Tras perder el móvil tal y como pudisteis leer en: Mi historia del Nexus S Parte 1. Llegaba la hora de pensar como un futuro ingeniero en informática para adelantarme a los movimientos del que me había robado el móvil. Era hora de ser frío y calculador, ponerme en su pellejo y adelantarme a sus movimientos, era hora de pensar como un Sintactic Brain.
Después de todo lo ocurrido anteriormente, procedo a twittear lo sucedido para que compañeros míos y profesores se hicieran eco del asunto (muchas gracias a todos, ¡¡sois los mejores!!) por si lo habían visto, sin embargo no hay suerte y nadie ha visto nada.
Tras dar el móvil por perdido pienso en la información que tenía dentro de él, y me doy cuenta de que tienen un gran poder entre sus manos: mis certificados OpenVPN. Con estos certificados podrían acceder a la red de mi casa con permisos totales para destruir todo lo que quisieran. Inmediatamente apagué el router por control remoto para que no entraran por ahí.
El móvil tenía un programa de rastreo instalado, el cual, prefiero no comentar. Gracias a este programa podía geolocalizar el móvil, sin embargo, no se conectaba a Internet ni vía 3G ni vía WiFi por lo que estaba atado de pies y manos. En twitter comenté que no tenía nada instalado, por si el ladrón lo veía y tomaba las precauciones pertinentes, pero a día de hoy, ya no espero recuperarlo así que lo cuento todo.
Mi querido Nexus S no podía comunicarse conmigo para pedir socorro, ni yo tampoco comunicarme con él para ir en su auxilio.
Llegué a casa sólo, sin mi móvil, pensaba que no lo iba a ver nunca más, y de momento, así ha sido.
Cambié todas las claves de todos los servicios, email, servicios de mensajería instantánea, todo lo relacionado con RedesZone (acceso web, servidor ftp, credenciales de admin en adslzone etc), anulé certificados digitales que tenía en vigor, certificados de mi OpenVPN y un largo etcétera de información de carácter privado.
Llamé a mi operador, Pepephone, le cuento lo sucedido y me comentan que si quiero bloquear la SIM y el IMEI. Mi respuesta es NO a ambas preguntas:
- Si llamaba a un número (si era capaz de adivinar el PIN), se le podría rastrear más fácilmente, y tan sólo podría llamar hasta máximo 5€ de saldo.
- Si anulaban el IMEI no podrían insertar una SIM y autenticarse en la red de su operador…y el móvil no podría pedir auxilio.
Próximamente tendréis la siguiente y última parte, será la que más os guste ya que el programa rastreador… funcionó 🙂