientos de peticiones por segundo falsificadas, para bloquear el servidor web e incluso también bloquear el mismo sistema operativo debido a este elevado tráfico inusual. El ataque a protocolos más popular y utilizado es la inundación TCP SYN a un determinado equipo, debemos tener en cuenta que el protocolo TCP es un protocolo conectivo, fiable y orientado a conexión, por lo que antes de empezar a enviar datos reales, es necesario realizar en handshake con el servidor, para que posteriormente todos los datos fluyan correctamente sin pérdida de paquetes. A continuación, os explicamos en qué consiste el ataque TCP SYN:
- Un atacante envía al servidor un segmento TCP con el flag de SYN, en este segmento no estará nuestra dirección IP de origen real, sino una falsificada.
- El servidor intentará establecer el handshake de tres vías, enviando al cliente que se ha conectado un SYN-ACK, sin embargo, nunca llegará porque ha falsificado su IP de origen.
- El servidor tendrá que esperar un determinado tiempo hasta cerrar la conexión que se ha abierto.
Si un atacante envía 10 segmentos TCP SYN, el servidor será capaz de gestionarlo correctamente y sin problemas, pero cuando el atacante envía millones de segmentos TCP SYN, se podría llegar a bloquear fácilmente. No obstante, en las últimas versiones de los sistemas operativos ya existen medidas de mitigación de este ataque, además, también podríamos incorporar un SYNPROXY para gestionar de manera más eficiente este tipo de ataques.
Ataques a la capa de aplicación
Este tipo de ataques tienen como objetivo provocar la caída completa del servidor web, ya sea un Apache2 o Nginx que son los dos más populares. Esto se realiza enviando solicitudes HTTP que parecen legítimas, pero realmente no lo son. Estos ataques también son conocidos como ataques DDoS de capa 7 (aplicación), además, existen principalmente dos tipos de ataques:
- Inundación HTTP: consiste en enviar miles de solicitudes HTTP desde diferentes IP de origen, tienen como objetivo saturar el servidor web por completo y que deje de funcionar.
- Low-and-slow: este ataque consiste en enviar un pequeño flujo de tráfico HTTP, sin necesidad de usar demasiado ancho de banda, el objetivo es ir saturando poco a poco el servidor web con el objetivo de que se caiga y se le deniegue el servicio a los usuarios reales.
Ahora que ya conocéis los diferentes ataques DDoS que existen, os hacemos la pregunta: ¿merece la pena tener siempre las medidas de seguridad anti-DDOS activadas? ¿sería mejor solamente activarlas en caso de ataque real? Hoy en día todos los servicios de hosting y también de CDN nos permiten activar medidas de mitigación de DDoS. Un ataque DDoS se puede mitigar en menor o mayor medida, pero nunca se puede evitar porque no está en nuestra mano que este ataque pare, esto es lo primero que debemos tener en cuenta. Después de tener esto claro, debemos pensar si activar el sistema anti-DDoS bajo demanda o dejarlo siempre activo para que nos proteja frente a posibles nuevos ataques, sin embargo, cada política tiene sus puntos fuertes y también sus puntos débiles.
¿Qué otros tipos de ataques hay?
Los piratas informáticos usan estrategias muy diversas para lograr su objetivo. Por esto mismo, son muchos los ataques que podemos sufrir a la hora de navegar por la red, no solo los ataques DDoS.
RDoS
Los ataques RDoS tienen mucha relación con lo que hemos mencionado anteriormente. Utilizan parte de cada una de esas dos amenazas. Podemos decir que básicamente nos encontramos ante un ataque DDoS pero en el que los atacantes nos extorsionan para lograr un beneficio económico.
Un atacante puede denegar el acceso a servicios muy diversos, como puede ser por ejemplo un servidor. Una vez ha infectado a ese usuario u organización pedirá un rescate para que vuelva a estar operativo lo antes posible. Es esa la parte que coge del ransomware: pedir dinero.
Especialmente pueden afectar a empresas que podrían ver cómo su negocio se ve paralizado por un ataque de este tipo. Es por ello que los responsables, con el pensamiento de que todo vuelva a la normalidad lo antes posible, llevarían a cabo ese pago.
Este tipo de ataques denominados RDoS se basan en el miedo e incertidumbre de la víctima. Utilizan el tiempo para que paguen cuanto antes y de esta forma que todo vuelva a la normalidad.
PDoS
PDoS es un ataque de denegación de servicios permanente. Consiste en llevar a cabo un sabotaje de hardware. El atacante bloquea el dispositivo o bloquea el firmware por completo sin que pueda hacer absolutamente nada. Ese equipo deja de funcionar y no solo se ve comprometido parcialmente.
La víctima que sufre un ataque PDoS no tiene más remedio que reparar ese dispositivo o incluso llegar a comprar uno nuevo. De lo contrario la empresa u organización que dependa de ese sistema no podría continuar con las actividades de forma normal.
El atacante lo que hace es dañar el dispositivo a través de la carga de BIOS maliciosa o mediante la administración remota. Suele ser habitual que aprovechen vulnerabilidades existentes en el software del dispositivo o una imagen del firmware corrupta.
No obstante, los ataques PDoS también pueden realizarse de forma física. Un ejemplo es a través de una memoria USB configurada de forma maliciosa. Un simple pendrive podría comprometer un equipo y hacer que no pueda funcionar. Hay que tener en cuenta que los ataques PDoS principalmente a equipos que pueden administrarse de forma remota. Por ejemplo, un router.
TDoS
Otra variedad que podemos encontrar son los ataques TDoS. Se trata de un ataque de denegación de servicios de telefonía. Consiste en que un atacante lanza una gran cantidad de llamadas y las mantienen activas durante el mayor tiempo posible contra la red de destino. Esto provoca que no puedan recibir llamadas legítimas y afecte lógicamente al funcionamiento de una empresa u organización al no poder dar servicio correctamente a los usuarios.
Una característica de los ataques TDoS es que no solo están dirigidos a grandes empresas y corporaciones, sino también a pequeñas organizaciones. Con el paso del tiempo han ido evolucionando y se han convertido en algo más automatizado. Los atacantes crean campañas de llamadas.
¿Cómo es capaz el atacante de realizar tantas llamadas al mismo tiempo? Una de las formas más comunes es a través de un malware. Un software malicioso que se descarga en los teléfonos de muchos usuarios a través de redes sociales, páginas falsas y descargas de archivos. Ese malware está programado para realizar una llamada automática a un número de terminado.
DrDoS
DrDoS viene de DDoS Reflection. En español lo podemos traducir como ataque de denegación de servicio de reflexión distribuida. En este caso, a diferencia de un ataque DDoS, no solo se lanza una gran cantidad de volumen de solicitudes para conseguir la denegación de servicios, sino que se amplifica.
Básicamente lo que ocurre es que un ataque de denegación de servicio es capaz de multiplicar el número de solicitudes para atacar al objetivo final. Para que esto ocurra es necesario que haya una gran cantidad de dispositivos que participen en ese ataque.
Estas solicitudes a los dispositivos host de la víctima se redirigen o reflejan (de ahí su nombre) desde los hosts hasta el destino. Esto es lo que provoca una amplificación del tráfico para el ataque.
Un punto importante que consigue este tipo de ataque es que la dirección IP de los dispositivos que forman parte del ataque no llega al destino. Es decir, lo que ocurre es que se sustituye esa dirección IP por la del propio sistema que se está atacando. Esto se conoce como suplantación de identidad y logra falsificar la fuente de la solicitud.
APDoS
Los ataques DDoS generan una gran cantidad de solicitudes que van orientadas a un servicio, página web o plataforma. Muchas peticiones de acceso que pueden generar problemas y hacen que el servidor no responda y que por tanto no puedan acceder usuarios legítimos al contenido.
Los ataques APDoS son un ataque avanzado de denegación de servicio persistente. Es una amenaza que cada vez está más presente. Podemos decir que se nutre de las características más potentes a la hora de llevar a cabo los ataques y además lo combina con una campaña de ataque multivectorial que se dirige a todas las capas de la infraestructura, como puede ser el servidor, la red o el sistema.
Por lo tanto, se puede decir que son ataques DDoS de forma masiva y persistente. Inundan la red, el sistema y el servidor con múltiples ataques repetidos. Pueden usar de cinco a ocho vectores de ataque al mismo tiempo y esto involucra varias decenas de millones de solicitudes por segundo.
Anti-DDoS bajo demanda
Un sistema anti-DDoS bajo demanda consiste en un servicio que podemos activar o desactivar siempre que nosotros queramos. En caso de que nuestro hosting o CDN detecten un ataque DDoS a nuestra web, aplicación o servicio online, nos avisará inmediatamente para decidir qué medidas tomar. Generalmente las medidas a tomar son:
- Analizar el tipo de ataque DDoS que nos están realizando.
- Activar las medidas de mitigación orientadas específicamente a parar este ataque que nos están realizando.
Cuando activamos las medidas de mitigación DDoS, el tráfico legítimo podría verse también afectado, es decir, es posible que ciertos clientes no puedan acceder a nuestra web, porque en muchos casos es complicado diferenciar entre tráfico malicioso y tráfico legítimo. Dependiendo de las políticas que se utilicen en el firewall, estos problemas pueden no aparecer o solamente una menor medida, o es posible que cientos de clientes les afecte estas medidas de mitigación si es que el ataque DDoS es más agresivo, por lo que debemos tenerlo muy en cuenta.
Los puntos fuertes de usar este sistema bajo demanda, es que solamente lo usaremos durante el periodo de tiempo que dure el ataque, y una vez que pase, entonces lo podremos desactivar sin ningún problema y nuestra web seguirá funcionando adecuadamente. El aspecto negativo de usar este método, es que es posible que nos tiren la web hasta que activemos las medidas de mitigación en el hosting o CDN, además, siempre debería estar alguien del equipo técnico pendiente de que va todo bien y monitorizar continuamente el tráfico de nuestra web.
Mitigación de ataques siempre activada
Un sistema de mitigación de ataques distribuidos de denegación de servicio siempre activado, consiste en que la mitigación frente a estos ataques siempre está funcionando y operativo. Ciertos hostings y también CDN nos permiten habilitar de forma permanente esta protección, para mitigar cualquier posible ataque que nos realicen. Aunque pueda parecer que tener siempre este sistema activado es perfecto porque seremos inmunes a los diferentes ataques, lo cierto es que no es tan bueno como parece.
Cuando activamos las medidas de mitigación DDoS de forma continuada, debemos tener en cuenta todos los tipos de ataques y crear reglas para mitigar todos ellos simultáneamente. Otro aspecto muy importante, es que el tráfico legítimo de nuestros clientes podría verse afectado, impidiendo que cientos de usuarios puedan acceder a nuestra web, por lo que nosotros mismos podríamos estar denegando el servicio. Esto es algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de activar la mitigación de forma permanente o casi permanente, porque muchísimo tráfico que no es malicioso podría verse bloqueado.
La parte positiva de tenerlo siempre activado, es que no nos debemos preocupar en exceso por este tipo de ataques, ya que la mayor parte de ellos serán mitigados adecuadamente, no obstante, debemos tener en cuenta qué reglas hemos aplicado para realizar esta mitigación, porque es posible que no hayas «cubierto» todos los posibles ataques.
Evitar ser víctimas de este tipo de ataques
Algo básico y que no puede faltar es contar con herramientas de seguridad. Un buen antivirus puede prevenir la entrada de malware que a su vez permita el acceso de intrusos o de otras variedades de software malicioso que pueda afectarnos. Es muy importante que tengamos esto en cuenta sin importar el tipo de dispositivos o sistemas operativos que estemos utilizando.
También será esencial mantener los equipos actualizados. Esto especialmente protegerá los servidores de ataques externos que deriven en RDoS y similares. Son muchas las ocasiones en las que pueden surgir vulnerabilidades que son explotadas por los piratas informáticos para llevar a cabo sus ataques. Por ello debemos instalar todos los parches que haya disponibles y evitar así esos problemas de seguridad que terminen por afectar a nuestra privacidad y al buen funcionamiento de los sistemas.
Por último, aunque quizás lo más importante, el sentido común. Necesitamos evitar errores que nos comprometan. Fallos que cometemos al navegar, por ejemplo, como podría ser descargar un archivo adjunto malicioso por correo electrónico. Es vital que tengamos siempre presente el sentido común.
Conclusiones
La mitigación de ataques bajo demanda o siempre activado tiene sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Generalmente se suele usar siempre la mitigación bajo demanda, para evitar que el tráfico legítimo de nuestros clientes también se vea bloqueado. Esto se puede hacer de forma fácil y rápida a través del panel de administración de nuestro hosting, o si usas servicios de CDN como Cloudflare, podremos activarlo directamente desde el menú principal de gestión.
En el caso de Cloudflare, podremos activar diferentes medidas de mitigación dependiendo del tipo de ataque, por ejemplo, podremos activar las medidas de mitigación de capa 7 únicamente, esto nos protegerá frente a los ataques que van dirigidos a nuestras webs con HTTP y HTTPS. También podremos activar las medidas de mitigación de la capa de transporte y red, por ejemplo, nos permitirá proteger el servicio de FTP, SSH e incluso VoIP o juegos online, con el objetivo de añadir una capa de seguridad adicional a estos servicios.
Por último, también podríamos establecer reglas para que las medidas de mitigación se activen automáticamente en caso de ataque, y cuando este ataque cese, entonces deshabilitar las medidas de seguridad para no interferir en el tráfico legítimo.