Raspberry Pi es uno de los mini-ordenadores de mayor éxito. Por un precio que apenas alcanza los 40 euros los usuarios pueden disponer de un pequeño dispositivo que cumple perfectamente con las funciones de un servidor privado y local optimizado para Linux que poder controlar de forma local o remota sin tener que pagar una cuota por ello.
El primer modelo de Raspberry Pi fue lanzado en febrero de 2012. Al poco tiempo de su lanzamiento comenzaron a aparecer rivales y, aunque la memoria RAM de este (que por el momento se sitúa en los 512 MB) fue ampliada, las demás especificaciones han quedado estancadas frente al avance que están sufriendo sus rivales.
En otros artículos hemos introducido una serie de rivales de este mini-ordenador, sin embargo, hoy queremos hacer una reflexión sobre qué necesitaría Raspberry Pi para volver a ser líder de mercado como lo fue tras su lanzamiento en 2012. Por otro lado, una cosa recomendable para leer es qué es el modelo de menor privilegio y diferencias con Zero-Trust.
Procesador.
Actualmente este mini-PC cuenta con un procesador ARM a 700 Mhz de un solo núcleo. Esto, aunque funciona bastante bien, es posible mejorar su rendimiento optando por añadir un procesador de dos núcleos y aumentar bastante las frecuencias base sin necesidad de obligar a los usuarios a realizar OC para ello.
Algunos rivales de Raspberry Pi cuentan con procesador de 2 y 4 núcleos a frecuencias superiores al Ghz, aspecto que debería tenerse en cuenta.
Memoria.
512 MB de memoria Ram es lo que viene por defecto en estos dispositivos, sin embargo, en muchas ocasiones esto puede quedarse escaso. Una nueva revisión de este mini-ordenador debería incluir al menos 1GB de memoria RAM para garantizar un correcto funcionamiento en todos los aspectos del sistema.
USB
Raspberry Pi cuenta con dos puertos USB 2.0. Aunque una nueva revisión le ha incluido dos puertos adicionales, debería estudiarse la posibilidad de añadir al menos dos puertos USB 3.0 de manera que los usuarios pudieran conectar a ellos sus discos duros y memorias aumentando la velocidad de lectura y escritura a estos dispositivos de almacenamiento, por ejemplo, para gestionar una nube privada.
Tarjeta de red
Los modelos actuales de Raspberry Pi cuentan con una tarjeta de red Fast Ethernet, es decir, la velocidad máxima teórica de ellos es de 100 Mbps. Esto está obsoleto con el auge de las redes Gigabit Ethernet que, aunque de cara a Internet aún son pocos los que tengan contratados más de 100Mbps, dentro de una red local si transferimos datos la red Fast Ethernet queda algo lenta.
Raspberry debería actualizarse e incluir un nuevo controlador de red con una tarjeta Gigabit Ethernet para poder ofrecer un rendimiento óptimo de la red. Wi-Fi y Bluetooth integrados sería una gran apuesta para facilitar la conectividad.
Sistema de almacenamiento
Las nuevas versiones de Raspberry Pi cuentan con un sistema de almacenamiento basado en Micro-SD. Esto es un acierto ya que la SD dejaba mucho que desear en las primeras ediciones de este dispositivo.
Igualmente, la idea de incluir una memoria Flash integrada de 1, 2 o 4 GB especialmente diseñada para el sistema operativo que permitiera utilizar las tarjetas SD únicamente para el almacenamiento facilitaría el trabajo de muchos usuarios. Algunos rivales cuentan con dos ranuras para dos micro-sd, una para el sistema operativo y una segunda para almacenamiento.
Sistemas operativos
El sistema NOOBS es una excelente utilidad que permite instalar varios sistemas operativos fácilmente con pocos clicks sin tener que grabar la imagen correspondiente a la memoria SD desde un PC.
Raspbian funciona muy bien, tanto desde terminal como en escritorio gráfico permitiendo realizar prácticamente cualquier acción desde él, sin embargo, los ingenieros de software deberían portar Android a este dispositivo de manera que muchos usuarios se animaran a utilizarlo como SmartTV conectándolo al televisor.
¿Qué crees que debería mejorar Raspberry Pi en futuras revisiones para ser un dispositivo a la altura de sus rivales?