La seguridad en las telecomunicaciones y en las redes siempre tiene agujeros de seguridad. Con estos agujeros podemos ser víctimas de un robo de datos, un pirateo del sistema informático e incluso ser víctimas de un desvío de nuestra ruta de navegación alterando la señal GPS como es este caso.
Un grupo de estudiantes de Texas han conseguido modificar la ruta marcada por defecto por el sistema informático de un yate valorado en 80 millones de dólares pirateando y modificando las señales GPS que el barco enviaba y recibía. Todo el proceso ha funcionado de forma totalmente transparente a los usuarios y no hay forma de conocer si el barco está siendo controlado hasta que no nos fijamos en que la ruta no es la misma que marcamos seguir.
La forma de realizar este pirateo ha sido relativamente sencilla. Basta con situarse desde la costa y emitir desde allí una señal falsa de GPS hacia la ubicación del barco o yate. Poco a poco esta señal irá cogiendo mayor intensidad hasta suplantar a la señal GPS original pudiendo así desviar la ruta del yate.
Por el momento no se ha conseguido tomar el control absoluto del yate, ya que para ello se necesitan 3 o 4 señales mínimas, únicamente lo han desviado. Esto es una advertencia para que las compañías mejoren la seguridad de sus sistemas de navegación ya que, con el tiempo, los investigadores podrían llegar a tomar el control absoluto del yate, e incluso de cualquier otro vehículo controlado por satélite..
Este hackeo no ha sido más que un proyecto realizado por parte de los estudiantes, nadie se ha visto afectado por ello, pero nos hace reflexionar sobre varios temas: ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de los sistemas de navegación? ¿Podrá ocurrir lo mismo con los coches inteligentes del futuro?