En los últimos años, los libros electrónicos han aumentado considerablemente su presencia en el día a día de los usuarios. A pesar de que muchos lectores siguen defendiendo el papel, los libros electrónicos, para los que les guste, supone muchas ventajas como la posibilidad de poder llevar cientos de libros siempre con nosotros en tan solo unos gramos de peso y la posibilidad de comprarlos y empezar a leerlos en segundos, aunque también suponen un peligro para la industria: la piratería.
Hace algunas horas, el Ministro del Interior (en funciones) ha anunciado la primera detención de uno de los mayores piratas de libros electrónicos en nuestro país, responsable de haber subido más de 11.000 obras literarias a la red y de distribuir, directa e indirectamente, sus subidas por más de 400 sitios web diferentes.
Esta detención es producto de la investigación tras una denuncia realizada por el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), una asociación sin ánimo de lucro que lucha por proteger los derechos de autor, llevada a cabo en 2015.
Por el momento se calcula que los daños ocasionados a la industria son de alrededor de 400.000 euros. Además, la policía ha incautado un disco duro con varias herramientas utilizadas para eliminar las protecciones DRM y, además, un teléfono móvil e información bancaria que les ayudará a averiguar los beneficios que le ha generado a este pirata su actividad, lo que, además de por piratería, permitirá a los agentes acusarle incluso de fraude a Hacienda de no haber declarado dichos beneficios.
La mayoría de los libros electrónicos pirateados se subían el mismo día de su lanzamiento
Lejos de entrar en debate sobre los precios de los libros actuales y, sobre todo, si la calidad literaria de los más vendidos justifica su elevado coste, mientras que muchos siguen acudiendo a las tiendas a comprar el libro, los precios de la «literatura» se ha triplicado en los últimos años hasta el punto que muchos deciden invertir 80 euros en un Kindle y bajarse los libros de Internet que, al fin y al cabo, con 4 libros que no compren han amortizado la inversión.
Aunque aún no se conocen demasiados datos sobre pirata informático (quien, además, no tenía sus discos duros cifrados ni se preocupaba especialmente por su privacidad, lo que ha ayudado a su identificación y detención), según el primer informe policial, la mayoría de los libros habían sido comprados legalmente por él a través de diferentes plataformas de venta de libros electrónicos, los cuales, una vez descargados, liberaba del DRM y los publicaba en las diferentes páginas a través de las cuales los descargaban los usuarios.
Por suerte, existen plataformas como Kindle Unlimited que ofrecen a los usuarios la posibilidad de acceder a más de un millón de libros legales por tan solo 10 euros al mes. Y, si somos de los que preferimos el papel, las bibliotecas públicas están abiertas y, por lo general, suelen tener cualquier libro que queramos.
¿Crees que la piratería de libros electrónicos es preocupante al mismo nivel que la de los juegos, la música o las películas?
Podéis ver consejos para proteger el libro electrónico.