Desde que Apple lanzó su iPhone con lector de huellas dactilares que permitía desbloquear el dispositivo simplemente pasando el dedo sobre el correspondiente lector son muchos los fabricantes que han empezado a implementar este tipo de sistema de seguridad en sus dispositivos. Aunque las huellas son únicas, intransferibles y más seguras que las contraseñas convencionales ¿hasta qué punto es seguro y recomendable utilizarlas para proteger las nuevas tecnologías?
Recientemente, debido a un fallo de seguridad, un grupo de piratas informáticos de origen chino ha podido robar 5.6 millones de huellas dactilares de funcionarios y trabajadores públicos de una base de datos en poder del gobiernos de Estados Unidos. Este robo de datos, según se estima, tiene un valor aproximado de 1.1 millones de dólares, sin embargo el precio por dicho robo a nivel personal es mucho mayor.
Debemos tener en cuenta que una huella dactilar no puede cambarse como se puede hacer una contraseña o un código PIN. Cuando alguien se hace con la información sobre nuestra huella dactilar dicha información permanecerá en su poder para siempre, siendo algo «único y personal» que no puede modificarse a gusto.
Si un pirata informático se hace con los datos dactilares de un funcionario, por ejemplo, podrá autenticarse en el sistema de forma remota utilizando dichos datos como si se tratase de la persona original. Ya sea para abrir una puerta como para ficha en el trabajo o simplemente desbloquear el teléfono móvil, las huellas dactilares deberían ser protegidas de una forma mucho más fuerte (y a ser posible privada) de como en realidad lo están siendo.
Los usuarios se fían más de los gobiernos que de empresas privadas a la hora de guardar sus datos sensibles como huellas dactilares
En un mundo donde la privacidad ha ganado una especial importancia en los últimos meses y donde los usuarios luchas por proteger sus comunicaciones mientras los gobiernos pretenden acabar con estas protecciones mediante la prohibición del uso de plataformas como la red Tor o el uso de algoritmos de cifrado, al final nuestros datos sólo estarán o en manos de empresas privadas o de gobiernos y organismos públicos. Entonces ¿Qué es menos malo?
Varias encuestas demuestran que los ciudadanos piensan que los datos recopilados y almacenados por los gobiernos tienen una mayor seguridad y son menos propensos a ser utilizados con fines de dudosa moralidad que los datos recopilados por empresas privadas como Facebook, Amazon, Google, Apple o Microsoft. El control de acceso es importante por seguridad.
En Europa por lo general tenemos una mentalidad más abierta a favor de los gobiernos con más de un 80%, sin embargo en Estados Unidos los usuarios que confían en estos apenas alcanza el 70%. Y no es para menos.
A diario estamos viendo cómo gobiernos y organismos espían a los usuarios, recopilan información sobre ellos y llevan un seguimiento de su actividad en la red, mientras que al mismo tiempo buscan información sobre otros gobiernos y organizaciones. Sea como sea, si nuestros datos y nuestra información está en manos de alguien más ajeno a nosotros, estos no estarán seguros, se mire por donde se mire.
¿Crees que las huellas dactilares son un sistema de seguridad fiable? ¿Crees que los datos están mejor en manos de empresas privadas o de gobiernos públicos?