Se trata de parte del ciclo vida de todos los sistemas operativos. Estas versiones han estado con los usuarios varios años pero los responsables de Ubuntu han decidido que estas versiones ya han cumplido su ciclo de vida, y tendrán que dejar paso a las nuevas. Por eso, las distribuciones mencionadas dejarán de dar soporte a estas versiones, poniendo punto y final a las actualizaciones de estas versiones.
Desde Canonical también han admitido que alguna versión de servidores también dejará de recibir soporte. En concreto, de momento han dicho que será la versión 8.04 la que dejará de recibir actualizaciones. La recomendación por parte de los responsables de Ubuntu es que los usuarios con estas versiones deberán migrar a las versiones más recientes para que se garantice que el sistema operativo recibe las actualizaciones más recientes de seguridad y de otras aplicaciones software. Podéis visitar nuestro tutorial sobre cómo cambiar el idioma a español a Ubuntu Server.
Para todos aquellos usuarios que estén interesados, pueden realizar la actualización a Ubuntu 12.04 LTS a través del gestor de actualizaciones del sistema operativo.
Los usuarios que no desean actualizar a la nueva versión serán libres de seguir utilizando la versión que poseen pero tendrán que tener en cuenta que dejarán de recibir actualizaciones de seguridad, y también es probable que determinadas aplicaciones que son recientes, sean únicamente compatibles con versiones recientes o que con versiones antiguas sucedan algunas anomalías.
Una mayor concentración de los usuarios
Con esta maniobra, los responsables se aseguran comprimir al máximo el mercado de la distribución Ubuntu, haciendo que los usuarios estén mucho más centrados en un número de versiones actuales, además de minimizar el trabajo a la hora de publicar actualizaciones, teniendo que hacer así un menor número de cambios.
Toda la información que se necesita antes de llevar a cabo la actualización la puedes encontrar en esta página.
De todas las versiones de Ubuntu, ¿cuál te ha gustado más?