Google se encuentra entre los principales titulares a diario, tanto para lo bueno como para lo malo. Muchas veces ha sido acusada de colaborar de forma directa con los servicios de inteligencia estadounidenses pero nunca se ha llegado más allá de eso. Sin embargo, una controversia generada en torno a Google Maps ha desencadenado una serie de críticas en las que se describen los servicios del Gigante de Internet como las mejores herramientas de la NSA.
Todo ha comenzado cuando se ha comprobado que sin autorización alguna los terminales móviles con Android y con el GPS activado han registrado las ubicaciones de los usuarios y todos sus movimientos. Dicho de otra forma, sobre Google Maps es posible visualizar nuestros viajes y dónde nos hemos detenido e incluso aproximadamente el tiempo que hemos permanecido en ese lugar.
Tal y como se puede imaginar el lío ya está montado y hay muchos que se atreven a describir a Google y sus servicios como algo peor que la NSA. Como simple curiosidad, todos aquellos que estén interesados pueden consultar sus movimientos desde aquí. En el caso de que no tengamos nuestro GPS activado es posible que no aparezca nada o por lo menos de forma continuada y durante todos los días.
Una utilidad que puede ser útil pero que podría convertirse en un arma de doble filo
Aunque pueda resultar útil para determinadas aplicaciones, la realidad es muy distinta y nuestra privacidad de nuevo se ve salpicada por una aplicación de Google que es capaz de monitorizar más información de la necesaria. Pero lo más importante, esto se realiza sin el consentimiento del usuario y sin previo aviso. Anteriormente hemos mencionado que desactivando la localización GPS de nuestro terminal el problema estaría resuelto. Hay que puntualizar que no esto no es del todo cierto, ya que de forma aleatoria el terminal (o Google) deciden activar los servicios de ubicación de forma independiente y sin avisar al usuario.
El servicio puede llegar a ser muy útil para encontrar personas pérdidas o incluso para encontrar el dispositivo móvil si nos lo han robado. Sin embargo, todo el mundo cree que la utilización puede ser muy distinta a las detallas con anterioridad.
Nuestra privacidad la vendimos desde hace mucho tiempo
Y esto aunque no nos queramos dar cuenta es cierto. En el momento de «casarnos» con los grandes dispositivos tecnológicos hemos comenzado a vender (o mejor dicho a regalar) nuestra privacidad a las grandes compañías. Estas lo tienen fácil para conseguirlo, ya que con un producto llamativo consiguen captar la atención del usuario y a la vez utilizar este producto o servicios asociados a él para obtener información. ¿Cuáles son estos dispositivos? Creemos que está bastante claro: teléfonos inteligentes y tabletas además de servicios software como el correo electrónico o las redes sociales.